Graduada en Finanzas, Gobierno y Relaciones Internacionales de la Universidad Externado, hizo una maestría en Administración Pública en la Universidad de Columbia en Nueva York y es una candidata que genera amores y odios.

Elegida senadora para la legistatura 2014-2018 con más de 80.000 votos, López fue clave para destapar la alianza entre políticos y los grupos paramilitares y sus investigaciones fueron tenidas en cuenta por la Corte Suprema de Justicia para llevar a la cárcel a muchos dirigentes políticos. De 47 años y con tendencia de centro izquierda, la aspirante a la Presidencia ha hecho la lucha contra la corrupción su principal bandera, aunque hay quienes critican su estilo pendenciero y la forma altisonante en que expresa sus ideas.

“La violencia, la corrupción, el centralismo y la exclusión son los cuatro componentes del círculo vicioso que ha desestabilizado nuestra democracia, arrasado con tantas vidas e impedido nuestra calidad de vida”, explica.

Y aunque aspira a llegar a la presidencia, es consciente de la necesidad de suscribir alianzas con otros movimientos y candidatos (en concreto, con Sergio Fajardo y Jorge Enrique Robledo) con el fin de evitar el triunfo de un candidato afín al uribismo o del ex vicepresidente Germán Vargas Lleras.