Por Fabiano Kawano, Country Manager de DNA Outplacement.
Es normal que en algún momento de su carrera profesional un trabajador deba afrontar un caso de despido. Frente a esto, los profesionales se enfrentan al reto de hacer una recolocación laboral frente a un tema que aún es Tabú en Latinoamérica.
Por esta razón, la firma mostró cuatro errores comunes que cometen los empleados luego de un despido:
- Estrenar como candidato sin estar preparado.
La transición de carrera es algo que los profesionales hacen muy pocas veces, aún menos activamente. La falta o poca experiencia y el desespero de recolocarse rápido puede ser fatal en un proceso y podría quemar una gran oportunidad. Las consultoras de Outplacement promueven esta preparación y transformación de los profesionales en buenos candidatos.
- Contestar de forma equivocada a estas preguntas:
¿Cómo estás? Esa es una pregunta de inicio. No necesariamente el reclutador está interesado en escuchar toda la historia. Es natural que un profesional esté un poco más emotivo en esos momentos, pero no es recomendable utilizar al entrevistador como psicólogo pues enseñará mucha debilidad emocional y falta de autoestima.
¿Por qué saliste de tu último trabajo? Comentar que fueron problemas personales con ex jefes, por ejemplo, demuestra que quizás el candidato tiene problemas de relacionamiento, sin mencionar que hablar mal de la ex empresa no es ético. En ese tipo de situación las personas acostumbran victimizarse y sugerir que la culpa al final no fue de ellos en su salida
¿Qué buscas de ahora en adelante? Es común que los candidatos aseguren buscar una oportunidad de probar su valor, este tipo de respuesta también es asociada a desespero o a una baja autoestima. La respuesta más adecuada debe estar alineada a su experiencia y sus cualidades como profesional, haciendo énfasis en su trayectoria profesional con una línea lógica de evolución. Esa es la clave de los argumentos.
- Quedar en la espera
Actualmente, para muchos candidatos, es normal esperar detrás de la computadora una respuesta frente a un proceso, o que surja la oportunidad ideal. Esto es un error. Los candidatos deben saber aprovechar todos los recursos tecnológicos con los que cuentan para generar networking. Una forma de hacerlo es participar activamente en las redes sociales, contactar con empresas que ofrezcan oportunidades laborales, generar citas presenciales y activar el relacionamiento.
Participar de eventos de su rubro, conocer las consultoras Head-hunters, comunicar a su red personal y hasta familiar que está en la búsqueda de nuevo trabajo. En ocasiones éstas están más cerca de lo que se imagina, pero si nadie sabe qué quiere una persona el universo no conspirará a su favor.
- No saber cuánto pedir.
Sucede frecuentemente cuando los candidatos han estado enfocados por muchos años en su trabajo, lo que les hace perder la noción de cuánto cuesta su gestión como profesional. La consecuencia de esto es que, cuando se les pregunta por su aspiración salarial, no sepan exigir una prestación salarial en relación a su posicionamiento.
Existen plataformas de estudios salariales, como Show Me The Money, que enseñan cual debería ser su salario, así como los servicios de Outplacement que, generalmente, ofrecen esta información.
El riesgo de pedir demasiado hace, muchas veces, que los reclutadores desistan de su proceso. Por otro lado, si un candidato pide poco el entrevistador pensará que tiene algún problema de autoestima, o está desesperado, lo que no favorece su candidatura.