En los dos últimos años, el sector arrocero se ha enfrentado al reto de la sobreoferta en el país, incluso ha tenido que pronunciarse ante medidas tomadas por el Gobierno para la entrada de arroz a Colombia, que impide su venta y hace que se acumule la oferta nacional.
Esta situación de exceso en oferta se originó en 2015 con el plan ‘Colombia Siembra’ que parecía ser prometedor para la agroindustria. Sin embargo, trajo problemas para el sector, ya que no contempló acuerdos comerciales para tener compradores.
Como resultado de ello, hay una drástica caída en los precios que incluso llevó a Fedearroz, el gremio arrocero, a pedir a sus afiliados la reducción de las áreas de siembra, con el fin de estabilizar la oferta y, de paso, mejorar los precios de compra por parte de la industria molinera.
A pesar de la alerta del gremio y las medidas que se han tomado para equilibrar la oferta y demanda, en abril pasado aprobó la importación de 10.000 toneladas arroz procedente de Ecuador.
La buena noticia para el sector se dio en marzo de este año, con la primera exportación de arroz a Canadá, después de 4 años de trabajo conjunto entre los sectores público y privado. El exportador es la Federación Nacional de Arroceros (Fedearroz) que, en conjunto con los ministerios de Comercio, Industria y Turismo y de Agricultura y Desarrollo Rural, el ICA, el Invima y ProColombia se definió una ruta exportadora que incluye al menos siete países, entre estos Canadá.