El comienzo de año es una época especial para los trabajadores colombianos. Después de haber recibido y gastado la prima a final del año, y en algunos casos hasta las vacaciones, el 31 de enero reciben el pago de los intereses de las cesantías, un ingreso que corresponde al 12% del valor de éstas.
A ello hay que agregar que, el 14 de febrero a más tardar, las empresas deben consignarles las cesantías que, aunque no van a su bolsillo directamente, sí constituyen un ahorro en caso de pérdida del empleo, o para educación y el mejoramiento o la adquisición de vivienda.
Se trata de un auxilio que corresponde a un salario mensual por cada año de trabajo, o que se paga proporcional al tiempo trabajado.
Según la Asociación Colombiana de Administradoras de Fondos de Pensiones y de Cesantías, Asofondos, el año pasado los trabajadores retiraron $5,9 billones de los 4 fondos que atienden el mercado (Colfondos, Porvenir, Protección y Skandia), principalmente para fines relacionados con la vivienda ($3,1 billones), por la terminación de contratos ($2 billones) y para propósitos educativos ($600 mil millones). En los últimos diez años, los retiros ascendieron a $39,6 billones.
Los empleadores deben tener en cuenta que, si no se consignan las cesantías de tus trabajadores a tiempo, se generará una sanción por mora, equivalente a un día de salario por cada día de atraso en el pago.
Según la Superintendencia Financiera, el valor de las cesantías consignadas en las Sociedades Administradoras de Fondos de Pensiones y de Cesantías (AFP) y el Fondo Nacional del Ahorro, entre el 1 de enero y el 14 de febrero del año pasado, ascendió a $8 billones 68 mil millones, lo que representa un aumento del 10.1% frente al recaudo de 2018 ($7 billones 329 mil millones).