Publicado: octubre 29, 2025, 6:45 am
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La consulta más habitual en las clínicas de dermatología después del verano tiene que ver con las manchas en la piel. La exposición solar, incluso aunque se haya usado protección, suele dejar huella en forma de hiperpigmentaciones que dejan un tono de piel … desigual. El otoño, cuando la exposición solar disminuye, es el momento de corregir este problema estético. La farmacéutica y experta en dermocosmética Gema Palacios asegura que «las manchas aparecen incluso en pieles jóvenes y cuidadas, porque no siempre se aplica la cantidad suficiente de fotoprotector o no se reaplica cada dos horas. El bronceado es un mecanismo de defensa, pero también una señal de daño acumulado». Sin embargo, es cierto que con la edad las manchas se acentúan. También los cambios hormonales que afectan a la mujer en ciertas etapas, como la adolescencia o la menopausia, pueden ser un factor desencadenante.
El diagnóstico: clave para poder combatir las manchas
Es importante saber que hay diferentes tipos de manchas, y que cada una responde a un tratamiento, por eso, el primer paso es ponerse en manos de un dermatólogo o médico estético que haga un diagnóstico correcto. Hay manchas más superficiales o recientes que pueden ser fácilmente eliminadas, incluso con un buen cóctel de activos despigmentantes. Pero hay otras manchas más profundas que necesitarán tratamientos médico-estéticos. Las más comunes son los lentigos solares que aparecen por la exposición crónica al sol, por lo que son más habituales en personas a partir de los 40 o 50 años, y el melasma, que tiene un fuerte componente hormonal.
Otra categoría son las cicatrices hiperpigmentadas que, según explica la facialista y cosmetóloga Esther Moreno de EM Studio, «son cicatrices o marcas post-inflamatorias que no se han protegido bien del sol. Dependiendo del fototipo de piel y de la exposición solar que ha sufrido son manchas que pueden ser rosas, rojas, marrones e incluso negras».
Por otra parte, hay que distinguir entre las pecas y las manchas solares, que suelen ser más habituales, precisamente en las pieles más claras, propensas a tener pecas. Estas últimas aparecen en la infancia, y según Estefanía Nieto, directora de dermocosmética de Medik8 «pueden intensificarse en verano, pero luego, conforme pasan los meses, y la exposición solar disminuye, se atenúan. En cambio, las manchas solares permanecen todo el año, aunque también se intensifican después del verano». Un truco para distinguirlas: las pecas suelen tener un borde más definido y su color es más bien marrón oscuro, mientras que las manchas no están tan definidas y su color varía entre el marrón más claro o el más oscuro.
Los tratamientos para eliminar las manchas
Todos los profesionales coinciden en la importancia de la fotoprotección, tanto para prevenir las manchas, como para evitar que reaparezcan. Hay que usar protección solar todo el año, y en periodos de exposición, añadir también la fotoprotección oral para reforzarla. Junto a ella, en casa se aconseja una rutina personalizada, según necesidades, en la que no deben faltar, por un lado, los antioxidantes, como la vitamina C o el ácido ferúlico, los activos transformadores como el retinol, y los despigmentantes, como el ácido tranexámico, la niacinamida o la hidroquinona, entre otros. Ningún activo por sí solo va a eliminar las manchas, pero llevar una buena rutina sí ayuda a mejorar su aspecto.
Además, cuando se trata de melasma o lentigos solares profundos, no queda más remedio que recurrir a los tratamientos médico-estéticos. Entre ellos, la doctora Mar Martín, de Clínica Boname, aconseja la Luz Pulsada Intensa (IPL). «Es una de las mejores aliadas para borrar las marcas, revitalizar la piel y devolverle uniformidad y luminosidad», asegura. Gracias a los pulsos de luz que actúan de forma selectiva, es posible tratar manchas solares, lesiones pigmentadas benignas e incluso pequeñas alteraciones vasculares, consiguiendo una piel más lisa, homogénea y radiante. Se recomiendan entre 3 y 5 sesiones, según el tipo de la mancha.
Junto al IPL, otro protocolo que funciona es el que recomienda Natividad Lorenzo: el peeling personalizado. «Seleccionamos la combinación de ácidos más adecuada según el fototipo y la sensibilidad de la piel (como láctico, cítrico, kójico, tranexámico, tánico, retinol, entre otros). Con el peeling se renueva la superficie cutánea, mejorando la textura y la luminosidad, se atenúan directamente las manchas. Además se puede complementar con aparatología como IPL de baja intensidad, radiofrecuencia u ondas de choque», explica la experta.
La doctora Carmen Martín, experta en medicina estética, también aconseja el láser de Neodimio-YAG, para tratar las manchas profundas y resistentes. «Este láser emite pulsos de luz que son absorbidos por la melanina, el pigmento responsable de las manchas, fragmentándola y facilitando su eliminación por el organismo de forma natural. Es seguro y preciso, permitiendo tratar manchas individuales con alta eficacia y mínimos efectos secundarios».
