Publicado: diciembre 16, 2025, 9:45 am
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Paul Doyle, el conductor de 54 años que arrolló a una multitud en mayo, e hirió a 134 personas durante la celebración del Liverpool FC por el título de la liga inglesa de fútbol, ha sido condenado a 21 años y medio de prisión.
El juez Andrew Menary, del tribunal penal de Liverpool, ha sentenciado que el condenado «perdió el control en un arrebato de ira, decidido a abrirse paso a través de la multitud, fueran cuales fueran las consecuencias». Para ello, «utilizó su vehículo como un arma extremadamente peligrosa».
Eso mismo afirmó en la primera jornada de audiencia, celebrada este lunes, el fiscal, Paul Greaney, sobre este caso. Así, expresó que el pasado 26 de mayo Doyle «utilizó su vehículo como un arma».
«Es casi imposible comprender cómo cualquier persona con buen juicio podría haber actuado como usted lo hizo. Conducir un vehículo contra multitudes de peatones con tal persistencia y desprecio por la vida humana desafía toda comprensión ordinaria», ha señalado el juez.
En la vista de este martes, Doyle ha vuelto a llorar, como hizo este lunes en la apertura de la audiencia cuando se leían declaraciones de víctimas, en las que se relataban las lesiones sufridas y cómo siguen teniendo pesadillas tras el suceso.
Durante el desfile de celebración del decimonoveno título del campeonato inglés ganado por el Liverpool, el acusado fue con su coche a recoger a un amigo que había participado en las celebraciones, cuando se encontró en medio de los aficionados reunidos en el centro de la ciudad. «Hubo un elemento de persistencia en sus actos: tuvo repetidas oportunidades de detenerse, pero optó por continuar a pesar de ello», ha indicado el juez para respaldar su sentencia.
Paul Doyle, que fue arrestado en el lugar de los hechos, corría el riesgo de ser condenado a cadena perpetua. Sin embargo, no ha ocurrido así, al no haber cometido otros delitos en los últimos años.
«Aunque usted no es una persona de buena conducta previa y quizá siempre haya tenido problemas con su temperamento, no ha cometido ningún otro delito durante muchos años, y por ello no incremento su condena, teniendo en cuenta este historial previo», ha señalado el juez.
El magistrado ha recordado que el acusado acumuló varias condenas cuando tenía entre 18 y 22 años. Entre ellas se incluye una de de 12 meses de prisión. Sin embargo, ha insistido en que no había reincidido desde entonces.
Después de haberse declarado inicialmente no culpable, el acusado ha admitido haber arrollado deliberadamente a la multitud, aunque sin dar explicación alguna por su acto. Desde el principio se ha descartado la hipótesis de un acto terrorista. En las grabaciones del momento, que se han difundido este mismo lunes durante la audiencia, se le puede ver gritando e insultando a los peatones, al tiempo que los arrolla.
En total, 134 personas resultaron heridas, de las cuales unas cincuenta tuvieron que ser hospitalizadas, según la Policía. La víctima más joven era un niño de seis meses, que salió despedido de su carro de bebé, sin llegar a sufrir lesiones graves.
En un giro inesperado, Paul Doyle admitió el 26 de noviembre, con voz apenas audible, los 31 cargos presentados en su contra, incluido el intento de causar lesiones graves de manera voluntaria, lo que puso fin a su juicio.
