Publicado: diciembre 1, 2025, 1:45 pm
La fuente de la noticia es https://www.abc.es/estilo/belleza/fiebre-capilar-cuidado-cabello-alla-estetica-20251201184048-nt.html
El cuidado del cabello ha interesado al ser humano desde hace siglos. El uso de pelucas, aceites y tintes está documentado desde el Antiguo Egipto. Aunque cada cultura ha tenido un enfoque propio, en todas se ha considera el pelo como símbolo de identidad personal … y social, de autoexpresión e incluso de espiritualidad. En los últimos años el cuidado del cabello ha trascendido lo meramente estético para convertirse en una parte esencial del bienestar personal y de la propia salud. Según la ‘Radiografía del sector en España 2024’ de la Asociación Nacional de Perfumería y Cosmética (Stanpa), el 83% de las mujeres menores de 35 años considera que el cuidado del cabello es clave para fortalecer su confianza. De hecho, el cuidado del cabello es la segunda categoría, por encima incluso del maquillaje, que más bienestar genera en España, según el citado informe. Otro estudio, realizado por la marca de cuidado del cabello TRESemmé, junto a Ipsos Digital, revela que el 50% de los encuestados considera fundamental seguir una rutina de cuidado y el 82% cree que tener ‘un buen día de cabello’ influye directamente en su estado de ánimo.
El doctor Javier de Felipe, médico experto en salud capilar, asegura que la calidad y la cantidad de cabello influyen en nuestra salud mental de forma directa. «Vemos diariamente muchísimas personas que llegan a tener verdaderos problemas de autoestima, conflictos emotivos, a causa de un cabello que no esté sano o a causa de algún problema de alopecia». El experto cree que, sobre todo en mujeres y adolescentes, la apariencia externa del cabello y su salud repercuten en el estado de ánimo, tanto para bien, como para mal. «Hay pacientes que nos dicen en la consulta frases como ‘cuando me veo el cabello mal, me deprimo’ o ‘el día que toca lavarme el cabello, se me cae tanto que me hundo’. Y también todo lo contrario: cuando está perfecto, o van a la peluquería, su estado de ánimo es más eufórico y de mayor satisfacción».
El 83% de las mujeres cree que el cuidado del cabello es clave para fortalecer su confianza
La conexión entre el cuidado del cabello y el bienestar ha tenido un impacto muy positivo en una industria que vive un momento de euforia. Según el informe ‘La esencialidad de la belleza’, elaborado por L’Oréal Groupe, en colaboración con la consultora Asteres, la industria del cabello está valorada en 58,8 millones de euros en todo el mundo. Todo ello se refleja tanto en el creciente número de productos para el cuidado del cabello en casa, como en el incremento de peluquerías o clínicas capilares en todo el territorio español.
Ainhoa Aramburu, directora de L’Oréal Productos Profesionales para España y Portugal, comenta que «el boom que vive el cuidado del cabello se debe a que, como sociedad hemos entendido que el cabello ha trascendido la mera estética para convertirse en un pilar fundamental de nuestro bienestar y nuestra identidad. El cabello es una herramienta fundamental de autoexpresión, refuerza la confianza que tenemos en nosotros mismos y define nuestro estilo personal. No hablamos solo de apariencia, sino de un acto de empoderamiento personal».
‘Skinification’ capilar
Del champú y el acondicionador, se ha pasado, en los últimos años, a una enorme gama de productos para el cuidado capilar: mascarilla, exfoliante, sérum, aceite, prechampú, protector UV y térmico, perfume… Todo ello se engloba en lo que se conoce como ‘skinification’ capilar, que plantea tratar el cuero cabelludo con el mismo mimo que la piel. Miriam Quevedo, pionera en este proceso con su línea capilar homónima inspirada en los rituales del cuidado facial, sostiene que «la piel del rostro y la del cuero cabelludo forman parte de un mismo ecosistema, y ambos requieren el mismo nivel de protección frente a la oxidación, el desgaste, los radicales libres y la acumulación de toxinas. Si cuidamos el rostro con tanta dedicación, ¿por qué no hacerlo con el cuero cabelludo, que sufre exactamente los mismos factores de estrés e incluso, en muchos casos, con mayor intensidad, sobre todo cuando lo sometemos a tratamientos agresivos? De hecho, el cuero cabelludo envejece hasta seis veces más rápido que la piel, lo que demuestra la importancia de abordarlo con un enfoque preventivo y regenerador».
El cuidado del cuero cabelludo tiene su reflejo en la melena, en la calidad de la fibra capilar, en su brillo y suavidad y también en la ralentización de su envejecimiento. El doctor de Felipe añade, también, la importancia que tiene en la buen salud del cabello los cuidados internos: «todo lo que hacemos desde el punto de vista de nutrición, hábitos y rutinas saludables es esencial. Es muy importante mantener una dieta sana, y dormir 7-8 horas al día».
Las nuevas peluquerías
La revolución capilar ha llegado también a las peluquerías que se han convertido en espacios de bienestar. Cada vez es más habitual encontrar salones que junto con el servicio de corte o color incluyen un té o café de cortesía, un masaje en el cuero cabelludo o en las cervicales y hasta un ritual facial. El estilista y empresario de la belleza Moncho Moreno cree que «el peluquero ha pasado de ser un técnico del corte y el color a convertirse en un profesional que asesora de forma global. Hoy se nos pide criterio, conocimiento y personalización. La gente quiere soluciones concretas para su tipo de cabello y su estilo de vida. Además, el cliente valora cada vez más el trato, detalles como un masaje capilar o un lavacabezas más ergonómico mejoran la experiencia».
Diagnóstico capilar, una herramienta clave para el cuidado del cabello.
La personalización de los servicios a la que se refiere Moncho Moreno, es cada vez más demandada, con el objetivo de dar con los tratamientos adecuados. Por ello, también es habitual que en muchos salones ofrezcan un diagnóstico capilar, que permite conocer a fondo el estado del cuero cabelludo y del cabello para establecer una rutina adecuada.
Paralelamente a la fiebre capilar, ha habido un cambio en el consumidor, mucho más informado gracias a la redes sociales, lo que obliga a los profesionales a «ser más transparentes», en palabras de Moncho Moreno y «a trabajar con productos que realmente aporten resultados». Como explica Aramburu «el cliente ya no busca un champú más, quiere una respuesta precisa a un problema concreto: cómo proteger el color, cómo reparar un cabello dañado o cómo calmar un cuero cabelludo sensible».
