Publicado: diciembre 12, 2025, 3:45 pm
La fuente de la noticia es https://www.abc.es/internacional/cuba-declara-oficial-dolar-salir-asfixia-economica-20251212213945-nt.html
En un intento de reforzar la economía centralizada y de aumentar el control sobre las divisas ante la escasez de las mismas y la inflación sostenida, el régimen cubano legaliza las operaciones en moneda extranjera, priorizando actividades vinculadas a exportaciones, sustitución de importaciones y … otros sectores que el Gobierno considere estratégicos. La medida, estipulada en el Decreto-Ley 113, entrará en vigor a partir del próximo miércoles (17 de diciembre).
El paquete normativo permitirá que determinadas empresas privadas, cooperativas y trabajadores por cuenta propia cobren en divisas, siempre y cuando cuenten con la aprobación del Ministerio de Economía y Planificación (MEP). Quienes reciban la autorización deberán abrir cuentas en divisas supervisadas por el Banco Central de Cuba (BCC) y someterse a un sistema de fiscalización permanente.
El ministro de Economía de Cuba, Joaquín Alonso Vázquez, reconoció en la televisión nacional que la nueva regulación forma parte de un proceso de dolarización parcial de la economía, lo cual calificó como «no deseado», pero que resulta «imprescindible» en el contexto actual. Según explicó, la norma crea el marco legal para que las transacciones en divisas puedan realizarse de forma oficial en la Isla, en un escenario donde distintos actores económicos (fundamentalmente los no estatales) ya operan bajo múltiples tasas de cambio.
Alonso Vázquez vinculó estas normas al objetivo número uno del Programa de Gobierno para «corregir distorsiones y reimpulsar la economía». Aunque las autoridades aseguran que se trata de una medida temporal, el alcance y el nivel de control programado sugieren una reorganización profunda de la economía dolarizada que ya opera en la práctica.
El ministro admitió igualmente que muchos actores económicos se enfrentan a dificultades para pagar suministros y recurren a mecanismos informales que los colocan en la ilegalidad. De esta forma, el funcionario se refiere a cómo opera una tasa oficial y una informal (ilegal): la tasa de cambio de los bancos cubanos están muy por debajo de la tasa que se aplica en el mercado informal. Por ejemplo, en el primero, este 12 de diciembre se cotizaba el euro a 141 pesos cubanos (CUP), mientras que, en el segundo (regido por las leyes de oferta-demanda), se valoraba a 485 pesos. Este abismo entre la tasa oficial y la informal ha representado una fuga de divisas que el Estado, con sus medidas económicas, pretende frenar, luego concentrar, controlar y, finalmente, decidir cómo se distribuye.
Control estatal sobre las divisas
El acceso a esas divisas no será libre, sino que el Estado, a través del MEP, decidirá quién puede operarlas, en qué volumen, con qué destino y bajo qué condiciones. El Estado también regula las operaciones desde y hacia cuentas bancarias en divisas, define las fuentes consideradas «lícitas» de acceso a la moneda extranjera y precisa qué transacciones internas estarán autorizadas.
La medida abarcará a empresas estatales, pymes estatales y privadas, cooperativas agropecuarias y no agropecuarias, trabajadores por cuenta propia, campesinos, artistas, así como personas jurídicas extranjeras o mixtas, contratos de asociación económica internacional y operadores de la Zona Especial de Desarrollo Mariel (ZEDM). Todos deberán realizar actividades económicas vinculadas a exportaciones, sustitución de importaciones u otras áreas productivas y de servicios priorizadas, un criterio definido de forma unilateral por el Estado, que comprenderá procesos poco transparentes y que mantendrá fuera del sistema a quienes no encajen en el esquema. No se incluyen a las personas naturales que no realizan actividad económica, lo que excluye a la mayoría de la población.
«El efecto no deseado de esta dolarización parcial de la economía es imprescindible»
Joaquín Alonso Vázquez
Ministro de Economía de Cuba
Para operar, los actores económicos autorizados deberán abrir cuentas en divisas en el sistema bancario cubano y entregar al BCC el 20% de los ingresos que reciban en moneda extranjera, obligatoriamente y al tipo de cambio oficial. Además, los solicitantes deberán informar quiénes son sus proveedores y clientes, cuál es su actividad económica y someterse a la fiscalización del Estado, lo que refuerza el control de cada operación financiera.
La coexistencia de múltiples tasas de cambio, el colapso del peso cubano en los mercados informales, la carencia de productos en CUP, y ahora este nuevo sistema de «dolarización autorizada», consolidan un escenario en el que la moneda nacional (CUP) continúa perdiendo valor y limita aún más el acceso de la población a bienes y servicios esenciales. Asimismo, se profundiza la desigualdad entre quienes pueden operar y/o acceder a las divisas, y quienes dependen únicamente del peso, una moneda casi sin valor real.
