Publicado: noviembre 16, 2025, 1:45 am
La fuente de la noticia es https://www.abc.es/internacional/zelenski-horas-bajas-avance-ruso-corrupcion-20251116191059-nt.html
En 2019 el candidato a la presidencia ucraniana, Volodímir Zelenski, convertía la lucha contra la corrupción en el centro de su campaña electoral. «Soy una persona, una persona sencilla que vino a romper este sistema», prometía el político debutante ante su rival Petro Poroshenko. … El actor de la serie ‘Servidor del pueblo’ afeaba al oponente la corrupción y el caciquismo dentro de su gestión. Con sus esperanzas renovadas, los ucranianos se dejaron seducir y votaron por él en masa. Seis años después, es el propio Zelenski quien se enfrenta a las mismas críticas que lanzaba a su antiguo oponente. Una tormenta política se ha cernido sobre el país, que encara el cuarto año de la guerra a gran escala.
Por un lado, está el caso de corrupción en el sector energético. Por otro, el complejo desafío de los defensores en las líneas de contacto. El Ejército ruso sigue manteniendo la presión sobre la estratégica ciudad de Pokrovsk y ha logrado avances en el frente sur de Zaporiyia en los últimos días.
La trama de sobornos y malversación en el sector energético se hizo pública esta semana, acaparando titulares en la prensa nacional y extranjera. La Oficina Nacional Anticorrupción (NABU) y la Fiscalía Anticorrupción (SAPO), encargadas de las pesquisas, sitúan a la empresa estatal de energía nuclear, Energoatom, en el epicentro del caso. Las compañías interesadas en trabajar con la empresa atómica tenían que pagar comisiones de entre el 10 y el 15%, explican los informes de las agencias. Además, se creó una red financiera con base en una oficina de Kiev para blanquear el dinero.
La denominada operación Midas ha estado en curso durante quince meses y se han grabado hasta cientos de horas de conversaciones ente los investigados. «Durante la documentación, constatamos que unos 100 millones de dólares (86 millones de euros) pasaron por la oficina de una forma u otra. Podría ser mucho más. Esto es lo que determinamos operativamente», explicó el viernes el director de la NABU, Semen Kryvonos.
Algunos de los involucrados son ministros y empresarios muy próximos al presidente de Ucrania. La prensa nacional menciona especialmente al ya ex ministro de Justicia, el veterano Herman Galushchenko, quien había sido el titular de la cartera de Energía desde 2021 hasta el pasado julio. Además, las informaciones citan a Rustem Umerov, ex ministro de Defensa y actual secretario del Consejo Nacional de Seguridad y Defensa, y a el ex viceprimer ministro Oleksiy Chernyshov. De momento, hay cinco detenidos y siete imputados.
El ex ministro de Energía, Herman Galushchenko
El supuesto cabecilla de la trama es el empresario Timur Mindich, amigo de Zelenski y su socio en la productora Kvartal 95. Mindich, con pasaporte israelí, logró escapar del país en un ‘taxi de lujo’ horas antes de que se realizase un registro en su domicilio el pasado lunes.
El jefe de Estado de Ucrania ordenó el miércoles la destitución fulminante de Galushchenko y su sucesora en Energía, Svitlana Grinchuk. Al día siguiente impuso sanciones contra Timur Mindich y contra el empresario Oleksandr Zukerman. El mandatario trató de alejarse de su antiguo socio señalando que «el presidente de un país en guerra no puede tener amigos». La NABU informó de que se están investigando también las relaciones comerciales entre Mindich y el principal fabricante de drones ucraniano, Firepoint.
Kiev depende de la ayuda financiera de la Unión Europea y hay temores de que el apoyo de los socios continentales comience a flaquear. Ucrania necesita cubrir un déficit de 41.000 millones de euros en 2026. Es muy probable que, tras el escándalo, la Comisión Europea pida cuentas y evalúe con mayor atención cómo el Gobierno ucraniano gasta en dinero suministrado. Desde 2022, Bruselas ha destinado más de 3.000 millones de euros en materia de apoyo energético, según declaraciones de un funcionario europeo a Politico.
Credibilidad mermada
Zelenski se enfrenta a una crisis de confianza interior y exterior. A pesar de los desacuerdos puntuales, la sociedad hasta ahora se ha mantenido fiel al mandatario. Cuando plantó cara al mismísimo Trump en aquella histórica bronca en la Casa Blanca en febrero, sus compatriotas se pusieron de su lado. Todos acataron la imposibilidad de celebrar elecciones durante la guerra, como manda la Constitución. Las encuestas confirmaban que la sociedad quería poner fin al conflicto antes de pensar en comicios generales.
La aprobación de la gestión de Zelenski fue decayendo durante la guerra, pero se ha mantenido en índices positivos de más del 50%. Pero no han faltado las voces que acusaban a la Oficina Presidencial, en especial al jefe de la misma, Andriy Yermak, de un exceso de concentración del poder. En septiembre, el medio Politico señalaba que la preocupación se había extendido entre los aliados europeos por esta tendencia de centralización.
Ahora, la indignación recorre un país que afronta, a las puertas del invierno, más de doce horas sin luz acompañadas de pésimas conexiones móviles. Muchos se cuestionan si la trama y el despilfarro de fondos ha tenido efectos en la falta de protección en la infraestructura energética.
Muchos también tienen todavía presentes la protestas de julio contra un polémico proyecto de ley que quiso subordinar a la fiscalía y a la agencia anticorrupción (NABU y SAPO) al control del Ejecutivo. Precisamente, son ambos organismos independientes los que han destapado este caso.
Ucrania sufre la peor crisis energética desde el inicio de la guerra. Y la oposición política se muestra especialmente crítica. «El presidente ha creado un sistema gubernamental incapaz de frenar la corrupción. Debemos cambiar este sistema», afirmó en sus redes sociales el diputado de Solidaridad Europea Olesksii Goncharenko. Inna Sovun, diputada del partido Golos, señala la imposibilidad de esperar paciencia de una sociedad castigada por una guerra ante un escándalo de tal calado. «No es ningún secreto que la corrupción ha campado a sus anchas en torno a Energoatom durante años. Y tampoco es secreto que, sin la ‘aprobación’ de los altos cargos, este plan no habría tenido ninguna posibilidad de sobrevivir», manifestó la legisladora en sus redes sociales.
Tomar medidas energéticas
El escándalo ha atraído la atención de los socios internacionales. El canciller Friedrich Merz instó el jueves a Zelenski a tomar medidas enérgicas contra la corrupción durante una conversación telefónica. Alemania es el país europeo que más fondos destina a la defensa ucraniana. Polonia también advierte que estos sucesos podrían mermar el apoyo internacional. «El daño ya está hecho y las consecuencias serán muy graves», lamenta el primer ministro Donald Tusk.
Zelenski promete mano dura y reformas en las compañías estatales. Admite que es preciso recuperar la confianza de la ciudadanía, pero parece difícil. Como resume la voluntaria militar Mariia Berlinska en un artículo en prensa, «esta guerra se llevará a la mayoría de las personas honestas y decentes. Duele creer que, al mismo tiempo, los amigos del presidente estén pagando coches caros para sus prostitutas y gastando cientos de millones de nuestro dinero en nuevas villas».
