La fuente de la noticia es https://www.elnuevodia.com/entretenimiento/farandula/notas/actor-de-sing-sing-es-exonerado-de-asesinato-tras-casi-24-anos-en-prision/
Después de cumplir casi 24 años en prisión antes de que se le concediera clemencia y protagonizar la película del año pasado “Sing Sing”, Jon-Adrian “JJ” Velázquez ha sido oficialmente exonerado de un asesinato que los fiscales ahora dicen que no cometió.
Un juez de Manhattan anuló el lunes la condena injusta de este hombre de 48 años por el asesinato del agente de policía retirado de Nueva York Albert Ward durante un robo en 1998. De acuerdo con IMDb y NBC New York, el actor es de descendencia puertorriqueña.
Fuera del tribunal, Velázquez se puso una gorra con la frase “Fin de un error” y él y su madre levantaron las manos en señal de victoria. Dijo a los periodistas que se consideraba un “hombre afortunado” por el hecho de que tanta gente creyera en él a lo largo de los años.
Pero Velázquez dijo que también se preguntaba si estaba libre sólo por la notoriedad de su caso, que ha sido objeto de un documental, podcasts, una película y un libro.
“No deberíamos tener un sistema en el que sea mucho más fácil encarcelar a los pobres que liberar a los inocentes”, afirmó. “Siempre ha sido así, pero no tiene por qué serlo, porque nos merecemos algo mejor”.
La orden del juez llegó después de que la oficina del fiscal del distrito de Manhattan, Alvin Bragg, se uniera a la petición de Velázquez de anular la condena.
Los fiscales, en los documentos presentados antes de la audiencia del lunes, citaron pruebas de ADN recién descubiertas que, según ellos, limpiaban el nombre de Velázquez.
“JJ Velázquez ha vivido a la sombra de su condena durante más de 25 años, y espero que el día de hoy traiga consigo un nuevo capítulo para él”, dijo Bragg en un comunicado.
Velázquez apareció como él mismo en “Sing Sing”, una película protagonizada por otros ex reclusos y el actor Colman Domingo en el papel de un hombre encarcelado que ayuda a dirigir un programa de teatro en la prisión de máxima seguridad de casi dos siglos de antigüedad, a 48 kilómetros río arriba de la ciudad de Nueva York.
Velázquez había sido condenado de 25 años a cadena perpetua en Sing Sing antes de que el entonces gobernador Andrew Cuomo le concediera la libertad anticipada en 2021.
Los fiscales dicen que dos personas habían estado robando en un salón de juego clandestino en Harlem el 27 de enero de 1998 cuando Ward sacó una pistola. Se produjo un forcejeo y uno de los atracadores disparó y mató a Ward, de 59 años.
Velázquez fue condenado en 1999 en un caso que se basó en gran medida en las declaraciones de cuatro testigos.
Pero Velázquez y su madre sostuvieron que estaba hablando por teléfono con ella desde su casa del Bronx en el momento del tiroteo.
Dos de los testigos se retractaron de sus declaraciones identificando a Velázquez, aunque uno de ellos volvería a cambiar de opinión más tarde.
La oficina de Bragg reabrió el caso en 2022 e hizo que la oficina del forense comparara el ADN de Velázquez con un boleto de apuestas manipulado por el sospechoso.
La comparación de ADN -que no estaba disponible en el momento del juicio- reveló que el ADN de Velázquez no estaba en el boleto.
Los fiscales concluyeron que los resultados de las pruebas de ADN podrían haber influido en la decisión del jurado. También señalaron que no había pruebas físicas que relacionaran a Velázquez con el crimen y que los testigos oculares habían hecho declaraciones incoherentes.
“El señor Velázquez ya ha cumplido su condena, y cualquier nuevo juicio no sólo sería casi imposible de probar, sino también injusto”, dice su presentación ante el tribunal.
Los esfuerzos de Velázquez por conseguir la anulación de su condena se vieron impulsados por Martin Sheen, estrella de “El ala oeste” y “Apocalypse Now”, que celebró una rueda de prensa en la que dio a conocer el caso en 2011. El programa “Dateline” de la NBC también lo examinó en 2012.
Mientras estuvo entre rejas, Velázquez se licenció, trabajó como profesor para un catedrático de la Universidad de Columbia y colaboró con otros reclusos en la puesta en marcha de programas de prevención de la violencia armada, de tutoría de jóvenes y de otro tipo.
También ayudó a otros reclusos a recurrir sus condenas, labor que ha continuado desde su puesta en libertad.