Publicado: noviembre 11, 2025, 9:45 am
La fuente de la noticia es https://www.abc.es/internacional/fiscalia-milan-abre-investigacion-sobre-safaris-criminales-20251111154159-nt.html
Disparaban desde las colinas de Sarajevo contra civiles indefensos después de abonar sumas astronómicas a las autoridades serbias equivalentes a 80.000 o 100.000 euros actuales. Se trataba de unos criminales ‘safaris humanos’ llevados a cabo por algunos ‘turistas de guerra’, entre … ellos, italianos, en la década de los 90 que ahora ha empazado a investigar la Fiscalía de Milán.
El punto de entrada para estos ‘cazadores de hombres’, la puerta de acceso a los Balcanes devastados por la guerra, era Trieste, tal y como recoge la investigación, adelantada los periódicos ‘Il Giorno’ y ‘La Repubblica’. Desde esa localidad, cercana a la actual Eslovenia, comenzaban los viajes de italianos e individuos de otras nacionalidades que pagaban para unirse a los francotiradores de la milicia serbobosnia y disparar contra civiles indefensos, incluidos mujeres y niños.
Los criminales viajaban en avión desde Trieste a Belgrado con la compañía Aviogenex (una empresa serbia con sede en la ciudad italiana) para montarse después en un helicóptero o un vehículo hasta a Pale y Sarajevo, pero también a Mostar. En la organización de estos ‘safaris’ presuntamente desempeñó un papel importante el exjefe del Servicio de Seguridad de Serbia, Jovica Stanisic, condenada por La Haya por crímenes de guerra en Yugoslavia.
La Fiscalía de Milán está convencida de que, entre 1992 y 1996, estos ‘turistas de guerra’, no soldados, viajaban durante unos días a Sarajevo para perpetrar su infame ‘cacería’. Tres décadas después, el Ministerio Público está ahora preparado para citar a los primeros testigos de esa atrocidad, con un antiguo agente 007 bosnio a la cabeza. La investigación en Milán está abierta por homicidio doloso agravado por crueldad y motivos despreciables.
El fiscal Alessandro Gobbis busca dar con los italianos que, en ese periodo, estaban dispuestos a pagar por simular una guerra y matar a civiles indefensos «por diversión». Entre los detalles que han trascendido, figura una una lista de precios absolutamente inhumana, no todos los ciudadanos tenían el mismo valor: los participantes debían abonar una suma mayor por disparar a niños.
Entre los sospechosos figuran residentes de Lombardía, incluido un milanés que entonces era dueño de una clínica privada, pero también habitantes de Piamonte y la región del Trivéneto. En cuanto al perfil, se trataba de simpatizantes o políticos de extrema derecha, aficionados a las armas que solían practicar en campos de tiro o cacería.
El Ministerio Público ha comenzado a investigar esta crueldad gracias al trabajo desarrollado por el periodista y escritor Ezio Gavazzeni, que presentó varios documentos con declaraciones de testigos a la Fiscalía de Milán con la colaboración de los abogados Nicola Brigida y Guido Salvini.
