Publicado: abril 6, 2025, 4:45 pm
La fuente de la noticia es https://www.abc.es/internacional/detienen-francia-tres-jovenes-vinculados-estado-islamico-20250406220337-nt.html
Varios comandos de la Dirección General de la Seguridad Interior (DGSI) han detenido este domingo a tres hombres jóvenes de entre 19 y 24 años que planeaban un magnicidio terrorista comparable a los atentados del 13 de noviembre de 2015 contra la sala de fiestas Bataclan, que se cobraron 131 muertos y 413 heridos.
Dos de los detenidos han sido inculpados de presunta criminalidad terrorista y el tercero continuará bajo control judicial durante 24 y 48 horas. Los detenidos fueron denunciados por un familiar que asistÃa, desde hace meses, a la «radicalización yihadista» de unos jóvenes que sentÃan una «admiración profunda» por los asesinos autores de la matanza de 2015, una de las páginas más negras de la historia del terrorismo islámico en Europa.
En su domicilio se ha encontrado un chaleco de fabricación casera que contenÃa explosivos conectados a un dispositivo de disparo. Además, hallaron documentos que enumeraban los ingredientes necesarios para fabricar explosivos y una carta de lealtad al grupo Daesh (Estado Islámico). Otro de los detenidos, considerado lÃder del grupo por parte de los implicados en la investigación, habÃa expresado en redes sociales su deseo de «ahogar en sangre a los infieles».
«El máximo de vÃctimas posibles»
Según las primeras filtraciones policiales, los jóvenes, originarios de Lille y Dunkerque, en el corazón geográfico del Norte, el departamento fronterizo con Bélgica, llevaban varios meses preparando muy minuciosamente un atentado que deseaban «espectacular»: hacerse explotar, en un lugar público, en ParÃs, «con el fin de causar el máximo de vÃctimas posibles».
Se trata, según los primeros análisis oficiosos, de un caso «canónico» entre las nuevas generaciones de yihadistas franceses y europeos: «educados» y radicalizados a través de internet, utilizando las redes sociales como fuente de información y comunicación, no exenta de «ingenuidad trágica», difundiendo sus ideas y proyectos con una ligereza muy útiles para los servicios de seguridad del Estado.
Los detenidos se habÃan vanagloriado de la cantidad de explosivos que habÃan almacenado en sus domicilios personales, dejando en suspenso su «utilización espectacular, llegado el momento». Los comandos de la DGSI descubrieron en los domicilios de los detenidos petardos, bombas, chalecos antibalas, cinturones explosivos, prestos al empleo con bombas «artesanales». La FiscalÃa nacional antiterrorista ha abierto la instrucción de un proceso por «participación en una asociación criminal terrorista».
Los servicios de seguridad del Estado habÃan advertido, desde hace semanas y meses, de los riesgos de posible atentados yihadistas. Céline Berthon, directora general de la DGSI, habÃa declarado a mediados del mes de marzo pasado: «Estamos asistiendo a la amenaza de una nueva generación terrorista islamica, ‘educada’ a través de internet. Se trata de una generación de hombres y mujeres muy jóvenes, menores de veinte años, que han descubierto la violencia criminal a través de las redes de comunicación social. Es nuestro gran desafÃo, esa radicalización de nuevo cuño, lejos de las mezquitas y la »vida religiosa« en común. Los nuevos yihadistas tienen una visión muy esquemática de la religión, del islam, pero sienten una fascinación inquietante por la violencia más brutal».
«Durante los primeros diez años del siglo XXI, la radicalización yihadista, en Francia y Europa, se producÃa a través de las mezquitas y los lugares de culto», continua Céline Berthon, agregando que esta generación está «desapareciendo». «Ahora afrontamos el desafÃo de adolescentes y jovencÃsimos musulmanes radicalizados a través de internet. Quizá tienen menos ideas. Pero sus declaraciones son muy sanguinarias y temibles».
Las nuevas formas de radicalización plantean un problema policial de nuevo cuño. Los servicios de seguridad del Estado tienen fichados a 3.000 o 3.500 yihadistas o simpatizantes del yihadismo en ParÃs y su periferia. Esa localización plantea un problema policial muy difÃcil de resolver. Es «fácil» seguir a los sospechosos a través de las redes sociales. Pero se convierten en yihadistas y amenazas invisibles cuando utilizan otros medios de comunicación más «tradicionales». De ahà la «certidumbre» en las amenazas potenciales y la dificultad de combatirlas.
Con 68 millones de habitantes, Francia es la primera nación musulmana de Europa. Entre 6 y 8 millones de franceses son musulmanes, que frecuentan con relativa frecuencia 2.600 mezquitas y lugares de culto, donde son atendidos por unos 1.800 imanes. Ese islam oficial y reconocido por el Estado está financiado por potencias extranjeras, Qatar, Argelia, Marruecos. En la periferia de ese islam oficial, muchos musulmanes más jóvenes utilizan las redes sociales de muy distinta manera, del ocio a la tentación yihadista.