Publicado: agosto 21, 2025, 8:45 pm
La fuente de la noticia es https://www.abc.es/internacional/trump-visita-patrullas-washington-reparte-hamburguesas-pizzas-20250822012756-nt.html
La caravana presidencial salió de la Casa Blanca al final de la tarde en dirección sureste y se adentró en Anacostia, uno de los barrios más castigados por la criminalidad en Washington. Donald Trump quiso presentarse en persona en el centro de operaciones de … la Policía de Parques de Estados Unidos, donde lo esperaban cerca de 300 agentes de distintas agencias movilizadas en la insólita tarea de reducir la delincuencia a cero: FBI, DEA, Guardia Nacional, Policía Metropolitana y unidades de Seguridad Nacional.
En las aceras, los vecinos observaban el despliegue. Algunos levantaban el teléfono para grabar la escena. Otros protestaban con cacerolas y banderas. En una ciudad que vota en un 95% por los demócratas, la imagen del presidente acompañado por fuerzas federales generaba rechazo inmediato.
La comitiva atravesó zonas que en las últimas semanas han visto un fuerte refuerzo policial, con presencia de la Guardia Nacional y agentes federales desplegados en calles y parques. El contraste era evidente: desde los alrededores del estadio de béisbol, donde el bullicio de un partido animaba la tarde, hasta Anacostia, con sus bloques de viviendas castigados, comercios modestos y grupos de vecinos observando el paso de la caravana entre curiosidad y recelo.
Un día antes, el vicepresidente JD Vance y el secretario de Defensa Pete Hegseth habían visitado Union Station, otra de las áreas tomadas por el despliegue federal. Allí fueron recibidos con fuertes protestas, que abuchearon a los funcionarios y desplegaron pancartas contra la intervención directa de la Casa Blanca en la seguridad de la capital.
Trump tomó la palabra en una charla de tono informal, en la que alternó elogios y promesas. Aseguró que en un año Washington sería «la capital más limpia y segura del mundo». Se detuvo en un detalle llamativo: prometió resembrar los parques con césped de calidad y dotarlos de sistemas de riego avanzados, comparándolos con los de sus clubes de golf. «Sé más de césped que cualquier ser humano», afirmó, entre risas de los presentes.
Lo acompañaban la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, el secretario del Interior, Doug Burgum, la fiscal general Pam Bondi y la recién confirmada fiscal federal Jeanine Pirro, encargada de supervisar las detenciones en esta toma de control de la capital.
El gesto de cercanía vino después. Sobre una mesa se apilaban cajas de pizza y bolsas de hamburguesas. Trump explicó que las hamburguesas habían sido preparadas en la Casa Blanca y que las llevaba expresamente para los agentes, mientras que las pizzas eran de Wise Guy Pizza, un local muy conocido en el centro de Washington. «Voy a quedarme a comer con vosotros», anunció, antes de servirse él mismo una porción. La escena, repetida otras veces en su trayectoria, mostraba al presidente como anfitrión de comida rápida, una de sus debilidades confesadas.
Tras él, Burgum, Bondi y Pirro ofrecieron breves palabras de agradecimiento y respaldo a las fuerzas del orden. La Casa Blanca aprovechó para difundir cifras: 630 arrestos desde el inicio del despliegue, incluidos 251 inmigrantes indocumentados y 86 armas ilegales confiscadas.
Los datos policiales reforzaban el mensaje presidencial: en los últimos siete días no se registró un solo homicidio en la ciudad. La comparación es significativa: en la misma semana de 2023 hubo ocho asesinatos, en un año que cerró con más de 270 homicidios en una ciudad de 700.000 habitantes. Aunque las cifras ya habían comenzado a descender en 2024, el despliegue de Trump se presenta ahora como catalizador de esa tendencia.