Publicado: noviembre 25, 2025, 7:45 pm
La fuente de la noticia es https://www.abc.es/internacional/negociador-jefe-eeuu-asumio-exigencias-rusia-asesoro-20251126005022-nt.html
Steve Witkoff, el amigo personal de Donald Trump y su negociador jefe para la guerra en Ucrania, aseguró a sus interlocutores de Rusia que la paz solo era posible asumiendo las exigencias territoriales de Moscú y les asesoró sobre cómo … convencer de sus posiciones al presidente de EE.UU.
El episodio ocurrió el mes pasado, en la génesis de las conversaciones de paz que se han intensificado desde la semana pasada y que Trump buscaba que acabaran con un acuerdo este mismo jueves, el día de Acción de Gracias en EE.UU.
La transcripción obtenida por ‘Bloomberg’ de una llamada telefónica entre Witkoff y Yuri Ushakov, asesor jefe de Vladimir Putin en asuntos internacionales, muestra cómo el negociador estadounidense buscaba convencer a los rusos para llevar a cabo un proceso de paz similar al que acababa de gestarse en Gaza. Aquel proceso de 20 puntos tenía la firma de Witkoff y del yerno de Trump, Jared Kushner, y había logrado, al menos, el alto el fuego en la Franja y la devolución de los rehenes, el gran hito diplomático del presidente de EE.UU. en lo que va de segundo mandato.
La llamada entre Witkoff y Ushakov se produjo el 14 de octubre, un día después de que Trump viajara a Israel y Egipto y celebrara el acuerdo entre Hamás y el Gobierno de Benjamín Netanyahu con un discurso en la Knéset y una conferencia internacional para la paz en Sharm el Seij.
«Creamos un plan Trump de 20 puntos, de 20 puntos para la paz y estoy pensando que quizá deberíamos hacer lo mismo con vosotros», le dijo Witkoff a Ushakov, cuando ambos discutían una inminente llamada telefónica entre Putin y Trump, que se produjo el 16 de octubre. El estadounidense recomendó al ruso que le dijera «a su jefe» que transmitiera el siguiente mensaje a Trump: «Sabes, Steve y Yuri han hablado de un plan de paz similar de 20 puntos y podría ser algo que moviera las cosas, estamos abiertos a ese tipo de cosas, a explorar qué tiene que pasar para que haya un acuerdo de paz».
Witkoff también le recomendó a Ushakov que le dijera a Putin qué tenía que decir a Trump para agradarle. «Yo haría la llamada e insistiría en que felicitéis al presidente por este logro (la paz en Gaza), que respetáis que es un hombre de paz y que estáis muy contentos de que haya ocurrido».
«Yo diría eso», asesoró Witkoff, consciente de que la primera norma para contar con el favor de Trump es el agasajo. «Y creo que a partir de entonces la llamada irá bien».
Witkoff apuntaba a confiar en que si a Trump se le vendía un plan similar al del éxito preliminar de Gaza, con apoyo ruso, su recepción sería buena. Pero el negociador de EE.UU. asumía que la resolución real del conflicto sería, al menos en parte, en los términos de los que no se mueve Rusia. «Mira, entre tú yo», le dijo también a Ushakov. «Yo sé lo que se necesita para que haya un acuerdo de paz: Donetsk y quizá un intercambio territorial en algún sitio», dijo sobre la cesión completa de una de las provincias que Rusia controla en parte.
«Pero en lugar de hablar así, hablemos de una forma más esperanzadora, porque creo que así conseguiremos un acuerdo. Y creo, Yuri, que el presidente me dará así mucho espacio y discreción para alcanzar un acuerdo».
«Ya veo», respondió Ushakov, que pareció satisfecho con la propuesta. Witkoff también recomendó que la llamara fuera el día antes de la visita de Volodímir Zelenski a la Casa Blanca, el 17 de ese mes.
A la luz de lo ocurrido desde esa llamada y de la marcha actual de las negociaciones, esa llamada fue determinante del proceso. Trump y Putin tuvieron una conversación «constructiva» el 16 de octubre. Trump y Zelenski se vieron en la Casa Blanca un día después, en un encuentro tenso y en el que hubo bronca -en privado- por la cuestión territorial.
Después, Witkfoff negoció a finales de octubre con un enviado de Putin, Kiril Dmitriev, en Florida, durante tres días. De aquellas y otras conversaciones salió esa propuesta de un plan de 28 puntos que se conoció la semana pasada, muy beneficiosa para Rusia y con grandes cesiones de Ucrania: entrega completa del Dombás -Donetsk y Lugansk, incluidos los territorios que todavía controla Ucrania-, congelamiento del frente en Jersón y Zaporiyia, renuncia de Ucrania a la OTAN con reforma constitucional, reducción de su ejército, elecciones en cien días…
El plan fue recibido en Ucrania y Europa como una exigencia de capitulación, y desató las alarmas en el Gobierno de Zelenski. También las críticas entre muchos demócratas de EE.UU. y algunos republicanos defensores de la causa ucraniana.
La Casa Blanca negó que lo hubiera adoptado solo con Moscú y aseguró que tenía también contribuciones de Ucrania. Las contribuciones reales de Kiev han llegado en los últimos días, con negociaciones que han reducido el plan y han dejado en el aire los asuntos más sensibles, como las cesiones territoriales y el adiós a la OTAN.
Pero la filtración de la conversación muestra a un negociador estadounidense dispuesto a asumir las exigencias de Rusia y a asesorar sobre cómo convencer a Trump, aunque sea una estrategia negociadora. Y en un momento en el que se teme que el presidente de EE.UU. se incline por favorecer la posición rusa como el camino más directo a la paz, después de haber prometido en campaña que conseguiría el acuerdo «en 24 horas».
«Este artículo solo revela una cosa», reaccionó el director de comunicación de la Casa Blanca, Steven Cheung, cuando ‘Bloomberg’ le solicitó una respuesta a sus revelaciones. «Witkoff habla tanto con Rusia como con Ucrania casi cada día para lograr la paz, que es exactamente para lo que lo nombró el presidente Trump».
