Publicado: junio 11, 2025, 6:45 pm
La fuente de la noticia es https://www.abc.es/internacional/choque-washington-londres-sancion-dos-ministros-israelies-20250611163350-nt.html

La imposición de sanciones personales por parte del Reino Unido y otros gobiernos occidentales contra dos ministros israelíes considerados figuras clave del ala ultranacionalista ha provocado una reacción diplomática severa por parte de Estados Unidos, que calificó la medida de contraproducente, desestabilizadora y potencialmente … perjudicial para los esfuerzos en curso dirigidos a alcanzar un acuerdo de alto el fuego en la Franja de Gaza. La controversia, que refleja una divergencia de enfoques entre aliados tradicionales, ha abierto una brecha explícita entre Washington y Londres en un momento particularmente delicado del conflicto en Oriente Próximo.
Y es que este martes, el Gobierno británico, en coordinación con Canadá, Australia, Nueva Zelanda y Noruega, anunció sanciones personales contra el ministro israelí de Finanzas, Bezalel Smotrich, y el ministro de Seguridad Nacional, Itamar Ben-Gvir, por lo que describió como «retórica incendiaria y respaldo a actos de violencia por parte de colonos» en Cisjordania. Estas sanciones, según explicó el ministerio de Asuntos Exteriores británico, se inscriben dentro del régimen de sanciones Magnitsky y consisten en la congelación de activos bajo jurisdicción británica, la prohibición de entrada al país y la imposibilidad de realizar transacciones financieras o comerciales con entidades del Reino Unido.
El secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, reaccionó con contundencia horas después de conocerse la decisión, en un comunicado en el que instó directamente al Gobierno británico a revocar las sanciones. Según sus palabras, «estas medidas no apoyan los objetivos compartidos de alcanzar un alto el fuego sostenible, garantizar la liberación de todos los rehenes y sentar las bases para una paz duradera en la región». Rubio subrayó además que sancionar a miembros del Gobierno israelí en plena guerra «corre el riesgo de socavar la unidad de propósito entre aliados democráticos frente a organizaciones terroristas como Hamás».
«Hombro con hombro con Israel»
En términos aún más explícitos, el diplomático estadounidense añadió que «es fundamental que los gobiernos amigos de Israel no adopten medidas unilaterales que debiliten su posición de defensa, especialmente cuando el país enfrenta amenazas existenciales». A través de su cuenta oficial en la red social X, Rubio publicó también que «Estados Unidos está hombro con hombro con Israel».
Fuentes del Departamento de Estado, citadas por ‘The Times’ el mismo día del anuncio, afirmaron que no fueron informadas previamente de la decisión británica, y que se trató de un movimiento «mal calibrado», que no fue coordinado a través de los canales diplomáticos habituales. Este detalle, de confirmarse, explicaría en parte la dureza del tono empleado por Washington, cuya política exterior ha oscilado en los últimos meses entre el respaldo explícito al gobierno de Benjamin Netanyahu y los intentos de contener la expansión del conflicto a través de mediaciones indirectas con actores regionales como Egipto, Qatar y Jordania.
La respuesta israelí, por su parte, no se hizo esperar. El primer ministro Netanyahu agradeció públicamente a Estados Unidos su «firme apoyo moral», y denunció lo que calificó como «una iniciativa política profundamente injusta, que premia al terrorismo y castiga a quienes lo combaten». En el mismo sentido, el ministro de Exteriores de Israel, Israel Katz, acusó al Reino Unido de ceder ante «una campaña de presión política instigada por oenegés hostiles al Estado de Israel».
Responsabilidad de Gobierno
En Londres, el ministro de Exteriores David Lammy defendió la legalidad y necesidad de las sanciones, argumentando que Smotrich y Ben-Gvir han realizado declaraciones «sistemáticas y documentadas» incitando a la violencia contra palestinos, y que estas actitudes han agravado la ya delicada situación humanitaria y de seguridad en los territorios ocupados. En particular, Lammy afirmó que ambos ministros «han legitimado actos de violencia cometidos por colonos israelíes contra civiles palestinos», y sostuvo que la comunidad internacional tiene la responsabilidad de «reaccionar ante estas conductas cuando provienen de figuras con responsabilidad de gobierno».
La documentación que sustenta la decisión británica incluye, según recoge la prensa local, múltiples intervenciones públicas de Ben-Gvir en las que insta a utilizar la fuerza contra la población palestina, así como la defensa de operaciones punitivas colectivas en Gaza. En cuanto a Smotrich, se le atribuye haber promovido la cancelación de transferencias económicas esenciales para el funcionamiento de la Autoridad Palestina, con el argumento de que esos fondos podrían estar siendo redirigidos al apoyo de familias de combatientes de Hamás.
Desde el punto de vista jurídico, las sanciones se aplican a título individual y no institucional, y según fuentes de Exteriores, «no constituyen un juicio sobre la legitimidad del gobierno israelí en su conjunto, sino sobre la conducta de dos de sus miembros». No obstante, el simbolismo político del gesto ha sido ampliamente interpretado como una señal de endurecimiento de la postura europea frente al actual gabinete de Netanyahu, en especial a su sector más extremista, representado por los dos sancionados.