Publicado: agosto 3, 2025, 10:45 pm
La fuente de la noticia es https://www.abc.es/internacional/claudiu-nasui-partidos-proeuropeos-rumania-pueden-seguir-20250803174743-nt.html
La reciente anulación y repetición de las elecciones presidenciales rumanas ha tenido como consecuencia un claro deterioro de la credibilidad de su sistema político. Por sus arengas reformistas, contra la corrupción y proeuropeas, gana notoriedad el diputado y exministro de Finanzas Claudiu Nasui, quien … aspira a convertirse en el ‘Milei de Rumanía’. Surgido a partir de una plataforma ciudadana y con presencia parlamentaria desde 2016, su partido Uniunea Salvati Romania (USR), Unión Salvar a Rumanía, promueve una integración más profunda con la Unión Europea y la OTAN, así como una mayor eficiencia del sector público. Explica su percepción desde dentro sobre el deterioro de la democracia en Rumanía y advierte a la UE de que comete «numerosos errores».
—¿Cuáles son esos errores?
—El deterioro de la democracia viene acompañado del empeoramiento de las perspectivas económicas. Cuando la gente lo pasa mal, tiende a perder la paciencia con las mismas soluciones ofrecidas por los mismos políticos. Por eso acaban votando por soluciones radicales. Aunque la mayoría de los rumanos se alegraron de que se anularan las elecciones del año pasado, porque no les gustaba ninguno de los candidatos que pasaron a la segunda vuelta, el hecho de anular unas elecciones después de conocer los resultados, e incluso ordenar un recuento para asegurarse de ese resultado, es un reflejo triste sobre el concepto de democracia. Por eso Rumanía ya no es considerada una democracia en las clasificaciones internacionales. Ahora se la considera un régimen híbrido.
—En toda Europa Central y del Este, en el flanco oriental de la OTAN, están surgiendo movimientos políticos nacionalistas que rozan o incluso cruzan la línea del populismo de derechas. ¿Cuáles son, en su opinión, las causas?
—Las causas son económicas. Cuando los partidos tradicionales fallan repetidamente, es normal que la población intente encontrar otras soluciones. Por eso es tan importante que los partidos llamados proeuropeos no sigan fracasando en la gestión económica. Porque ahí es donde están las raíces de los problemas.
—Tras las elecciones presidenciales, ¿se ha estabilizado la situación política en Rumanía? ¿Gozan ahora el proceso y el resultado electoral de plena aceptación, especialmente la anulación de la primera vuelta?
—Teniendo en cuenta que las elecciones fueron validadas, diría que ahora las cosas han vuelto a cierta normalidad y que la gran mayoría de los rumanos acepta el resultado.
—Como exministro de Finanzas, ¿cuáles diría que son los principales desafíos económicos a los que se enfrenta Rumanía?
—El gasto debe reducirse drásticamente. El gran problema del déficit en Rumanía es el aumento explosivo del gasto, no los impuestos. En los últimos tres años, los impuestos han subido en cuatro ocasiones y ahora los políticos se preparan para una quinta subida. La voluntad de reducir el gasto es mínima, así que seguirán subiendo los impuestos.
—¿Está preparado el pueblo rumano para las reformas necesarias?
—Tiene que estarlo, porque de una forma u otra algo cambiará. No se puede seguir endeudándose cada año con un 9% del PIB. En algún momento se acaba la fiesta. Ya sea subiendo impuestos o recortando el gasto. Si se suben los impuestos, la crisis presupuestaria se convertirá en una crisis económica. Si se recorta el gasto, al menos existe la perspectiva de que las cosas mejoren en algún momento.
—¿Qué significa la victoria de Nicusor Dan en las presidenciales?
—La victoria de Nicusor Dan significa mantener el rumbo proeuropeo. Esa fue, en realidad, la elección en las elecciones presidenciales.
—¿Y cómo ve usted a la UE, en pleno proceso de rearme y tratando de mantenerse ni demasiado cerca ni demasiado lejos de Donald Trump? ¿Cuál es el papel de la UE en el mundo?
—La UE se ha acostumbrado a recibir seguridad militar por parte de Estados Unidos. Eso es algo que Donald Trump ya no quiere seguir ofreciendo gratuitamente. Si la UE quiere ser verdaderamente fuerte, necesita ante todo una economía fuerte. Y en ese sentido, parece que está cometiendo muchos errores: desde la burocracia y la sobrerregulación, que han impedido el surgimiento de grandes corporaciones europeas, hasta los altos impuestos que desincentivan la producción y la innovación. El plan Draghi era bueno en su componente de desregulación. Pero desde que se presentó hasta ahora no se ha implementado nada. Mientras la UE no se vuelva más liberal, no será fuerte.
—¿Cómo ha afectado a Rumanía la apertura del mercado europeo a los productos ucranianos, especialmente los agrícolas, sin aranceles, para apoyar la economía de ese país durante la guerra?
—Para los consumidores rumanos ha sido muy positivo. Más oferta entre la cual elegir. Para los productores, sin embargo, negativo, ya que de repente enfrentaron más competencia. El gran problema volvió a ser la regulación. Porque la UE impone normativas mucho más costosas a sus agricultores, mientras que los de Ucrania no están sujetos a las mismas.
—Por último, ¿conoce usted España?
—He estado varias veces de vacaciones. Es un país maravilloso. Y sólo puedo decir que tienen ustedes una enorme suerte geográfica por no tener a Rusia como vecino. Los problemas de España son similares a los de Europa en general y estoy convencido de que, con un gobierno reformista, España podría renacer. Soy un gran admirador de Javier Milei en Argentina. Si ellos han logrado salir adelante desde una situación mucho peor que la de España o Rumanía, entonces nosotros también podemos. Todo depende de que apliquemos las ideas correctas.