EE.UU. alarga la moratoria de los aranceles por la falta de acuerdos - Colombia
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EE.UU. alarga la moratoria de los aranceles por la falta de acuerdos

Donald Trump este lunes la moratoria a los aranceles que impuso el pasado abril hasta el 1 de agosto, en una indicación de que apenas se han logrado acuerdos relevantes con los países que, en su opinión, han «abusado» de su relación comercial con … Estados Unidos. El presidente tenía previsto imponer la nueva fecha a través de una orden ejecutiva en la tarde del lunes.
La moratoria, anunciada tras el desplome de los mercados que provocó el anuncio de los llamados aranceles «recíprocos» a decenas de países de todo el mundo –además de un arancel universal del 10% a todas las exportaciones a EE.UU.–, concluía mañana, 9 de julio.
Pero, de forma paralela a la moratoria, Trump dio a la vez muestras de su intención de reactivar la guerra comercial global si las negociaciones no dan resultado, como se ha demostrado hasta ahora. El presidente anunció la imposición de aranceles del 25% a las exportaciones de dos grandes aliados estratégicos y socios comerciales de la primera potencia mundial: Japón y Corea del Sur.
Durante la moratoria, todas las exportaciones a EE.UU. han estado sujetas a un arancel del 10% mientras se producía esa negociación, además de otros aranceles a sectores específicos, como el del acero o los automóviles.
La semana pasada, el multimillonario neoyorquino anunció que empezaría a comunicar por carta aranceles de forma unilateral a los países con los que las negociaciones no han dado fruto. En este sentido, hay que destacar que Corea del Sur celebró elecciones presidenciales en junio y Japón tendrá comicios parlamentarios en julio. Además a sus aliados, Trump impuso aranceles del 40% a Laos y Myanmar (nombre oficial de la antigua Birmania), del 30% a Sudáfrica y del 25% a Kazajistán y Malasia.
Según había avanzado el propio Trump, desde este lunes iba a enviar cartas a una docena de países informándoles de los aranceles que les imponía por sus exportaciones a EE.UU. El gravamen del 25% para Japón y Corea del Sur es el mismo que Trump anunció el 2 de abril. En sus cartas a los gobiernos de los otros países, compartidas con los seguidores de su red social, el presidente de EE.UU. advirtió de que castigará con aranceles mayores si responden con represalias comerciales.
Las misivas son calcadas la una de la otra. En ellas se explica que el arancel del 25% será independiente de otras tasas sectoriales, como las del acero o automóviles. «Tenemos que acabar con estos déficits comerciales de largo plazo y persistentes por políticas y barreras tanto arancelarias como no arancelarias», sostiene Trump en sus mensajes. «Nuestra relación ha estado, por desgracia, muy lejos de ser recíproca».

Margen para dialogar

Como se presumía, y al igual que ocurre con la moratoria, los aranceles a los países afectados por las cartas no empezarán a aplicarse hasta el próximo 1 de agosto, lo que abre la posibilidad de más negociaciones. «Si quieren abrir sus hasta ahora cerrados mercados comerciales a EE.UU. y eliminar sus barreras arancelarias y no arancelarias, nosotros podríamos considerar, quizás, un ajuste a esta carta», dice Trump al final de las misivas.
La prórroga de la moratoria y la imposición unilateral de aranceles son muestras de que las negociaciones comerciales de Trump han dado escasos resultados. Cuando se impuso en abril, su Administración aseguró que serían «90 días para 90 acuerdos». Con la moratoria casi cumplida, Trump tenía muy poco que echarse a la boca: solo ha logrado cerrar un acuerdo comercial marco con el Reino Unido y otro con Vietnam, ambos con una configuración provisional y con muchos detalles por trabajar. Con China, su gran rival, ha llegado a una tregua en su guerra particular, por la que Trump llegó a imponer aranceles por encima del 200% al gigante asiático.
Un acuerdo marco podría ser lo que también obtenga la Unión Europea, que estaba negociando contra reloj para evitar aranceles abultados a partir de mañana. Después de que Trump decidiera en abril que las exportaciones europeas serían gravadas con un 20%, las elevó hasta el 50% durante la moratoria por considerar que Bruselas no negociaba de buena fe. Ahora habrá varias semanas más para continuar las negociaciones.
«Durante lo que queda de mes, habrá más acuerdos», dijo en rueda de prensa la portavoz de Trump, Karoline Leavitt. «Estamos viendo avances positivos, en la dirección adecuada».
Para la UE, las cartas a Japón y Corea del Sur deberían ser un aviso a navegantes. Los aranceles unilaterales dejan claro que el presidente de EE.UU. está dispuesto a la confrontación comercial con sus grandes aliados y a devolver al comercio global a las turbulencias.
El acuerdo con la UE, junto al de China, es el más relevante para EE.UU. La relación comercial entre los dos aliados atlánticos es la mayor del mundo, si se suman bienes y servicios. Las fricciones para conseguir un entendimiento son muy grandes, desde los aranceles sectoriales de Trump a industrias –como la del automóvil– muy sensibles para Europa o la intención de Bruselas de proteger comercialmente a sus agricultores.
Trump se vio forzado a imponer la moratoria a sus aranceles en abril por el desplome de la bolsa y, sobre todo, de la deuda americana, lo que desató el pánico en los mercados. Las medidas contra Japón y Corea del Sur fueron respondidas con caídas en los principales indicadores de la Bolsa de Nueva York, en una indicación no solo del impacto de las medidas contra estos dos aliados, sino también del temor a lo que queda por delante en la guerra comercial.

Publicado: julio 8, 2025, 2:45 am

La fuente de la noticia es https://www.abc.es/internacional/primeros-arancelazos-trump-tras-fin-moratoria-japon-20250707185626-nt.html

Donald Trump este lunes la moratoria a los aranceles que impuso el pasado abril hasta el 1 de agosto, en una indicación de que apenas se han logrado acuerdos relevantes con los países que, en su opinión, han «abusado» de su relación comercial con Estados Unidos. El presidente tenía previsto imponer la nueva fecha a través de una orden ejecutiva en la tarde del lunes.

La moratoria, anunciada tras el desplome de los mercados que provocó el anuncio de los llamados aranceles «recíprocos» a decenas de países de todo el mundo –además de un arancel universal del 10% a todas las exportaciones a EE.UU.–, concluía mañana, 9 de julio.

Pero, de forma paralela a la moratoria, Trump dio a la vez muestras de su intención de reactivar la guerra comercial global si las negociaciones no dan resultado, como se ha demostrado hasta ahora. El presidente anunció la imposición de aranceles del 25% a las exportaciones de dos grandes aliados estratégicos y socios comerciales de la primera potencia mundial: Japón y Corea del Sur.

Durante la moratoria, todas las exportaciones a EE.UU. han estado sujetas a un arancel del 10% mientras se producía esa negociación, además de otros aranceles a sectores específicos, como el del acero o los automóviles.

La semana pasada, el multimillonario neoyorquino anunció que empezaría a comunicar por carta aranceles de forma unilateral a los países con los que las negociaciones no han dado fruto. En este sentido, hay que destacar que Corea del Sur celebró elecciones presidenciales en junio y Japón tendrá comicios parlamentarios en julio. Además a sus aliados, Trump impuso aranceles del 40% a Laos y Myanmar (nombre oficial de la antigua Birmania), del 30% a Sudáfrica y del 25% a Kazajistán y Malasia.

Según había avanzado el propio Trump, desde este lunes iba a enviar cartas a una docena de países informándoles de los aranceles que les imponía por sus exportaciones a EE.UU. El gravamen del 25% para Japón y Corea del Sur es el mismo que Trump anunció el 2 de abril. En sus cartas a los gobiernos de los otros países, compartidas con los seguidores de su red social, el presidente de EE.UU. advirtió de que castigará con aranceles mayores si responden con represalias comerciales.

Las misivas son calcadas la una de la otra. En ellas se explica que el arancel del 25% será independiente de otras tasas sectoriales, como las del acero o automóviles. «Tenemos que acabar con estos déficits comerciales de largo plazo y persistentes por políticas y barreras tanto arancelarias como no arancelarias», sostiene Trump en sus mensajes. «Nuestra relación ha estado, por desgracia, muy lejos de ser recíproca».

Margen para dialogar

Como se presumía, y al igual que ocurre con la moratoria, los aranceles a los países afectados por las cartas no empezarán a aplicarse hasta el próximo 1 de agosto, lo que abre la posibilidad de más negociaciones. «Si quieren abrir sus hasta ahora cerrados mercados comerciales a EE.UU. y eliminar sus barreras arancelarias y no arancelarias, nosotros podríamos considerar, quizás, un ajuste a esta carta», dice Trump al final de las misivas.

La prórroga de la moratoria y la imposición unilateral de aranceles son muestras de que las negociaciones comerciales de Trump han dado escasos resultados. Cuando se impuso en abril, su Administración aseguró que serían «90 días para 90 acuerdos». Con la moratoria casi cumplida, Trump tenía muy poco que echarse a la boca: solo ha logrado cerrar un acuerdo comercial marco con el Reino Unido y otro con Vietnam, ambos con una configuración provisional y con muchos detalles por trabajar. Con China, su gran rival, ha llegado a una tregua en su guerra particular, por la que Trump llegó a imponer aranceles por encima del 200% al gigante asiático.

Un acuerdo marco podría ser lo que también obtenga la Unión Europea, que estaba negociando contra reloj para evitar aranceles abultados a partir de mañana. Después de que Trump decidiera en abril que las exportaciones europeas serían gravadas con un 20%, las elevó hasta el 50% durante la moratoria por considerar que Bruselas no negociaba de buena fe. Ahora habrá varias semanas más para continuar las negociaciones.

«Durante lo que queda de mes, habrá más acuerdos», dijo en rueda de prensa la portavoz de Trump, Karoline Leavitt. «Estamos viendo avances positivos, en la dirección adecuada».

Para la UE, las cartas a Japón y Corea del Sur deberían ser un aviso a navegantes. Los aranceles unilaterales dejan claro que el presidente de EE.UU. está dispuesto a la confrontación comercial con sus grandes aliados y a devolver al comercio global a las turbulencias.

El acuerdo con la UE, junto al de China, es el más relevante para EE.UU. La relación comercial entre los dos aliados atlánticos es la mayor del mundo, si se suman bienes y servicios. Las fricciones para conseguir un entendimiento son muy grandes, desde los aranceles sectoriales de Trump a industrias –como la del automóvil– muy sensibles para Europa o la intención de Bruselas de proteger comercialmente a sus agricultores.

Trump se vio forzado a imponer la moratoria a sus aranceles en abril por el desplome de la bolsa y, sobre todo, de la deuda americana, lo que desató el pánico en los mercados. Las medidas contra Japón y Corea del Sur fueron respondidas con caídas en los principales indicadores de la Bolsa de Nueva York, en una indicación no solo del impacto de las medidas contra estos dos aliados, sino también del temor a lo que queda por delante en la guerra comercial.

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