La implementación del TLC con Estados Unidos ha afectado a la industria productora de maíz y trigo en Colombia, pues el país importa más de 80% de su producción del país norteamericano, mien­tras que lo que se está produciendo se está quedando guardado en las bodegas.

De acuerdo con la Federación Nacional de Cultivadores de Cereales y Leguminosas, Fenalce, en el país el pro­blema no ha sido de falta de producción sino de comercialización. En el caso del maíz amarillo, por ejemplo, en los llanos orientales se obtuvieron 67.000 toneladas de producción comenzando 2017 y 60.000 en el resto del país dentro del Plan Colombia Siembra que tuvieron que ser almacenados en bodegas porque la industria está dedicada a traer el con­tingente de maíz a cero arancel del TLC con Estados Unidos.

Analizando una misma región como los llanos, la situación fue y sigue siendo mucho más grave en el Ariari que en la Altillanura, a pesar de tener cantidades similares de maíz por comercializar (30.000 y 37.000 toneladas, respectiva­mente). La región del Ariari conformada por pequeños y medianos productores del piedemonte no tiene la infraestruc­tura de almacenamiento ni el músculo financiero para aguantar, por lo que construir la infraestructura requerida y llegar a ser competitivos en un futuro, implica no solo la presencia del Estado con bienes públicos, también es clave la asociatividad.

El gremio ha sensibilizado al gobier­no sobre esta problemática, se han insta­lado mesas de trabajo, se han verificado las existencias de maíz en las regiones y tan solo existe la promesa de ayudar a gestionar la comercialización de 100.000 toneladas con la industria de alimentos balanceados al mismo precio que el importado; estudiar con comercio la posición arancelaria para maíz amarillo de consumo humano y las coberturas dependen de la adición presupuestal.

Hay expectativas con una línea de crédito subsidiada para manejo de inven­tarios a través de Finagro, garantía FAG para repos sobre CDM y para contratos con anticipo a través de la Bolsa.

NEGATIVO: Los productores prefieren entregar su maíz a precios ruinosos que ponerse a esperar un ajuste al precio, un subsidio al almacenamiento o un apoyo al transporte.

POSITIVO: Trabajadores de maíz buscan alternativas económicas para mejorar su producción en medio del difícil panorama.

CIFRA: 80% de las importaciones de maíz y trigo en el país provienen de Estados Unidos.