Trump se deja querer para un tercer mandato, prohibido por la Constitución: «Me encantaría» - Colombia
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Trump se deja querer para un tercer mandato, prohibido por la Constitución: «Me encantaría»

Una de las habilidades políticas de Donald Trump es no descartar nunca ninguna opción, por muy improbable o descabellada que parezca. Y mucho menos lo va a hacer con la posibilidad de alargar su presidencia en la Casa Blanca buscando un tercer mandato en … la elección de 2028, algo que la Constitución de EE.UU. prohíbe pero con lo que el presidente no deja de flirtear. Y que, para algunos, será la prueba definitiva de si EE.UU. sigue siendo una democracia.
«Me encantaría hacerlo, tengo mejores números que nunca», dijo Trump preguntado por la prensa este lunes en el avión presidencial, en el vuelo de Malasia a Japón, dentro de su gira asiática de esta semana.
La cuestión de un tercer mandato es algo que hasta ahora ni se ha planteado en EE.UU. ante la claridad que ofrece al respecto la 22ª Enmienda de la Constitución: «Ninguna persona podrá ser elegida para el cargo de presidente más de dos veces».

Pero todo es diferente con Trump, un presidente rupturista, con una ambición expansionista de las competencias de la presidencia, en la que los demócratas ven un giro autoritario en la Casa Blanca.
El multimillonario neoyorquino ha insistido desde que regresó al poder en que no descarta la posibilidad e incluso vende gorras en su página web con el lema ‘Trump 2028’.

Rumores sobre su salud

El asunto ha vuelto ahora a captar la atención por las declaraciones de esta semana de Steve Bannon, el agitador de ultraderecha que fue su director de campaña en el ascenso al poder en 2016 y su primer estratega jefe en la Casa Blanca.
«Trump va a ser el presidente en 2028 y la gente simplemente tiene que hacerse a la idea», dijo Bannon en una entrevista con ‘The Economist’. «En el momento apropiado, mostraremos cuál es el plan. Pero hay un plan», dijo sobre hacer el encaje legal para un tercer mandato de Trump, al que calificó como «instrumento de la voluntad divina».
Preguntado en el Air Force One sobre esos comentarios de Bannon y sobre la posibilidad de que busque una tercera e inconstitucional elección, Trump ofreció una respuesta en su estilo. En lugar de descartar la posibilidad, como haría cualquier político convencional, aseguró, después de rumores y comentarios durante meses: «Realmente no lo he pensado». Y pasó a defender que disfrutar de las mejores encuestas de su vida -no es cierto- y que hay grandes opciones de recambio. «Hay uno aquí de pie», dijo sobre su secretario de Estado, Marco Rubio, uno de los acompañantes en el viaje por Asia. «Tenemos a JD, por supuesto, el vicepresidente es fantástico», añadió sobre JD Vance. «Y Marco es fantástico», añadió sobre el jefe de la diplomacia de EE.UU. «Si formaran un grupo, serían imparables», dijo sobre un hipotético ‘ticket’ presidencial formado por ambos. Pero, inmediatamente después, volvió a señalarse a sí mismo: «Me encantaría hacerlo».
«¿No lo descarta entonces?», insistió una reportera. «¿No lo estoy descartando? Tú me dirás», fue la respuesta del presidente. Lo que sí descartó Trump con claridad fue la posibilidad de mantenerse en el poder acudiendo a la elección en 2028 como candidato a la vicepresidencia, en un movimiento que recordaría al de Vladimir Putin, que consumió dos mandatos como presidente, y siguió en el poder como primer ministro antes de cambiar la Constitución rusa para perpetuarse en el poder. «A la gente no le gustaría eso», respondió Trump. «Es ir de listo, no sería correcto», añadió, aunque no mostró una opinión tan clara sobre vulnerar la Constitución.

El sueño inconstitucional

La edad de Trump sería un problema menor si el presidente de EE.UU. busca extender su poder más allá de los límites constitucionales. Pero no deja de ser una cuestión relevante que se presentaría al cargo con 83 años y que dejaría la presidencia con 88. Trump se convirtió el año pasado en el presidente más viejo en ganar una elección -superó la marca de su antecesor Joe Biden- y cualquier aspecto relativo a su salud tiene importancia. De hecho, en ese vuelo reconoció que los médicos habían realizado un escáner en su última revisión hace un par de semanas, algo de lo que no se había informado hasta ahora.
Esa visita al hospital Walter Reed era la segunda del año, después de que Trump ya hiciera su chequeo anual en abril, y después de que se percibiera una evidente hinchazón en sus piernas y moratones en la mano.
Trump dijo que el escáner fue «perfecto», pero no quiso explicar por qué lo hizo. «Preguntad a los doctores», se limitó a decir. La Casa Blanca, por el momento, no ha dado información sobre el por qué de esa prueba y sobre sus resultados.

Publicado: octubre 27, 2025, 4:45 pm

La fuente de la noticia es https://www.abc.es/internacional/trump-deja-querer-tercer-mandato-prohibido-constitucion-20251027193243-nt.html

Una de las habilidades políticas de Donald Trump es no descartar nunca ninguna opción, por muy improbable o descabellada que parezca. Y mucho menos lo va a hacer con la posibilidad de alargar su presidencia en la Casa Blanca buscando un tercer mandato en la elección de 2028, algo que la Constitución de EE.UU. prohíbe pero con lo que el presidente no deja de flirtear. Y que, para algunos, será la prueba definitiva de si EE.UU. sigue siendo una democracia.

«Me encantaría hacerlo, tengo mejores números que nunca», dijo Trump preguntado por la prensa este lunes en el avión presidencial, en el vuelo de Malasia a Japón, dentro de su gira asiática de esta semana.

La cuestión de un tercer mandato es algo que hasta ahora ni se ha planteado en EE.UU. ante la claridad que ofrece al respecto la 22ª Enmienda de la Constitución: «Ninguna persona podrá ser elegida para el cargo de presidente más de dos veces».

Pero todo es diferente con Trump, un presidente rupturista, con una ambición expansionista de las competencias de la presidencia, en la que los demócratas ven un giro autoritario en la Casa Blanca.

El multimillonario neoyorquino ha insistido desde que regresó al poder en que no descarta la posibilidad e incluso vende gorras en su página web con el lema ‘Trump 2028’.

Rumores sobre su salud

El asunto ha vuelto ahora a captar la atención por las declaraciones de esta semana de Steve Bannon, el agitador de ultraderecha que fue su director de campaña en el ascenso al poder en 2016 y su primer estratega jefe en la Casa Blanca.

«Trump va a ser el presidente en 2028 y la gente simplemente tiene que hacerse a la idea», dijo Bannon en una entrevista con ‘The Economist’. «En el momento apropiado, mostraremos cuál es el plan. Pero hay un plan», dijo sobre hacer el encaje legal para un tercer mandato de Trump, al que calificó como «instrumento de la voluntad divina».

Preguntado en el Air Force One sobre esos comentarios de Bannon y sobre la posibilidad de que busque una tercera e inconstitucional elección, Trump ofreció una respuesta en su estilo. En lugar de descartar la posibilidad, como haría cualquier político convencional, aseguró, después de rumores y comentarios durante meses: «Realmente no lo he pensado». Y pasó a defender que disfrutar de las mejores encuestas de su vida -no es cierto- y que hay grandes opciones de recambio. «Hay uno aquí de pie», dijo sobre su secretario de Estado, Marco Rubio, uno de los acompañantes en el viaje por Asia. «Tenemos a JD, por supuesto, el vicepresidente es fantástico», añadió sobre JD Vance. «Y Marco es fantástico», añadió sobre el jefe de la diplomacia de EE.UU. «Si formaran un grupo, serían imparables», dijo sobre un hipotético ‘ticket’ presidencial formado por ambos. Pero, inmediatamente después, volvió a señalarse a sí mismo: «Me encantaría hacerlo».

«¿No lo descarta entonces?», insistió una reportera. «¿No lo estoy descartando? Tú me dirás», fue la respuesta del presidente. Lo que sí descartó Trump con claridad fue la posibilidad de mantenerse en el poder acudiendo a la elección en 2028 como candidato a la vicepresidencia, en un movimiento que recordaría al de Vladimir Putin, que consumió dos mandatos como presidente, y siguió en el poder como primer ministro antes de cambiar la Constitución rusa para perpetuarse en el poder. «A la gente no le gustaría eso», respondió Trump. «Es ir de listo, no sería correcto», añadió, aunque no mostró una opinión tan clara sobre vulnerar la Constitución.

El sueño inconstitucional

La edad de Trump sería un problema menor si el presidente de EE.UU. busca extender su poder más allá de los límites constitucionales. Pero no deja de ser una cuestión relevante que se presentaría al cargo con 83 años y que dejaría la presidencia con 88. Trump se convirtió el año pasado en el presidente más viejo en ganar una elección -superó la marca de su antecesor Joe Biden- y cualquier aspecto relativo a su salud tiene importancia. De hecho, en ese vuelo reconoció que los médicos habían realizado un escáner en su última revisión hace un par de semanas, algo de lo que no se había informado hasta ahora.

Esa visita al hospital Walter Reed era la segunda del año, después de que Trump ya hiciera su chequeo anual en abril, y después de que se percibiera una evidente hinchazón en sus piernas y moratones en la mano.

Trump dijo que el escáner fue «perfecto», pero no quiso explicar por qué lo hizo. «Preguntad a los doctores», se limitó a decir. La Casa Blanca, por el momento, no ha dado información sobre el por qué de esa prueba y sobre sus resultados.

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