Publicado: julio 15, 2025, 6:45 pm
La fuente de la noticia es https://www.abc.es/internacional/anos-despues-pogromo-berlin-antisemitismo-extiende-capital-20250715144048-nt.html
La noche anterior, se habÃa proyectado la pelÃcula sueca antisemita ‘Pettersson & Bendel’ en el cine Gloria-Palast de Kurfürstendamm, en el centro de BerlÃn. El régimen nazi habÃa calificado la cinta como «polÃticamente valiosa» y el diario nazi ‘Der Angriff’, dirigido por Joseph Goebbels, … propagó la idea de que los judÃos se habÃan manifestado en protesta con carteles insultantes hacia Alemania.
La mañana del 15 de julio de 1935, una turba enfurecida se concentró frente al cine y comenzaron los disturbios. Grupos de unos 200 civiles, acompañando a tropas de las SA, devastaron tiendas y atacaron a judÃos berlineses en plena calle. Desfilaron a lo largo del Kurdamm, exhibiendo el saludo a Adolf Hitler y gritando consignas antisemitas. A su paso, atacaban cafés, heladerÃas y confiterÃas de propiedad judÃa, rompiendo escaparates, destrozando mesas y sillas, mostradores, golpeando al personal y a los clientes. Uno de ellos, Moritz Kleinfeld, un médico judÃo polaco que compraba pastas para el desayuno, fue golpeado por unos 30 atacantes y murió durante la paliza. La policÃa no intervino.
Este Pogromo de BerlÃn serÃa el precedente y ejemplo de la Noche de los Cristales Rotos del 9 de noviembre y la comunidad judÃa de BerlÃn conmemora este martes su 90º aniversario reivindicando más actos de recuerdo por parte de las actuales autoridades alemanas y lamentando que los judÃos vuelvan a ser objeto de hostilidad violenta y gratuita. «Muchos aquà han emigrado o están pensando en hacerlo», considera en declaraciones a ‘FAZ’ el director de Comité JudÃo Americano de BerlÃn, Remko Leemhuis. Destaca que los incidentes violentos antisemitas han aumentado en la capital alemana un 77% en el último año e insiste en que «el antisemitismo no es consecuencia de la situación en Oriente Próximo, sino su causa».
En 1935, incluso antes de los «disturbios de Kurfürstendamm», como los calificó la prensa alemana del momento, hubo algunos ataques aislados contra grandes almacenes judÃos en los distritos Pankow o Moabit. Los saqueadores habÃan robado con nocturnidad y dejado a su paso pintadas nazis que dudosamente justificaban polÃticamente sus delitos. El 15 de julio, sin embargo, se desató una violencia generalizada sin que las autoridades ni la sociedad civil reaccionasen. El ministro de Propaganda del Reich jaleó incluso los ataques antisemitas y se felicitó por las agresiones, precisando que los judÃos debÃan «sentir siempre una mano dura». Goebbels celebró que «no volverán a manifestarse en BerlÃn» y legitimó asà los ataques, resultado de su labor agitación mediática.
Miembros de varias sinagogas de BerlÃn han recorrido hoy las direcciones en las que tuvieron lugar los primeros ataques, en los números 26, 35 y 202 de la citada avenida, que por entonces albergaban los cafés Wien, Bristol y Dobrin, todos ellos con reputación internacional, entre la Joachimsthaler Straße y la Bleibtreustraße. El Café Bristol ya habÃa sido atacado por jóvenes violentos el 11 de julio de aquel año. El Café Dobrin pertenecÃa a uno de los hosteleros judÃos más exitosos de la entonces capital imperial. Moritz Dobrin era propietario de seis confiterÃas en BerlÃn, incluida una en Kurfürstendamm, que le fueron expropiadas al tiempo que era deportado junto a su mujer, Helene, al gueto de Theresienstadt, el 5 de agosto de 1942. La esposa murió allà en 1944 y Moritz sobrevivió en Londres hasta 1951. El Café Wien, propiedad de Karl Kutschera, fue prácticamente destruido. Sus clientes se refugiaron en el Kempinski, a pocos pasos, donde se alojaban periodistas internacionales. ‘The New York Times’, ‘The Times’ y ‘The Manchester Guardian’ cubrieron los sucesos, denunciando la brutalidad.
Faltaba sólo un año para los Juegos OlÃmpicos de BerlÃn de 1936, y a Hitler le preocupó la mala imagen. El jefe de policÃa Magnus von Levetzow fue destituido y reemplazado por Wolf-Heinrich von Helldorff, lÃder de las SA, pero los agresores no fueron castigados, los establecimientos fueron cerrados «temporalmente» y dos meses después, el 15 de septiembre, se aprobaron las Leyes Raciales de Núremberg, que institucionalizaron la discriminación legal contra los judÃos. Sobre el 15 de julio de 1935, Goebbels anotó en su diario: «Disturbios en Kurfürstendamm. JudÃos golpeados. La prensa extranjera ruge ‘pogromo’. Pero ahora se acabó con Levetzow», en referencia al excontralmirante que consideraba un contrario y del que terminó librándose gracias a estos incidentes violentos.
Los asaltos y la violencia se producen hoy de otras muchas formas, pero igualmente crean en los judÃos de BerlÃn la sensación de que no están a salvo en su propia casa. Hoy comienza en el Tribunal Administrativo de BerlÃn el juicio por un ataque antisemita contra un estudiante judÃo que resultó gravemente herido. La demandada es la Universidad Libre de BerlÃn.
El antisemitismo se cuela incluso en los iconos aparentemente más inocentes, como los personajes de Barrio Sésamo alemán. La cuenta X del popular personaje Elmo, –en español Coco–, ha sido blanco de un ataque de piratas informáticos el pasado sábado, en el que desconocidos difundieron mensajes de agitación antisemita y teorÃas conspirativas a través del perfil oficial, con abiertas llamadas a la violencia que incluÃan «matar a todos los judÃos».