Publicado: julio 23, 2025, 10:45 pm
La fuente de la noticia es https://www.abc.es/internacional/china-mejora-relaciones-ue-pese-guerra-comercial-20250723020318-di.html
La cumbre Unión Europea-China que se celebra este jueves en Pekín coincide con uno de los peores momentos en sus relaciones. Pensada para celebrar los 50 años de relaciones diplomáticas, esta reunión ha venido siendo degradada a medida que se ponía de manifiesto que … entre China y la UE hay más problemas y malentendidos de los que se estimaba y que la situación actual, tras el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca, podría haber creado un clima favorable.?
Al revés, la política de Pekín hacia la UE ha ido agravando las tensiones, ya sea en campos como las restricciones de venta de tierras raras a la industria europea, o el continuado apoyo del régimen chino a la dictadura de Vladimir Putin en su guerra contra Ucrania. De hecho, la cumbre debería haberse celebrado en Bruselas, pero el líder chino Xi Jinping despreció olímpicamente la propuesta. Aunque ha accedido a tener un encuentro con los dos representantes europeos, el presidente del Consejo, Antonio Costa y la de la Comisión Ursula von der Leyen, en realidad ni siquiera participará en la reunión bilateral.
De los dos días iniciales, se dejó en uno solo y finalmente en solo unas horas de reunión. Para acabar de enturbiar las cosas, la reunión de Pekín sucede a la que la delegación europea ha mantenido en Tokio con el primer ministro japonés, Shigeru Ishiba, en la que se acordó una declaración conjunta contra «cualquier intento unilateral de alterar el status quo mediante la fuerza o la coerción» en los mares de China Oriental y Meridional. Esto es un guiño a la creciente actividad de Pekín en esta zona disputada por varios países. En la cumbre UE-China ni siquiera está previsto que se publique una declaración conjunta.
A principios de este año, von der Leyen adoptó un tono inusualmente conciliador hacia Pekín, lo que generó cautelosas esperanzas de un restablecimiento diplomático de las relaciones del bloque con China. En un discurso ante los embajadores de la UE en febrero, afirmó que la UE necesitaba «colaborar constructivamente con China», y añadió que «podemos llegar a acuerdos que incluso podrían ampliar nuestros lazos comerciales y de inversión».
Sin embargo esa política coincidió con el inicio de la ofensiva comercial del presidente Donald Trump y la su batalla de aranceles exorbitantes contra China. Aquello tuvo como resultado que las medidas de represalia de Pekín atrapasen también a las empresas europeas dependientes de materiales estratégicos chinos como el galio, esencial para materiales militares de alta tecnología.
Trabajo sobre terreno difícil
En realidad, existen obstáculos estructurales para un acercamiento entre Bruselas y Pekín, considerando las prácticas comerciales desleales de China en el ámbito económico, su preocupante historial en materia de derechos humanos, su alianza con Rusia y su apoyo a la guerra de Moscú contra Ucrania en el ámbito de la seguridad. Por ahora, los dirigentes chinos no están dispuestos a cambiar de rumbo y apuestan por la debilidad de la UE, esperando que Bruselas simplemente ceda.
Si bien la UE se encuentra en una situación difícil actualmente, no puede aceptar un gran acuerdo si China no está dispuesta a hacer concesiones importantes en sus prácticas económicas y se empeña en mantener su apoyo a Moscú en la guerra en Ucrania. La ambigüedad inicial de la segunda administración Trump sobre su apoyo a Ucrania y su enfoque asertivo hacia la UE en su política comercial crearon incertidumbre en Europa, alentando a los defensores de la «autonomía estratégica» europea, lo que excluye por definición aceptar que la UE se convierta en dependiente de China.
En marzo, el comisario de Comercio de la UE, Maros Sefcovic, se reunió con líderes chinos en Pekín para debatir maneras de mejorar y reequilibrar las relaciones comerciales. En abril, Von der Leyen mantuvo una conversación telefónica con el primer ministro Li Qiang, sobre la mejora de las relaciones bilaterales. En mayo, China y el Parlamento Europeo acordaron levantar las restricciones a los intercambios mutuos, incluidas las sanciones impuestas por China a algunos miembros del Parlamento Europeo. Sin embargo, China no ha accedido a regularizar las cadenas de suministro de las empresas estratégicas europeas.
La lista de problemas estructurales profundos que han impedido a la UE mantener algún tipo de distensión con China incluye el déficit comercial crónico y el acceso restringido al mercado chino al que someten a las empresas europeas con barreras no arancelarias y regulaciones opacas, asimetrías del mercado, transferencia forzada de tecnología y manipulación monetaria. Nada de eso parece poder resolverse en esta devaluada cumbre UE-China.