Alemania responde a las críticas de EE.UU. sobre la ilegalización de AfD: «Los tribunales tendrán la última palabra» - Colombia
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Alemania responde a las críticas de EE.UU. sobre la ilegalización de AfD: «Los tribunales tendrán la última palabra»

Tras las duras críticas del responsable de la diplomacia de Estados Unidos, Marco Rubio, a la clasificación del partido Alternativa para Alemania (AfD) contrario a la Constitución, el Ministerio Federal de Asuntos Exteriores ha defendido la decisión de la Oficina para … la Protección de la Constitución, el servicio de inteligencia interior encargado del veredicto, como democrática y conforme al Estado de derecho. «Esto es democracia», se manifestó el Ministerio de Relaciones Exteriores el viernes por la noche en la red social X, en la que afirmó también que «esta decisión es el resultado de una investigación exhaustiva e independiente para proteger nuestra Constitución y el Estado de derecho».
Poco antes, el secretario de Estado Rubio había escrito en redes que Alemania acababa de otorgar a su agencia de espionaje nuevos poderes para vigilar a la oposición. «Esto no es democracia, es una tiranía encubierta.No es AfD la que es realmente extremista, sino la política mortal de fronteras abiertas, que el partido rechaza», firmó, recomendando que «Alemania debería cambiar su rumbo».
La Administración Trump ha constituido un gran apoyo para AfD durante la última campaña electoral, tras la cual se ha convertido en la principal fuerza de la oposición en Alemania. Su líder, Alice Weidel, recibió el respaldo expreso del vicepresidente estadounidense J. D. Vance y de Elon Musk, que apareció con ella en X en emisiones en directo y en horario de máxima audiencia, así como en un mitin por videoconferencia. Ante la posible ilegalización de su partido, Weidel ya ha anunciado que «nos defenderemos en los tribunales».

El Ministerio alemán de Relaciones Exteriores, que rara vez comenta sobre los acontecimientos políticos internos, escribió en su canal en inglés: «Los tribunales independientes tendrán la última palabra. Hemos aprendido de nuestra historia que hay que detener el extremismo de derecha«.
En septiembre, el Ministerio había comentado irónicamente las declaraciones hechas por el entonces candidato republicano a la presidencia de Estados Unidos, Donald Trump, en un duelo televisivo con su competidora Kamala Harris. En el debate, Trump repitió la insinuación de su candidato a la vicepresidencia, Vance, de que los inmigrantes ilegales en Springfield, en el estado estadounidense de Ohio, comían mascotas. «Según los medios estadounidenses, las autoridades de Springfield no tienen conocimiento de estos casos», publicó entonces el Ministerio de Relaciones Exteriores alemán, que añadió como posdata: «Tampoco comemos perros y gatos».
Estos intercambios en redes forman parte de las desavenencias evidentes entre el Gobierno alemán saliente, al frente de cuyo Ministerio de Exteriores ha estado la verde Annalena Baerbock, y el de Trump. El malestar se hizo evidente en la pasada Conferencia de Seguridad de Múnich, cuando J. D. Vance abroncó a la Unión Europea y evitó reunirse o mantener cualquier tipo de contacto con el canciller Scholz o sus ministros, mientras que sí encontró hueco en su agenda para muchos representantes de otros gobiernos.

Complejo proceso de ilegalización

La alusión a los tribunales del Ministerio de Exteriores alemán no significa que el proceso de ilegalización sea seguro. El nuevo Gobierno recibirá el martes la aprobación del Parlamento (Bundestag) y el inminente canciller alemán, Friedrich Merz, guarda silencio al respecto. Esta es una decisión con un poder político explosivo e inoportuna. Sin los conservadores, el SPD, Los Verdes y el Partido de la Izquierda no tendrían la mayoría necesaria para tal medida ni en el Bundestag ni en el Bundesrat.
El secretario general de la CDU, Carsten Linnemann, ha hecho unas declaraciones vagas de las que no se puede deducir nada al respecto. La posición sobre la AfD «sigue siendo la misma», ha dicho Linnemann, y ha añadido: «No habrá cooperación con este partido. Esto hace que sea aún más importante que el nuevo Gobierno federal resuelva los problemas de la gente y dé a Alemania una nueva confianza», reforzando todavía más el cordón sanitario y la firme voluntad de Merz de aislar políticamente a AfD.
«El Gobierno federal debe iniciar rápidamente un procedimiento de prohibición de Afd para proteger nuestra democracia», ha declarado sin embargo el presidente regional de Schleswig-Holstein, Daniel Günther, también miembro de la CDU, abriendo así un debate interno.
Germany just gave its spy agency new powers to surveil the opposition. That’s not democracy—it’s tyranny in disguise. What is truly extremist is not the popular AfD—which took second in the recent election—but rather the establishment’s deadly open border immigration policies…— Secretary Marco Rubio (@SecRubio) May 2, 2025
«Ahora examinaremos de cerca la evaluación de la Oficina Federal para la Protección de la Constitución y también examinaremos qué consecuencias políticas y legales se pueden extraer de ello», ha intentado aportar calma el presidente-alcalde de Berlín, Kai Wegner.
En general, el ala liberal de los conservadores se muestra a favor de abrir un proceso de ilegalización. Por su parte, el diputado de la CDU Roderich Kiesewetter ha declarado que «al clasificar a todo el partido AfD como contrario a la Constitución y declarar que sus esfuerzos están dirigidos contra el orden básico democrático libre, un procedimiento de revisión en previsión de un posible procedimiento de prohibición es más urgente y prometedor».

Publicado: mayo 3, 2025, 8:45 am

La fuente de la noticia es https://www.abc.es/internacional/alemania-responde-criticas-eeuu-sobre-ilegalizacion-afd-20250503134631-nt.html

Tras las duras críticas del responsable de la diplomacia de Estados Unidos, Marco Rubio, a la clasificación del partido Alternativa para Alemania (AfD) contrario a la Constitución, el Ministerio Federal de Asuntos Exteriores ha defendido la decisión de la Oficina para la Protección de la Constitución, el servicio de inteligencia interior encargado del veredicto, como democrática y conforme al Estado de derecho. «Esto es democracia», se manifestó el Ministerio de Relaciones Exteriores el viernes por la noche en la red social X, en la que afirmó también que «esta decisión es el resultado de una investigación exhaustiva e independiente para proteger nuestra Constitución y el Estado de derecho».

Poco antes, el secretario de Estado Rubio había escrito en redes que Alemania acababa de otorgar a su agencia de espionaje nuevos poderes para vigilar a la oposición. «Esto no es democracia, es una tiranía encubierta.No es AfD la que es realmente extremista, sino la política mortal de fronteras abiertas, que el partido rechaza», firmó, recomendando que «Alemania debería cambiar su rumbo».

La Administración Trump ha constituido un gran apoyo para AfD durante la última campaña electoral, tras la cual se ha convertido en la principal fuerza de la oposición en Alemania. Su líder, Alice Weidel, recibió el respaldo expreso del vicepresidente estadounidense J. D. Vance y de Elon Musk, que apareció con ella en X en emisiones en directo y en horario de máxima audiencia, así como en un mitin por videoconferencia. Ante la posible ilegalización de su partido, Weidel ya ha anunciado que «nos defenderemos en los tribunales».

El Ministerio alemán de Relaciones Exteriores, que rara vez comenta sobre los acontecimientos políticos internos, escribió en su canal en inglés: «Los tribunales independientes tendrán la última palabra. Hemos aprendido de nuestra historia que hay que detener el extremismo de derecha«.

En septiembre, el Ministerio había comentado irónicamente las declaraciones hechas por el entonces candidato republicano a la presidencia de Estados Unidos, Donald Trump, en un duelo televisivo con su competidora Kamala Harris. En el debate, Trump repitió la insinuación de su candidato a la vicepresidencia, Vance, de que los inmigrantes ilegales en Springfield, en el estado estadounidense de Ohio, comían mascotas. «Según los medios estadounidenses, las autoridades de Springfield no tienen conocimiento de estos casos», publicó entonces el Ministerio de Relaciones Exteriores alemán, que añadió como posdata: «Tampoco comemos perros y gatos».

Estos intercambios en redes forman parte de las desavenencias evidentes entre el Gobierno alemán saliente, al frente de cuyo Ministerio de Exteriores ha estado la verde Annalena Baerbock, y el de Trump. El malestar se hizo evidente en la pasada Conferencia de Seguridad de Múnich, cuando J. D. Vance abroncó a la Unión Europea y evitó reunirse o mantener cualquier tipo de contacto con el canciller Scholz o sus ministros, mientras que sí encontró hueco en su agenda para muchos representantes de otros gobiernos.

Complejo proceso de ilegalización

La alusión a los tribunales del Ministerio de Exteriores alemán no significa que el proceso de ilegalización sea seguro. El nuevo Gobierno recibirá el martes la aprobación del Parlamento (Bundestag) y el inminente canciller alemán, Friedrich Merz, guarda silencio al respecto. Esta es una decisión con un poder político explosivo e inoportuna. Sin los conservadores, el SPD, Los Verdes y el Partido de la Izquierda no tendrían la mayoría necesaria para tal medida ni en el Bundestag ni en el Bundesrat.

El secretario general de la CDU, Carsten Linnemann, ha hecho unas declaraciones vagas de las que no se puede deducir nada al respecto. La posición sobre la AfD «sigue siendo la misma», ha dicho Linnemann, y ha añadido: «No habrá cooperación con este partido. Esto hace que sea aún más importante que el nuevo Gobierno federal resuelva los problemas de la gente y dé a Alemania una nueva confianza», reforzando todavía más el cordón sanitario y la firme voluntad de Merz de aislar políticamente a AfD.

«El Gobierno federal debe iniciar rápidamente un procedimiento de prohibición de Afd para proteger nuestra democracia», ha declarado sin embargo el presidente regional de Schleswig-Holstein, Daniel Günther, también miembro de la CDU, abriendo así un debate interno.

«Ahora examinaremos de cerca la evaluación de la Oficina Federal para la Protección de la Constitución y también examinaremos qué consecuencias políticas y legales se pueden extraer de ello», ha intentado aportar calma el presidente-alcalde de Berlín, Kai Wegner.

En general, el ala liberal de los conservadores se muestra a favor de abrir un proceso de ilegalización. Por su parte, el diputado de la CDU Roderich Kiesewetter ha declarado que «al clasificar a todo el partido AfD como contrario a la Constitución y declarar que sus esfuerzos están dirigidos contra el orden básico democrático libre, un procedimiento de revisión en previsión de un posible procedimiento de prohibición es más urgente y prometedor».

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