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La noticia saltaba esta semana, tras una entrevista que ella misma ha concedido a la edición británica de la revista Elle: Poppy Delevingne, hermana mayor de Cara Delevingne —aunque hay otra hermana aún más mayor, Chloe—, está esperando su primer hijo a los 38 años. Una noticia que le ha llenado de alegría porque, en sus palabras, ha sido todo lo que siempre quiso, pero que también ha hecho girar los focos y los objetivos de las cámaras hacia el padre, un hombre de carácter reservado que, sin embargo, en esta ocasión tendrá que aceptar el hecho de estar en el centro mediático: el multimillonario Archie Keswick.
Archibald David Keswick nació en 1980 y, desde ese momento, ya formaba parte de uno de los árboles genealógicos más productivos de los últimos 200 años. Para entender toda la fortuna que amasan, y que luego desgranaremos, hay que remontarse a William Keswick, que viniese al mundo en 1834 en Dumfriesshire, en las Tierras Bajas de Escocia. Su abuela era hermana del fundador de Jardine Matheson & Company, una empresa centrada en el comercio de opio y que tuvo una gran influencia en la Primera y Segunda Guerra del Opio.
Finalmente abandonarían esa actividad hacia 1970, en parte gracias a Williams. Si la compañía prefirió centrar sus esfuerzos en un amplísimo abanico de otros intereses comerciales, desde el transporte marítimo o los ferrocarriles al negocio de sedas y textiles o el desarrollo inmobiliario fue precisamente porque se trasladó a Hong Kong en 1855, donde levantó una sucursal de la empresa familiar —también lo haría en otras ciudades asiáticas— ligando su apellido a la historia de esta fortuna.
Porque Archie, su padre —Simon Keswick, ex director del conglomerado multimillonario—, su hermano Ben, que ahora es presidente de Jardine Matheson, sus dos hermanas, Willa y Poppy, y el resto de los descendientes de Williams, cinco generaciones después, poseen una fortuna privada estimada en alrededor de los 6.350 millones de libras (unos 7.510 millones de euros), según una lista elaborada en 2021 por el periódico The Sunday Times de las familias más ricas.
Esto se debe, entre otras cosas, a cómo han hecho crecer el negocio, pues hoy por hoy son los dueños del imperio naviero Jardine Matheson, de la lujosa cadena de hoteles Mandarin Oriental o de empresas banqueras y de transportes en toda la zona del este asiático, como la Hongkong and Shanghai Banking Corporation —la subsidiaria en dicha zona del grupo bancario HSCB—, el Hong Kong Tramway, el sistema de tranvías de la ciudad, o el mayor productor de lácteos de Vietnam.
Por ello se entiende que Archie fuese, para la revista Tatler, uno de los 50 solteros de oro del mundo en 2019, añadiendo a la ecuación, en el apartado físico, que fuera alto, moreno y atractivo. Old Etonian —es decir, antiguo estudiante de la Eton College, por la que han pasado y pasan los más poderosos y privilegiados de Reino Unido—, más tarde estudió una licenciatura en la Universidad de Edimburgo.
Aun así, su hermana Willa, en una entrevista que concedió en 2011 por la apertura de su propia tienda —que ya cerró—, diría de su padre que es «la persona más increíble del mundo», pero que no ese tipo de padre que «da pagas» a sus hijos. «Cuando éramos pequeños, mis hermanos y yo teníamos trabajos de verano, currando en pubs. [Mi padre] Nos crio para trabajar duro, porque para llegar a donde está ahora él también tuvo que hacerlo», afirmó.
Archie, sin embargo, en cuanto terminó la carrera se estableció en Londres con trabajo en la empresa familiar, uniéndose al grupo Jardine Matheson en 2007. Por aquel entonces salía con una socialité de la televisión británica, Hannah Sadling. No sería hasta 2010 que conoció a su futura esposa, la modelo Alice Rugge-Price. Comprometidos desde la Nochevieja de aquel mismo año, se casaron unos meses después y, en el tiempo en que estuvieron juntos —se cree que fue hasta 2019 o, quizá, un poco antes— tuvieron dos hijas, de quienes se desconoce el nombre y que vivieron con su madre en Hong Kong hasta que volvieron a mudarse a la capital inglesa.
Que haya datos desconocidos de su vida es, de hecho, comprensible. Por un lado, el nombre de Archie apareció en el escándalo de escuchas telefónicas de la empresa mediática News of the World, amén de que prefiere, a pesar de su fortuna —o precisamente por ella— pasar desapercibido: sus redes sociales son todas privadas y hay muy pocas imágenes de él porque prefiere no documentar ni avisar a la prensa de dónde pasa la mayor parte de su tiempo o dónde va a viajar. Al igual que su hermano Ben, jamás ha concedido una entrevista.
Su nombre, eso sí, se hizo algo popular cuando se le describió como «amigo íntimo» de la actriz Sienna Miller en los años 2000. Acabaría saliendo con la intérprete un tiempo, ya en 2021, lo que es sin lugar a dudas curioso porque Miller y Poppy Delevingne vivieron juntas durante un tiempo en Nueva York.
Con esta última su relación se hizo oficial al ser vistos paseando por Hyde Park el verano de 2024. La modelo está encantada de unir dos sagas aristocráticas y con tanta historia. Por ahora no hay rumores de boda, que podría celebrarse en la increíble finca de 18.000 acres —unas 7.280 hectáreas— que los Keswick tienen en Angus, pero pronto llegará su hija. Y quién sabe si será el primer bebé de otros por venir.