Arabia Saudí aumentó en 2025 el número de ejecuciones ante la indiferencia de Occidente

Solo China e Irán compiten con Arabia Saudí en el número de aplicaciones de la pena de muerte al año, que en 2025 han vuelto a dispararse según denuncia la oenegé británica ‘Reprieve’ y recoge la ‘BBC’. Este año, a pesar de las quejas … de las asociaciones de derechos humanos, el número de ejecuciones –por horca o con pelotón de fusilamiento– ha sido de 347, dos más que el año anterior, y una cifra récord desde que existen registros.
Riad atribuye el número de ejecuciones a su campaña pública contra el tráfico de drogas –la mayoría de los condenados son extranjeros detenidos por narcotráfico–, pero también se han dado este año varios casos de disidentes políticos, a los que el régimen saudí acusó en su momento de ‘conspiración y terrorismo’.
Según ‘Reprieve’, el caso más sangrante fue el de Abdullah al Derazi y el de Jalal al Labbad, que eran menores de edad cuando fueron arrestados en 2011 y 2012 por protestar contra el maltrato de la minoría musulmana chií del reino. Ambos fueron ejecutados en torno al pasado verano. En esas mismas fechas también fue ejecutado el periodista Turki al Jasser, detenido en 2018 por sus artículos críticos contra la monarquía, acusado de ‘terrorismo y alta traición’. Es el primer periodista ejecutado desde el infame caso de Kashoggi, el ex columnista del ‘Washington Post’ asesinado en 2018 por órdenes del actual hombre fuerte saudí, el príncipe heredero Mohamed bin Salman.

Ante las acusaciones de las instituciones internacionales, según informa la ‘BBC’, el régimen se defiende afirmando que su legislación prevé la pena de muerte. No obstante, las oenegés afirman que los ejecutados no han tenido acceso a la protección legal ni consular –en el caso de los extranjeros–, las familias no son advertidas y los restos no son repatriados.
Se da la circunstancia de que en los últimos dos años, el régimen saudí que dirige Bin Salman ha abierto la mano en materia de libertades sociales, en particular las relativas a la mujer: ya están autorizadas a conducir, y la ‘policía religiosa’ ha dejado de patrullar en los centros comerciales. Sin embargo, no hay avances en materia de libertades religiosa y política. Los cristianos extranjeros pueden beber alcohol juntos pero no pueden rezar juntos. Los disidentes políticos son perseguidos y encarcelados.
En el actual contexto geopolítico, Riad aprovecha su estatus de país clave tanto para la Administración Trump como para Europa, como barrera de contención frente a Irán y como mediador en el enfrentamiento de Israel con los movimientos yihadistas regionales. Según los analistas, esta es una de las razones por las que los abusos políticos internos –en este caso, las penas de muerte desproporcionadas y sin garantías– no reciben protestas por parte de gobiernos ni medidas de represalia. Tanto los grandes eventos deportivos como la participación del capital saudí en las empresas occidentales no sufren penalizaciones.

Declaraciones a la ‘BBC’
Las autoridades saudíes de practican «de manera endémica» torturas y confesiones forzadas dentro de su sistema penal

Jeep Bayouni
Responsable de ‘Reprieve’

Según Jeep Bayouni, una de las responsables de la organización ‘Reprieve’, «Arabia está actuando ahora con completa impunidad, y se burla del sistema de derechos humanos». En sus declaraciones a la ‘BBC’, Bayouni acusa a las autoridades saudíes de practicar «de manera endémica» torturas y confesiones forzadas dentro de su sistema penal.
Hasta el 2022, Riad aplicaba una ‘moratoria’ en la pena de muerte para los delitos relacionados con el tráfico de drogas. Pero el ritmo ha vuelto a retomarse. Solo China e Irán, regímenes antioccidentales y autoritarios, superan a Arabia Saudí en el número de aplicaciones al año de la pena de muerte.