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De Nueva York a Chicago, Trump aprovecha el cierre gubernamental para castigar a distritos demócratas

Hace dos semanas, cuando empezó el cierre gubernamental en EE.UU. por la falta de acuerdo presupuestario entre los republicanos y demócratas del Congreso, Donald Trump defendió que esa situación suponía una «oportunidad sin precedentes».Un cierre gubernamental, en el que las agencias … federales se quedan sin fondos para sus operaciones, no ha sido algo extraño en los últimos años en un EE.UU. donde encontrar acuerdos entre los dos partidos cada vez es más difícil. Pero lo habitual es que tenga un coste político, sobre todo para el partido que está en el poder. En este caso, los republicanos, que tienen mayorías -por la mínima- en las dos cámaras del Congreso y que controlan la Casa Blanca.
Pero Trump ha roto casi todas las convenciones de la política, y esta no es una excepción. El multimillonario neoyorquino repite el mensaje de que se trata de un ‘cierre demócrata’. También lo está aprovechando para castigar a sus rivales al mismo tiempo que ha redirigido fondos para que no haya impacto en ámbitos sensibles -el Ejército, algunos programas sociales- para su electorado.

Esta misma semana anunció que «vamos a cerrar programas demócratas», aprovechando la falta de fondos del cierre, mientras que los «programas republicanos» van a seguir abiertos «porque creemos que funcionan».
Eso está ya ocurriendo. La Administración Trump ha cancelado o congelado partidas federales destinadas a distritos controlados por los demócratas por un valor de 28.000 millones de dólares, según los cálculos de ‘The New York Times’. Mientras tanto, los recortes para programas en distritos republicanos no llegan a los 800 millones.
Algunos de estos recortes tienen que ver con asuntos ideológicamente contrarios al presidente, como programas para el impulso de energías renovables. Es una forma de compensar políticamente el peso del impacto negativo que tiene el cierre, que ha dejado sin sueldo a cientos de miles de funcionarios y ha provocado el despido de cerca de cuatro mil. Una jueza federal ha paralizado de forma cautelar este miércoles esos despidos. Pero Russell Vought, el director de la Oficina de Gestión y Presupuestos de la Casa Blanca, dijo ese mismo día que los despidos se elevarían hasta los diez mil. El cierre también ha desatado otros problemas, desde los retrasos en los vuelos por la falta de controladores aéreos hasta cierres parciales en parques nacionales.

Proyectos congelados

Otros han sido víctimas solo por el tipo de distritos a los que afectan. Es el caso de Nueva York y las partidas de infraestructuras aprobadas para dos grandes proyectos: la creación de una nueva línea de metro en la Segunda Avenida de Manhattan, un viejo proyecto que, como casi todo lo que tiene que ver con infraestructuras en esta ciudad, tarda una eternidad en hacerse realidad; la otra, la renovación de un túnel bajo el río Hudson, que conecta Nueva York con New Jersey. Entre ambos, se han congelado 18.000 millones de dólares.
No es casualidad que los dos líderes de la oposición demócrata en el Congreso -Charles Schumer en el Senado y Hakeem Jeffries en la Cámara de Representantes- representan a Nueva York.
Otros 2.100 millones para mejoras en infraestructuras y para la extensión de una línea de cercanías también se han congelado para Chicago, otra ciudad sensible para Trump, donde también está enfrentado con las autoridades demócratas. El presidente de EE.UU. ha convertido a la principal ciudad de Illinois en el ejemplo de todo lo que va en EE.UU., ha intensificado las redadas contra inmigrantes indocumentados y ha ordenado el despliegue de doscientos efectivos del Ejército, por ahora paralizado por los tribunales.

Publicado: octubre 16, 2025, 2:46 am

La fuente de la noticia es https://www.abc.es/internacional/nueva-york-chicago-trump-aprovecha-cierre-gubernamental-20251015035030-nt.html

Hace dos semanas, cuando empezó el cierre gubernamental en EE.UU. por la falta de acuerdo presupuestario entre los republicanos y demócratas del Congreso, Donald Trump defendió que esa situación suponía una «oportunidad sin precedentes».

Un cierre gubernamental, en el que las agencias federales se quedan sin fondos para sus operaciones, no ha sido algo extraño en los últimos años en un EE.UU. donde encontrar acuerdos entre los dos partidos cada vez es más difícil. Pero lo habitual es que tenga un coste político, sobre todo para el partido que está en el poder. En este caso, los republicanos, que tienen mayorías -por la mínima- en las dos cámaras del Congreso y que controlan la Casa Blanca.

Pero Trump ha roto casi todas las convenciones de la política, y esta no es una excepción. El multimillonario neoyorquino repite el mensaje de que se trata de un ‘cierre demócrata’. También lo está aprovechando para castigar a sus rivales al mismo tiempo que ha redirigido fondos para que no haya impacto en ámbitos sensibles -el Ejército, algunos programas sociales- para su electorado.

Esta misma semana anunció que «vamos a cerrar programas demócratas», aprovechando la falta de fondos del cierre, mientras que los «programas republicanos» van a seguir abiertos «porque creemos que funcionan».

Eso está ya ocurriendo. La Administración Trump ha cancelado o congelado partidas federales destinadas a distritos controlados por los demócratas por un valor de 28.000 millones de dólares, según los cálculos de ‘The New York Times’. Mientras tanto, los recortes para programas en distritos republicanos no llegan a los 800 millones.

Algunos de estos recortes tienen que ver con asuntos ideológicamente contrarios al presidente, como programas para el impulso de energías renovables. Es una forma de compensar políticamente el peso del impacto negativo que tiene el cierre, que ha dejado sin sueldo a cientos de miles de funcionarios y ha provocado el despido de cerca de cuatro mil. Una jueza federal ha paralizado de forma cautelar este miércoles esos despidos. Pero Russell Vought, el director de la Oficina de Gestión y Presupuestos de la Casa Blanca, dijo ese mismo día que los despidos se elevarían hasta los diez mil. El cierre también ha desatado otros problemas, desde los retrasos en los vuelos por la falta de controladores aéreos hasta cierres parciales en parques nacionales.

Proyectos congelados

Otros han sido víctimas solo por el tipo de distritos a los que afectan. Es el caso de Nueva York y las partidas de infraestructuras aprobadas para dos grandes proyectos: la creación de una nueva línea de metro en la Segunda Avenida de Manhattan, un viejo proyecto que, como casi todo lo que tiene que ver con infraestructuras en esta ciudad, tarda una eternidad en hacerse realidad; la otra, la renovación de un túnel bajo el río Hudson, que conecta Nueva York con New Jersey. Entre ambos, se han congelado 18.000 millones de dólares.

No es casualidad que los dos líderes de la oposición demócrata en el Congreso -Charles Schumer en el Senado y Hakeem Jeffries en la Cámara de Representantes- representan a Nueva York.

Otros 2.100 millones para mejoras en infraestructuras y para la extensión de una línea de cercanías también se han congelado para Chicago, otra ciudad sensible para Trump, donde también está enfrentado con las autoridades demócratas. El presidente de EE.UU. ha convertido a la principal ciudad de Illinois en el ejemplo de todo lo que va en EE.UU., ha intensificado las redadas contra inmigrantes indocumentados y ha ordenado el despliegue de doscientos efectivos del Ejército, por ahora paralizado por los tribunales.

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