Eduardo Chavarro, especialista del Equipo Global de Respuesta a Emergencias de Kaspersky.
La seguridad digital debería ser una preocupación tanto de las organizaciones como de las personas, pero los expertos señalan que hasta que no se enfrentan a una situación donde su información se encuentra
comprometida, no suele haber una postura interesada por los temas de ciberseguridad.
De hecho, estudios revelan que en Colombia las personas creen que no existen riesgos como sí ocurre en países desarrollados como Estados Unidos e Inglaterra, y lo segundo, los usuarios consideran que la ciberseguridad está exclusivamente relacionada con la tecnología. Ambos son mitos, de acuerdo con estudios realizados por firmas especializadas en tecnología como Kaspersky.
Las estadísticas han revelado que los internautas tienen comportamientos que los colocan en potencial riesgo, por ejemplo, el 30% de las personas consultadas en la región admite haber publicado o enviado fotos íntimas a parejas o amigos y el 47% reconoció haber recibido material similar al que compartió.
Por eso no debería sorprender que 23% de los colombianos encuestados haya señalado que ya han sido ‘hackeados’ en alguna ocasión, puede ser a través del robo de la contraseña de su correo o por medio de una suplantación digital.
Entrar al mundo digital es volverse público y eso conlleva responsabilidades para evitar ser víctima de este tipo de delitos. “No estamos hablando de tecnología de antivirus, estamos hablando de comportamiento y nuestro comportamiento no está acorde con lo que requiere la ciberseguridad ahora en día”, explica Eduardo Chavarro, especialista del Equipo Global de Respuesta a Emergencias de Kaspersky.
Delitos como la extorsión tienen el potencial de crecer en la medida que las personas manejan su información pública de una mala manera. Es así como el 34% de usuarios en redes sociales casi siempre
revela su ubicación habilitando el GPS, lo cual permite un rastreo que se puede desencadenar en riesgo.
Más mitos
Las empresas tienden a ver la ciberseguridad exclusivamente como un elemento innovador que hace parte de la tecnología, lo cual es en parte cierto. Sin embargo, la ciberseguridad también es un proceso que
debería hacer parte integral del modelo de transformación digital.
Las organizaciones no conciben que los adversarios, como se le denomina a los delincuentes que buscan romper la seguridad de las compañías, pueden ser otras empresas que usan técnicas diferentes a los virus para obtener información confidencial de la competencia y en ese sentido, un antivirus convencional no sería suficiente.
Por otra parte, también existe el pensamiento respecto a que ciertos sistemas operativos son “infalibles en términos de seguridad”, pero lo cierto es que con la llegada de los dispositivos de IoT, desde Apple hasta Linux o Android son vulnerables.
Según Chavarro, todos los dispositivos inteligentes tienen software y por ello pueden ser blanco de ataques de seguridad y, más aún, teniendo en cuenta que el 40% de las personas que llegamos a encuestar no conocen o no han instalado una aplicación de seguridad en sus móviles. Otro 38% reconoce que ha desactivado la solución de seguridad de sus teléfonos para desinstalar un ‘pluging’ que le permita acceder a actividades online como ver los partidos de la ‘Champion League’.
Este tipo de comportamientos con la tecnología inteligente pone en riesgo a las personas y a las compañías a las que pertenecen porque todo está no solo conectado sino también porque los colaboradores llevan su vida laboral en sus dispositivos móviles y allí la información confidencial como contratos, números de identificación, estrategias empresariales y resultados financieros están disponibles, por ejemplo en los correos.