Publicado: diciembre 12, 2025, 3:45 am
La fuente de la noticia es https://www.abc.es/internacional/machado-paso-horas-deriva-mar-rescatada-salida-20251212091606-nt.html
«Soy yo, María». María Corina Machado gritó su nombre y agitó los brazos desde un pequeño barco de pesca a la deriva en el Caribe, entre olas de tres metros, en la oscuridad de la alta mar, en la madrugada del miércoles. La … activista venezolana estaba a punto de poner fin a lo más duro de su salida clandestina de su país, en un periplo de película hacia Noruega para recibir el premio Nobel de la Paz.
Machado no llegó a tiempo para recibir el galardón, pero logró presentarse ante el mundo como la defensora de la causa de la libertad en Venezuela frente a la dictadura de Nicolás Maduro. Los detalles de la peligrosa aventura de Machado han sido revelados por ‘The Wall Street Journal’. El diario neyorquino ha hablado con Bryan Stern, un veterano del Ejército de EE.UU. que lidera una organización privada para extracciones en zonas de guerra, con experiencia desde Afganistán a Gaza.
Stern fue quien gritó «¡María!» desde el barco que acudió a rescatar a la barca pesquera en la que iba Machado. Habían escapado de Venezuela de forma clandestina, tras años en los que Machado ha liderado la oposición democrática a Maduro, y después de meses escondida en un suburbio de Caracas. El objetivo era llegar a la isla de Curaçao y, desde ahí, volar a Noruega.
Machado llevaba una chaqueta voluminosa y una gorra oscura de béisbol. Sus acompañantes en la barca blandían las luces de sus móviles para que el barco de rescate de Stern les encontrara.
No extraña que Machado calificara su salida de Venezuela como «milagro» cuando llegó a Oslo. Durante tres horas, según el diario neoyorquino, Machado navegó a la deriva en el Caribe. Su GPS se había caído por la borda en medio del fuerte oleaje y el aparato de recambio no funcionó. No llegaron al punto de encuentro acordado con Stern y estuvieron perdidos.
Tras el encuentro, fue el propio Stern quien sacó a Machado de la barca y le dio una bebida isotónica, algo de comer y un jersey seco. De inmediato, Machado envió un vídeo a las autoridades de EE.UU. para probar que estaba de camino a Curaçao sana y salva: «Mi nombre es María Corina Machado. Estoy viva, segura y muy agradecida».
Stern bautizó la extracción de Machado con el nombre de Operación Dinamita Dorada, un guiño al fundador de los premios Nobel, Alfred Nobel, que hizo fortuna con la invención de ese explosivo.
Rumbo a Noruega
El periplo comenzó cuando Machado salió de su escondite, oculta con peluca y disfraz. La trasladaron a un pueblo costero, donde esperaba una barca pesquera humilde, elegida así para evitar que el Ejército de EE.UU. la confundiera con las narcolanchas de gran capacidad a las que ha atacado desde principios de septiembre.
Pero esa barca tuvo problemas mecánicos. Y en lugar de partir en el amanecer del martes como estaba previsto, tuvieron que hacerlo casi al final del día. El retraso, las condiciones duras en el mar y la pérdida del GPS provocaron que Machado no llegara a recoger su premio. En su lugar, lo recibió su hija, Ana Corina Sosa, que leyó un discurso en su nombre.
Stern aseguró que la operación se realizó en contacto constante con autoridades militares de EE.UU. Les mantuvo informados de los pormenores, compartió su localización y llegó a pedir su asistencia para localizar a Machado cuando navegaba a la deriva y perdió comunicación con ella.
También confirmó a ‘The Wall Street Journal’ que la operación estuvo financiada por donantes privados, sin dinero del Gobierno de EE.UU., y que su equipo planeó hasta nueve posibles escenarios para la extracción de Machado: desde un rescate en helicóptero a una huida cruzando la frontera de Colombia o Guyana. También hicieron correr rumores falsos sobre los planes de Machado para asistir a la ceremonia en Oslo.
Según Stern, no tuvo colaboración de miembros del Gobierno o del Ejército de Venezuela. Aunque eso no impide la posibilidad de que algunos pudieran cooperar en la salida de Machado, de forma voluntaria o por puros errores en la vigilancia a la activista.
La gran dificultad era la fama de Machado. «Todo el mundo conoce su rostro. Mover a María es como mover a Hillary Clinton», añadió Stern. Pero, una vez evacuada de Venezuela y rescatada del mar, Machado estaba a salvo. Stern aseguró que en el trayecto hacia la isla caribeña hablaba sobre todo de su hija, a la que no había visto en dos años.
