En el 2014, las soluciones digitales estaban concentradas en el sector de las comunicaciones. A nivel mundial, Twitter y Facebook eran los más sólidos del mercado; mientras que Instagram apenas ganaba visibilidad en el mercado latinoamericano. Algunos servicios de transporte y hospedaje empezaban a consolidarse en varios lugares del mundo.
Para ese momento, algunas personas veían a las startups y a las fintech como las generadoras de posibles burbujas económicas en el futuro. En Colombia, donde este tipo de herramientas eran menos probables, debido a que la penetración de la banda ancha solo llegaba a la mitad de la población, según la CEPAL, las compañías apostaban por ofrecer soluciones financieras basadas en tecnología digital.
A pesar de que al inicio, debido a las barreras de acceso a internet y a las tendencias nacionales del mercado, parecía imposible que las personas pudieran pedir créditos en línea, la evidencia parece darle la razón a RapiCredit: tras ocho años de trabajo ha otorgado más de 1,5 millones de créditos a personas excluidas del sistema financiero nacional, ha fondeado más de 15 millones de dólares para integrarlos como capital de trabajo y ha construido alianzas con grupos económicos en varios lugares del país. Además, la compañía ha establecido conversaciones con grupos económicos extranjeros para escalar su solución a otros países.
La inclusión financiera, el centro de todo
Creó su modelo de negocio ubicando en el centro a la población menos favorecida. La idea era que las personas que habían sido excluidas del sistema bancario nacional tuvieran acceso a créditos seguros y rápidos. De esta manera, les permitirían iniciar una vida crediticia y financiera que les abriera más oportunidades en el futuro.
Bajo esa idea, la fintech ha ampliado su portafolio de servicios, con diferentes tipos de créditos según las necesidades de cada persona. Además, ha concretado alianzas con las empresas Su suerte y SuRed, con el objetivo de que sus clientes puedan usar sus productos como medio de pago en los distintos puntos, o hagan uso de una billetera virtual. De esta forma, no sólo los incluye financieramente sino que los involucra un ecosistema digital financiero hacia el que se está inclinando el mercado.
“Es una compañía que no ha parado de crecer desde que se fundó. Ni siquiera durante la pandemia, donde logramos mantener todos los empleos que generamos. Hoy somos una fintech de lending sólida, que duplica su operación cada siete meses y que busca llegar a nuevos mercados con un ecosistema fintech seguro, rápido e intuitivo”, asegura Daniel Materón, CEO de RapiCredit.
Para este año, la fintech espera otorgar cerca de 880.000 créditos por un total de $250.000 millones, lo cual la ubicaría como el quinto originador de créditos en el país. Además, está cerca de concretar alianzas con un importante banco a nivel internacional, otro a nivel nacional y un operador de telefonía móvil.