Publicado: octubre 29, 2025, 10:45 am
La fuente de la noticia es https://www.abc.es/internacional/alemania-reconoce-zonas-peligrosas-mujeres-vincula-inmigracion-20251028040812-nt.html
La ministra alemana de Sanidad, Nina Warken, ha expresado su preocupación por el hecho de que algunos lugares de Alemania ya no son seguros para las mujeres. «Las mujeres jóvenes describen encuentros problemáticos con hombres en general, y también describen que hay situaciones … de acoso y agresión, especialmente por parte de hombres con antecedentes migratorios», ha dicho la también presidenta de la Unión de Mujeres.
«Sabemos que el papel de las mujeres en los países de origen es muy diferente, esto está demostrado por las cifras y por muchos informes de campo», ha explicado las razones culturales de este fenómeno. Warken hacía estas declaraciones sobre ‘no go areas’ (áreas prohibidas) para mujeres en relación al aumento de delitos violentos en Alemania y lo asociaba abiertamente a la mayor presencia de personas de origen extranjero, que según su discurso revierte en inseguridad.
«Es el caso de que las mujeres jóvenes, pero también mayores, a menudo se sienten inseguras en los espacios públicos y evitan ciertos lugares o caminos y llevan gas pimienta en el bolso… Eso es lo que me dicen muchas mujeres, que evitan determinados lugares o que evitan tomar el metro», ha añadido. Con estas apreciaciones, Warken respaldaba al canciller Friedrich Merz, envuelto en una gran polémica por unas declaraciones similares.
Recientemente, en un discurso en el que presumía de que el nuevo Gobierno está encauzando la inmigración ilegal, comentó sin embargo que todavía quedaba trabajo por hacer en el «paisaje urbano». Inmediatamente se le echó encima una riada de críticas construidas a partir del supuesto significado de tan poco concretas palabras. En respuesta a la enésima pregunta de un periodista sobre a qué se refería con el «paisaje urbano», Merz contestó con cierta displicencia: «pregúntele a sus hijas», con lo que abrió definitivamente el debate sobre la legitimidad de la asociación entre los conceptos de inmigración y delincuencia.
Hasta la anterior legislatura, la mayoría de los Bundesländer evitaban publicar, en las estadísticas de delincuencia, los países de origen de los delincuentes, precisamente para evitar esa asociación, que da alas a la extrema derecha y a los discursos de demonización del extranjero. La mayoría de los medios de comunicación alemanes siguen sin publicar en sus noticias la nacionalidad o el origen de los delincuentes, sobre la que por otra parte a menudo no proporciona datos la policía.
Una manifestante sostiene un cartel con el mensaje «Hijas contra Merz» durante una protesta contra el canciller alemán
En plena polémica sobre el «paisaje urbano», las autoridades de Aquisgrán publicaron sin embargo, el pasado domingo, que los cinco acusados de una violación múltiple a una menor de 17 años eran sirios, ilustrando así la explicación sobre las palabras de Merz. En la calle, por el contrario, manifestaciones de mujeres con pancartas en las que se leía «nosotras somos las hijas», grupos de mujeres han protestado contra una visión social en la que la inmigración se asocie a delincuencia.
En una carta abierta, 60 mujeres famosas han pedido al Gobierno un mayor compromiso con la seguridad de las mujeres, sin «narrativas racistas», además de un enjuiciamiento más estricto y más refugios para mujeres que huyen del maltrato. «Nos gustaría hablar sobre la seguridad de las hijas, es decir, las mujeres. Sin embargo, queremos hacerlo en serio y no servir como una excusa barata cuando se justifican las narrativas racistas», afirma el documento firmado por la verde Ricarda Lang, la activista por la protección del clima Luisa Neubauer, la cantante Joy Denalane, la autora Alice Hasters, la economista Isabella Weber, la actriz Melika Foroutan y la socióloga Jutta Allmendinger, entre otras.
Récord de violencia
Los datos estadísticos refuerzan la asociación entre extranjeros y violencia contra mujeres, muy especialmente en los grandes focos de población. El número de mujeres afectadas alcanzó en Berlín un nuevo récord el año pasado, con 42.751 víctimas, un 7,5 por ciento más que en el año anterior. El aumento de los delitos sexuales es particularmente significativo.
Mientras que la Policía registró 4.142 mujeres afectadas en 2023, la cifra fue de 4.661 en 2024, lo que supone un aumento de 12,5 puntos. Bahar Haghanipour, portavoz de política de la mujer del grupo parlamentario de los Verdes de Berlín, considera estas cifras «señal de alarma». La violencia contra las mujeres «no es un fenómeno marginal, sino la vida cotidiana» en la capital de Alemania, ha reconocido, pero rechazando entablar una relación entre esta estadística y el aumento de población procedente de culturas machistas.
La excanciller Angela Merkel ha pedido «moderación» y «honestidad» en este debate, haciendo ver que tan perjudicial es para la sociedad negar la realidad como tratar de utilizarla por interés político. «La gran mayoría de la gente tiene una idea inequívoca sobre si los políticos actúan por cálculo, si incluso se dejan llevar del aro de la nariz por AfD, por así decirlo, o si actúan porque están genuinamente interesados en resolver problemas», ha prevenido a su partido, el mismo que el de Friedrich Merz, contra hacer demasiado suyo el discurso del partido populista y antiextranjeros Alternativa para Alemania.
