Publicado: noviembre 22, 2025, 11:45 pm
La fuente de la noticia es https://www.abc.es/internacional/andy-burnham-rey-norte-centro-tablero-britanico-20251123154158-nt.html
Al alcalde laborista Andy Burnham lo llaman desde hace años «el rey del norte», un apodo que refleja bien la autoridad política que ha construido lejos de Westminster. Su trayectoria, su capital territorial en la región de Greater Manchester y su capacidad para conectar … con electorados muy distintos lo han convertido de nuevo en el nombre que más suena como eventual sustituto de Keir Starmer. Y su silencio calculado ante las preguntas sobre liderazgo, «no sé qué traerá el futuro», solo ha alimentado esa percepción en un momento en el que el laborismo atraviesa su mayor turbulencia desde su llegada al poder.
Burnham nació en 1970 en Aintree, Liverpool, en una familia de clase trabajadora. Su padre era técnico de telecomunicaciones y su madre recepcionista. Él mismo dice haberse politizado muy temprano durante la huelga de los mineros, que marcó su visión del país y lo llevó a afiliarse al Partido Laborista con apenas 14 años. Tras estudiar inglés en Cambridge, trabajó como investigador parlamentario y en organismos vinculados al sistema nacional de salud, antes de convertirse en diputado en 2001 por Leigh, en el noroeste. Desde entonces avanzó con rapidez: estuvo a cargo del Tesoro, fue ministro de Cultura, y también responsable de Sanidad bajo el mandato de Gordon Brown.
Esa trayectoria ministerial consolidó su perfil, aunque no lo suficiente para ganar las dos contiendas internas en las que compitió por el liderazgo laborista, en 2010 y 2015. Su salida de Westminster en 2016 para presentarse como alcalde de Greater Manchester fue interpretada entonces como un repliegue. Hoy, parece evidente que fue todo lo contrario: su paso por el gobierno local ha terminado de redefinirlo. Ha liderado una agenda económica y social ambiciosa, con el impulso de la integración del transporte público a través del Bee Network, la promoción de vivienda asequible y la defensa de una mayor autonomía fiscal para las regiones. Pero lo que realmente cambió su relación con el país fue su enfrentamiento abierto con Downing Street durante la pandemia, cuando denunció la falta de financiación para Manchester en plenas restricciones. Esa imagen, la de un líder desafiante, directo, comprometido con la defensa de su territorio, elevó su figura a un plano nacional.
Casado y con tres hijos, su estilo político, un híbrido entre el ‘soft-left’, (la izquierda suave), y un pragmatismo de clase media trabajadora, le ha permitido construir alianzas insólitas: desde sindicatos y figuras ‘corbynistas’ hasta diputados centristas recién llegados, muchos de los cuales ven en él «el único nombre capaz de unir al partido».
Hoy, mientras el Gobierno se resquebraja y las encuestas castigan a Starmer, Burnham camina en un equilibrio delicado. Starmer marca su terreno elogiándolo públicamente como «un gran alcalde», pero dentro del partido pocos dudan de que su figura proyecta una sombra creciente. Para sus aliados, simplemente está esperando la ocasión. Para sus críticos, su regreso a Westminster sería el principio de una batalla abierta por el futuro del laborismo.
