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Alemania y Polonia, decididas a utilizar la «poderosa palanca» de los activos rusos

La unidad de Polonia con el resto de grandes potencias europeas es crucial en el actual proceso de paz para Ucrania. Donald Tusk ha declarado en Berlín estar decidido a usar los activos rusos «como una poderosa palanca» para demostrar a todas las partes … que no habrá paz sin Kiev y sin los europeos. Se refería a los alrededor de200.000 millones de euros, principalmente reservas del Banco Central de Rusia, depositados en instituciones financieras europeas y congelados por las sanciones.
En esto han estado también de acuerdo, en la videoconferencia mantenida desde la Cancillería alemana, el primer ministro de Gran Bretaña, el presidente de Francia, el secretario general de la OTAN y el presidente de Ucrania. Tusk por su parte ha obtenido apoyo para su particular reivindicación contra decisiones que afectan a territorio polaco y que no han sido siquiera consultadas con Varsovia.
El plan de paz de Trump establece que los aviones de combate de la OTAN estarán estacionados en Polonia, como alternativa a la presencia de tropas de paz europeas en territorio ucraniano para garantizar el cumplimiento del acuerdo de paz, si este llega a firmarse. Eso pondría a Polonia en el centro de la próxima diana rusa y generaría internamente tensiones insondables.

Combatir cualquier injerencia

Merz se ha comprometido a combatir con todo el potencial alemán cualquier injerencia en la soberanía territorial polaca, lo que ha llevado a Tusk a declarar en la rueda de prensa posterior al encuentro que «estamos presenciando una revolución copernicana en la política europea, así es como debería definirse la cooperación polaco-alemana para la protección de la frontera oriental entre Polonia y Europa».
El problema de Tusk es que en casa debe lidiar con la oposición nacionalista de Ley y Justicia (PiS) y con el presidente respaldado por este partido, Karol Nawrocki, mucho más orientados hacia Trump que hacia Alemania, a la que siguen viendo como el invasor que todavía no ha pagado las debidas indemnizaciones a las víctimas de la ocupación nazi. Para que pueda presentar logros a su regreso a Varsovia, Merz no ha escatimado en gestos. Ha accedido a licitar un destacado memorial en el centro Berlín para los polacos víctimas de la tiranía nazi alemana entre 1939 y 1945. Ha entregado 73 documentos en pergamino de la Orden Teutónica del Archivo Secreto del Patrimonio Cultural Prusiano, vestigios medievales del periodo comprendido entre 1215 y 1466 y tomados deliberadamente de los Archivos de la Corona de Varsovia por archiveros alemanes durante la ocupación, en la Segunda Guerra Mundial.
Incluso ha devuelto la cabeza de Santiago el Viejo, fragmento escultórico de Marienburg, cerca de Danzig, que probablemente llegó a Alemania en los años 50 y que ahora podrá reunirse con la figura a tamaño real del apóstol que permaneció allí. A lo que Merz no da su brazo a torcer es a las indemnizaciones, una cuestión que considera «cerrada». Tusk le ha apremiado a no vaciar de contenido la medida dando largas: «Date prisa si realmente quieres hacer este gesto», advirtiendo que, cuando el excanciller Scholz hizo esa promesa en 2024, aún quedaban unas 60.000 víctimas vivas, según la Fundación para la Reconciliación Germano-Polaca. Hoy ya solo quedan unas 50.000.

Publicado: diciembre 1, 2025, 1:45 pm

La fuente de la noticia es https://www.abc.es/internacional/alemania-polonia-decididas-utilizar-poderosa-palanca-activos-20251201202556-nt.html

La unidad de Polonia con el resto de grandes potencias europeas es crucial en el actual proceso de paz para Ucrania. Donald Tusk ha declarado en Berlín estar decidido a usar los activos rusos «como una poderosa palanca» para demostrar a todas las partes que no habrá paz sin Kiev y sin los europeos. Se refería a los alrededor de200.000 millones de euros, principalmente reservas del Banco Central de Rusia, depositados en instituciones financieras europeas y congelados por las sanciones.

En esto han estado también de acuerdo, en la videoconferencia mantenida desde la Cancillería alemana, el primer ministro de Gran Bretaña, el presidente de Francia, el secretario general de la OTAN y el presidente de Ucrania. Tusk por su parte ha obtenido apoyo para su particular reivindicación contra decisiones que afectan a territorio polaco y que no han sido siquiera consultadas con Varsovia.

El plan de paz de Trump establece que los aviones de combate de la OTAN estarán estacionados en Polonia, como alternativa a la presencia de tropas de paz europeas en territorio ucraniano para garantizar el cumplimiento del acuerdo de paz, si este llega a firmarse. Eso pondría a Polonia en el centro de la próxima diana rusa y generaría internamente tensiones insondables.

Combatir cualquier injerencia

Merz se ha comprometido a combatir con todo el potencial alemán cualquier injerencia en la soberanía territorial polaca, lo que ha llevado a Tusk a declarar en la rueda de prensa posterior al encuentro que «estamos presenciando una revolución copernicana en la política europea, así es como debería definirse la cooperación polaco-alemana para la protección de la frontera oriental entre Polonia y Europa».

El problema de Tusk es que en casa debe lidiar con la oposición nacionalista de Ley y Justicia (PiS) y con el presidente respaldado por este partido, Karol Nawrocki, mucho más orientados hacia Trump que hacia Alemania, a la que siguen viendo como el invasor que todavía no ha pagado las debidas indemnizaciones a las víctimas de la ocupación nazi. Para que pueda presentar logros a su regreso a Varsovia, Merz no ha escatimado en gestos. Ha accedido a licitar un destacado memorial en el centro Berlín para los polacos víctimas de la tiranía nazi alemana entre 1939 y 1945. Ha entregado 73 documentos en pergamino de la Orden Teutónica del Archivo Secreto del Patrimonio Cultural Prusiano, vestigios medievales del periodo comprendido entre 1215 y 1466 y tomados deliberadamente de los Archivos de la Corona de Varsovia por archiveros alemanes durante la ocupación, en la Segunda Guerra Mundial.

Incluso ha devuelto la cabeza de Santiago el Viejo, fragmento escultórico de Marienburg, cerca de Danzig, que probablemente llegó a Alemania en los años 50 y que ahora podrá reunirse con la figura a tamaño real del apóstol que permaneció allí. A lo que Merz no da su brazo a torcer es a las indemnizaciones, una cuestión que considera «cerrada». Tusk le ha apremiado a no vaciar de contenido la medida dando largas: «Date prisa si realmente quieres hacer este gesto», advirtiendo que, cuando el excanciller Scholz hizo esa promesa en 2024, aún quedaban unas 60.000 víctimas vivas, según la Fundación para la Reconciliación Germano-Polaca. Hoy ya solo quedan unas 50.000.

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