Probamos el DJI Neo 2: el dron ultracompacto que cualquiera puede utilizar - Colombia
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Probamos el DJI Neo 2: el dron ultracompacto que cualquiera puede utilizar

El DJI Neo probablemente sea uno de los mejores productos de la marca china: un dron asequible, ultrarresistente, compacto y con una calidad de imagen suficiente. Es decir, para un aficionado que quiere tomar algunas imágenes desde el aire sin complicaciones o hacer seguimiento, … es perfecto. Después de casi un año utilizando este modelo, donde ha sufrido todo tipo de caídas, golpes y accidentes, el Neo sigue perfectamente funcional sólo cambiándole un par de hélices. Por eso, a pesar de contar con otros drones, con mejor resolución y prestaciones, ha sido nuestro compañero de viaje durante 2025.
Ahora, la empresa ha lanzado el DJI Neo 2, un dispositivo que no representa una evolución tímida, sino un cambio bastante radical en todos los aspectos. Aunque se trata de un dispositivo muy versátil que hace prácticamente de todo, su mejor cualidad es que funciona como una surte de autobiógrafo volante, con un buen sistema de seguimiento y automatizaciones para hacer buenos selfies sólo tocando un botón. No es un dron fotográfico como podría ser el DJI Mini, o por lo menos no es su especialidad. Es un dispositivo pequeño y ligero que te cabe en la chaqueta. Solo hace falta darle a un botón y hace una captura en un segundo.

Muchas cosas en un cuerpo pequeño

El Neo 2 pesa sólo 151 gramos, así que en Europa entra como C0, por lo que sólo hay que registrarlo para volar. Lo increíble es lo que DJI ha conseguido meter dentro de ese peso. La filosofía de diseño sigue siendo tipo ‘cinewhoop’, un chasis compacto con protectores de hélices como parte estructural del cuerpo, lo que le otorga un extra de seguridad para despegar de la mano y si choca con algo. Es bastante más grande que el DJI Neo, pero suficientemente pequeño para entrar casi en cualquier sitio.
Lo que cambia respecto a la generación anterior son los sensores, el Neo 2 lleva LiDAR frontal y un sistema de visión omnidireccional, debajo infrarrojos y flujo óptico. Así, el dispositivo entiende el espacio de forma mucho más fiable, incluso con poca luz o en interiores, indispensable para el modo seguimiento. En nuestras pruebas ha conseguido evitar bastante bien los obstáculos, y en muchas ocasiones en vez de pararse en seco, ha sido capaz de rodear el obstáculo tanto por arriba como por abajo. En los modelos más económicos el problema suele ser la velocidad a la que esquiva o recalcula, que tiende a ser demasiado lenta y se pierde el objetivo.
Sorprendentemente, ahí donde el DJI Mavic 4 Pro llegó a perder el seguimiento en nuestras pruebas, un dron de casi 4.000 euros, el DJI Neo 2 fue capaz de seguirnos perfectamente. No es perfecto, en lugares muy estrechos, como un pinar cerrado, puede perder a su objetivo, y cuando recalcula el camino hace que el video también pegue bastantes botes.
El Neo original tenía un problema sonoro, las hélices pequeñas a muchas revoluciones con un chasis tan compacto generaban un tono agudo bastante desagradable. DJI ha rediseñado hélices que, aunque no son silenciosas del todo, han bajado bastante el ruido. Una característica esencial para un dron destinado a ser discreto.

Una cámara buena, pero mejorable

En la cámara, contamos con un sensor de 12 MP de 1/2«, el mismo que el del Neo anterior, pero la lente se abre a f/2.2 y, sobre todo, cambia el gimbal mecánico de un solo eje a uno de dos. Quien haya volado el Neo original sabe que dependía muchísimo de la estabilización electrónica para limpiar la imagen y necesitaba recortar bastante el encuadre. Con dos ejes mecánicos, el nuevo modelo compensa gran parte del movimiento físico y deja a la estabilización digital solo para el temblor. Eso se traduce en planos más limpios, con menos recorte y con un horizonte mucho mejor estabilizado, especialmente cuando el drone se pelea con el viento.
Otro de los grandes puntos positivos es que permite grabar 4K a 100 fps. Te permite hacer cámaras lentas en 4K sin la necesidad de bajar a 1080p, algo que en esta gama de precio hasta ahora era ciencia ficción.
Obviamente, no todo es perfecto, el sensor sigue siendo pequeño, a ISOs altos el ruido aparece rápido y, sin perfil de color 10-bit tipo D-Log, el margen de edición es realmente limitado. El Neo 2 está pensado para grabar, pasar al móvil y publicar, si quieres mejores resultados, un Mini 4 Pro o, incluso un Mini 3, son infinitamente mejor opción.

Para todo el mundo

Una decisión polémica es la ausencia en el dron de ranura microSD, todo va a memoria interna, 49 GB, más del doble que el Neo original. Pero a nosotros no nos ha causado problemas, sólo hay que acordarse de borrar los videos de vez en cuando.
Pero donde más se nota que el Neo 2 está pensado para el gran público es en la experiencia de uso. Todo está diseñado para que no haga falta sacar el mando, ni aprender a volar para conseguir planos más que decentes. Despega y aterriza en la mano con una precisión que antes no tenía, sobre todo con guantes, con el Neo te los tenías que quitar antes, reconoce la palma cuando quieres que vuelva. Los gestos funcionan de verdad para girarlo o alejarlo. Parece casi magia. Incluso puedes controlarlo con la voz a través del móvil o unos auriculares, con comandos sencillos tipo «haz una foto» o «empieza a grabar». Y encima añade modos como SelfieShot, que se encarga por su cuenta de encuadrar medio cuerpo, cuerpo entero o plano abierto sin que toques nada.
Los modos de seguimiento, que son nuestros favoritos, también dan un salto importante. ActiveTrack ahora trabaja con diferentes direcciones, no solo delante y detrás, y el límite de velocidad sube a más de 40 km/h. Eso permite que no se quede atrás tan fácilmente cuando haces una bajada en bici o un sprint. Aquí es donde supera a todos los demás drones en este segmento, el resto como el HoverAir X1 Pro Max, a los 25 km/h empieza a flaquear. Hay un modo específico para ciclismo, que entiende mejor trayectorias más lineales. El que más hemos usado. Y si algún día te entra el gusanillo del FPV, es compatible con gafas, con Motion Controller y con el mando FPV.
En conectividad, el Neo 2 usa lo mejor de DJI, O4 como sistema de transmisión, el mismo que usan en drones mucho más caros. El alcance teórico con el mando llega a 10 km, algo que estaría prohibido, porque no puedes perder el dron de vista, pero que en la vida real se traduce en una señal muy estable en entornos con muchas redes, edificios y ruido radioeléctrico. Si no quieres mando, el control solo con el móvil también mejora mucho, pasa de unos ridículos 50 metros del Neo original a unos 500. Y todo esto gracias a un módulo extra que va atornillado en la parte de atrás. DJI da la opción de quitarlo, pero no entendemos cuál sería la razón.
Como en todo producto, no todo es perfecto. A nosotros no nos ha pasado, pero una actualización del Neo 2 produjo recortes de alcance, problemas de drenaje de batería, restricciones en modos 4K e incluso algún caso de pérdida relacionado con conflictos de brújula o GPS. Por eso, es siempre mejor esperar para actualizar el firmware.

¿Merece la pena?

Luego está la competencia. ZeroZero Robotics, con su HoverAir X1 Pro Max, juega la carta de una cámara mejor con más resolución, sensor más grande, microSD y mejor aguante contra el viento. Es, en esencia, una muy buena cámara que vuela y te graba. El Neo 2, en cambio, es un dron que vuela muy bien, te sigue y te graba suficientemente bien, a un precio bastante inferior (239 euros), y que además alcanza mayores velocidades. Aunque hay una cosa que nos encanta del X1 Pro Max, y es el ‘beacon’, una pantallita diminuta que te permite hablar, ver lo que graba el drone y controlarlo, no es un mando, sólo te da la tranquilidad de que el drone te está siguiendo, y eso es impagable.
Al final, el Neo 2 es una declaración clara de hacia dónde va el sector, menos manual (fuera mandos), más autónomo, menos obsesión por el pilotaje y más foco en el resultado. Un dron de «enciende y dispara sin pensar». Para quien busque su primer dron y quiera algo que no dé miedo usar, es probablemente la mejor opción.

Publicado: noviembre 25, 2025, 10:00 am

La fuente de la noticia es https://www.abc.es/tecnologia/probamos-dji-neo-dron-ultracompacto-puede-utilizar-20251125161846-nt.html

El DJI Neo probablemente sea uno de los mejores productos de la marca china: un dron asequible, ultrarresistente, compacto y con una calidad de imagen suficiente. Es decir, para un aficionado que quiere tomar algunas imágenes desde el aire sin complicaciones o hacer seguimiento, es perfecto. Después de casi un año utilizando este modelo, donde ha sufrido todo tipo de caídas, golpes y accidentes, el Neo sigue perfectamente funcional sólo cambiándole un par de hélices. Por eso, a pesar de contar con otros drones, con mejor resolución y prestaciones, ha sido nuestro compañero de viaje durante 2025.

Ahora, la empresa ha lanzado el DJI Neo 2, un dispositivo que no representa una evolución tímida, sino un cambio bastante radical en todos los aspectos. Aunque se trata de un dispositivo muy versátil que hace prácticamente de todo, su mejor cualidad es que funciona como una surte de autobiógrafo volante, con un buen sistema de seguimiento y automatizaciones para hacer buenos selfies sólo tocando un botón. No es un dron fotográfico como podría ser el DJI Mini, o por lo menos no es su especialidad. Es un dispositivo pequeño y ligero que te cabe en la chaqueta. Solo hace falta darle a un botón y hace una captura en un segundo.

Muchas cosas en un cuerpo pequeño

El Neo 2 pesa sólo 151 gramos, así que en Europa entra como C0, por lo que sólo hay que registrarlo para volar. Lo increíble es lo que DJI ha conseguido meter dentro de ese peso. La filosofía de diseño sigue siendo tipo ‘cinewhoop’, un chasis compacto con protectores de hélices como parte estructural del cuerpo, lo que le otorga un extra de seguridad para despegar de la mano y si choca con algo. Es bastante más grande que el DJI Neo, pero suficientemente pequeño para entrar casi en cualquier sitio.

Lo que cambia respecto a la generación anterior son los sensores, el Neo 2 lleva LiDAR frontal y un sistema de visión omnidireccional, debajo infrarrojos y flujo óptico. Así, el dispositivo entiende el espacio de forma mucho más fiable, incluso con poca luz o en interiores, indispensable para el modo seguimiento. En nuestras pruebas ha conseguido evitar bastante bien los obstáculos, y en muchas ocasiones en vez de pararse en seco, ha sido capaz de rodear el obstáculo tanto por arriba como por abajo. En los modelos más económicos el problema suele ser la velocidad a la que esquiva o recalcula, que tiende a ser demasiado lenta y se pierde el objetivo.

Sorprendentemente, ahí donde el DJI Mavic 4 Pro llegó a perder el seguimiento en nuestras pruebas, un dron de casi 4.000 euros, el DJI Neo 2 fue capaz de seguirnos perfectamente. No es perfecto, en lugares muy estrechos, como un pinar cerrado, puede perder a su objetivo, y cuando recalcula el camino hace que el video también pegue bastantes botes.

El Neo original tenía un problema sonoro, las hélices pequeñas a muchas revoluciones con un chasis tan compacto generaban un tono agudo bastante desagradable. DJI ha rediseñado hélices que, aunque no son silenciosas del todo, han bajado bastante el ruido. Una característica esencial para un dron destinado a ser discreto.

Una cámara buena, pero mejorable

En la cámara, contamos con un sensor de 12 MP de 1/2«, el mismo que el del Neo anterior, pero la lente se abre a f/2.2 y, sobre todo, cambia el gimbal mecánico de un solo eje a uno de dos. Quien haya volado el Neo original sabe que dependía muchísimo de la estabilización electrónica para limpiar la imagen y necesitaba recortar bastante el encuadre. Con dos ejes mecánicos, el nuevo modelo compensa gran parte del movimiento físico y deja a la estabilización digital solo para el temblor. Eso se traduce en planos más limpios, con menos recorte y con un horizonte mucho mejor estabilizado, especialmente cuando el drone se pelea con el viento.

Otro de los grandes puntos positivos es que permite grabar 4K a 100 fps. Te permite hacer cámaras lentas en 4K sin la necesidad de bajar a 1080p, algo que en esta gama de precio hasta ahora era ciencia ficción.

Obviamente, no todo es perfecto, el sensor sigue siendo pequeño, a ISOs altos el ruido aparece rápido y, sin perfil de color 10-bit tipo D-Log, el margen de edición es realmente limitado. El Neo 2 está pensado para grabar, pasar al móvil y publicar, si quieres mejores resultados, un Mini 4 Pro o, incluso un Mini 3, son infinitamente mejor opción.

Para todo el mundo

Una decisión polémica es la ausencia en el dron de ranura microSD, todo va a memoria interna, 49 GB, más del doble que el Neo original. Pero a nosotros no nos ha causado problemas, sólo hay que acordarse de borrar los videos de vez en cuando.

Pero donde más se nota que el Neo 2 está pensado para el gran público es en la experiencia de uso. Todo está diseñado para que no haga falta sacar el mando, ni aprender a volar para conseguir planos más que decentes. Despega y aterriza en la mano con una precisión que antes no tenía, sobre todo con guantes, con el Neo te los tenías que quitar antes, reconoce la palma cuando quieres que vuelva. Los gestos funcionan de verdad para girarlo o alejarlo. Parece casi magia. Incluso puedes controlarlo con la voz a través del móvil o unos auriculares, con comandos sencillos tipo «haz una foto» o «empieza a grabar». Y encima añade modos como SelfieShot, que se encarga por su cuenta de encuadrar medio cuerpo, cuerpo entero o plano abierto sin que toques nada.

Los modos de seguimiento, que son nuestros favoritos, también dan un salto importante. ActiveTrack ahora trabaja con diferentes direcciones, no solo delante y detrás, y el límite de velocidad sube a más de 40 km/h. Eso permite que no se quede atrás tan fácilmente cuando haces una bajada en bici o un sprint. Aquí es donde supera a todos los demás drones en este segmento, el resto como el HoverAir X1 Pro Max, a los 25 km/h empieza a flaquear. Hay un modo específico para ciclismo, que entiende mejor trayectorias más lineales. El que más hemos usado. Y si algún día te entra el gusanillo del FPV, es compatible con gafas, con Motion Controller y con el mando FPV.

En conectividad, el Neo 2 usa lo mejor de DJI, O4 como sistema de transmisión, el mismo que usan en drones mucho más caros. El alcance teórico con el mando llega a 10 km, algo que estaría prohibido, porque no puedes perder el dron de vista, pero que en la vida real se traduce en una señal muy estable en entornos con muchas redes, edificios y ruido radioeléctrico. Si no quieres mando, el control solo con el móvil también mejora mucho, pasa de unos ridículos 50 metros del Neo original a unos 500. Y todo esto gracias a un módulo extra que va atornillado en la parte de atrás. DJI da la opción de quitarlo, pero no entendemos cuál sería la razón.

Como en todo producto, no todo es perfecto. A nosotros no nos ha pasado, pero una actualización del Neo 2 produjo recortes de alcance, problemas de drenaje de batería, restricciones en modos 4K e incluso algún caso de pérdida relacionado con conflictos de brújula o GPS. Por eso, es siempre mejor esperar para actualizar el firmware.

¿Merece la pena?

Luego está la competencia. ZeroZero Robotics, con su HoverAir X1 Pro Max, juega la carta de una cámara mejor con más resolución, sensor más grande, microSD y mejor aguante contra el viento. Es, en esencia, una muy buena cámara que vuela y te graba. El Neo 2, en cambio, es un dron que vuela muy bien, te sigue y te graba suficientemente bien, a un precio bastante inferior (239 euros), y que además alcanza mayores velocidades. Aunque hay una cosa que nos encanta del X1 Pro Max, y es el ‘beacon’, una pantallita diminuta que te permite hablar, ver lo que graba el drone y controlarlo, no es un mando, sólo te da la tranquilidad de que el drone te está siguiendo, y eso es impagable.

Al final, el Neo 2 es una declaración clara de hacia dónde va el sector, menos manual (fuera mandos), más autónomo, menos obsesión por el pilotaje y más foco en el resultado. Un dron de «enciende y dispara sin pensar». Para quien busque su primer dron y quiera algo que no dé miedo usar, es probablemente la mejor opción.

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