Dan Poraz : «España debería presionar a Hamás para el fin de la guerra en Gaza, no a Israel» - Colombia
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Dan Poraz : «España debería presionar a Hamás para el fin de la guerra en Gaza, no a Israel»

Varios agentes de la Policía Nacional y un registro minucioso de las cámaras, el ordenador, el cinturón y hasta el termo del té dan la bienvenida a la Embajada de Israel en Madrid. El motivo está claro y se ve nada más pasar la … puerta blindada: junto a la bandera con la estrella de David y la de España, dos velas iluminan el retrato de Yaron Lischinsky y Sarah Milgrim, la pareja de funcionarios de la legación israelí en Washington asesinados la semana pasada al grito de «Palestina libre». Tras la cumbre organizada por el Gobierno español en Madrid este domingo para poner fin a la guerra de Gaza y aislar internacionalmente aún más a Israel, su encargado de Negocios, Dan Poraz, que hace de embajador en funciones, atiende a ABC.
—¿Viven Israel y España el peor momento de sus relaciones diplomáticas? En su opinión, ¿cuál es el motivo de esta grave crisis?
—Las relaciones entre España e Israel no están en el mejor momento, pero nuestra esperanza es que mejoren. El Gobierno español no entiende profundamente los retos y los desafíos a los que debe enfrentarse Israel. Por eso, creo que el Gobierno hace declaraciones y adopta posiciones que están alejadas de otros países en Europa. En la Unión Europea hay muchas posiciones, y hay otros gobiernos que entienden mejor nuestra situación.

—¿Pero es el peor momento de las relaciones bilaterales?
Llevo aquí más de tres años y tengo mi perspectiva personal. Puede ser que estemos en el peor momento. Pero el mensaje que quiero transmitir es que espero que mejoren las relaciones.
—¿Cómo cree usted que se puede resolver esta situación?
—Tenemos que poner el foco en la situación en nuestro país. Cuando terminemos con esta guerra, ojalá que sea lo antes posible, estoy seguro de que las relaciones entre España e Israel mejorarán. Es muy claro que toda esta crisis se debe a la guerra. Tenemos muchas razones para terminar esta guerra, esta situación tan terrible que estamos viviendo, y una de ellas es mejorar la relaciones con España. Pero hay mucha gente en España, y especialmente aquí en Madrid, que nos transmite mensajes de apoyo y solidaridad. Hay gente que, si no tiene posiciones críticas desde la guerra, entiende nuestros desafíos.
—Dice usted que Israel quiere acabar la guerra lo antes posible. ¿Qué hace falta para acabar la guerra?
—Es muy simple, la verdad: liberar a nuestros rehenes y poner fin al dominio de Hamás en Gaza. La guerra no puede terminar sin estas dos cosas. Esta guerra empezó por el ataque del 7 de octubre de 2023. La guerra empezó por el ataque de Hamás. Si no hubiera habido ataque, no habría guerra. La continuación de la guerra es también culpa de Hamás. Si Hamás libera a nuestros rehenes, ya que todavía tiene a 58, la guerra puede terminar mañana por la mañana. El modo de terminar la guerra es liberar a nuestros rehenes, que se rinda Hamás y que no exista el día después de la guerra.
—¿Cómo se interpreta desde Israel el liderazgo que está tomando España para detener la guerra en Gaza, ampliar el reconocimiento del Estado palestino e incluso imponer sanciones a Netanyahu, como se vio ayer en la reunión de una veintena de países en Madrid?
—Lo interpretamos como que España no entiende la realidad y pone su presión sobre Israel, cada vez más fuerte, en lugar de hacerlo sobre Hamás. La clave para poner fin a esta guerra es Hamás. Como he dicho, si Hamás libera a los rehenes y se rinde, la guerra puede terminar mañana por la mañana. La presión del Gobierno español debería sobre Hamás, no sobre Israel.
—Tras el endurecimiento de la postura de la UE pidiendo revisar el Acuerdo de Asociación, ¿no teme Israel quedarse solo en el mundo, sin apoyos diplomáticos?
—No todos los países tienen la misma posición en la UE. Mientras continúen la guerra y el sufrimiento de la población, muchos países quieren que termine. Israel, también. Necesitamos ayuda de nuestros amigos, de la UE, de EE.UU., o de cualquier otro lugar, para poner fin al sufrimiento, para poner fin a la guerra. Pero, como he dicho antes, solo hay una manera de hacerlo: liberar a los rehenes y poner fin al dominio de Hamás en Gaza.
—¿Teme Israel que España promueva sanciones contra su primer ministro, Benjamin Netanyahu?
—El ministro de Exteriores español, José Manuel Albares, habló de sanciones individuales, pero no mencionó a Netanyahu. No creo que el Gobierno de España esté hablando de imponer sanciones a cualquier funcionario israelí.

Dan Poraz, ante el retrato iluminado con velas de los dos funcionarios de la Embajada israelí en Washington asesinados la semana pasada

JOSÉ RAMÓN LADRA

—¿Cuál es su respuesta a la acusación del ministro de Exteriores español, José Manuel Albares, quien define la situación en Gaza como «inhumana e insostenible»?
—Esa es la posición española y usa esas palabras. Sin duda, hay mucho sufrimiento, como en todas las guerras. Una guerra es algo horrible y la gente muere y sufre. Nadie quiere esta guerra, es importante decirlo. Escuché muy atentamente al ministro Albares este fin de semana y habló de terminar la guerra, pero no mencionó a Hamás ni a los rehenes. No mencionar estas dos cosas son palabras vacías, ya que la guerra empezó por Hamás, por su ataque sorpresa. Si Hamás no nos hubiera atacado, no habría guerra. Y la guerra continúa solo por Hamás. Si Hamás libera a los rehenes y se rinde, la guerra puede terminar mañana por la mañana. Nuestros objetivos son los mismos. El Gobierno español quiere poner fin a la guerra, y nosotros también. Queremos lo mismo, pero la gran diferencia es cómo hacerlo.
—¿Cómo responde a las acusaciones de genocidio y de usar el hambre como arma de guerra contra los palestinos?
—Eso es una mentira. No utilizamos el hambre como arma de guerra. Durante los dos meses de alto el fuego, la ayuda humanitaria entró en Gaza sin ninguna limitación. Entraron miles de camiones con suministros, ayuda, comida, con todo… Tuvimos negociaciones con Hamás para liberar a nuestros rehenes y continuar el alto el fuego. Pero, cuando Hamás rechazó todas las propuestas de EE.UU., Israel no tenía más opción que presionar a Hamás militarmente para lograr un alto el fuego y una liberación de los rehenes. Durante esos dos meses, como he dicho, la ayuda humanitaria entró sin limitaciones y hubo suficiente. Ahora, Israel ha empezado de nuevo con la ayuda humanitaria porque es una necesidad. Empieza con un mecanismo nuevo para distribuir la ayuda humanitaria.
—Antes del bloqueo entraban entre 500 y 600 camiones de ayuda humanitaria en Gaza. ¿Cuándo se volverá a alcanzar esa cifra?
—Tenemos el objetivo de ampliar la ayuda humanitaria porque no queremos que la situación en Gaza sea una catástrofe. Israel está estableciendo con EE.UU. un mecanismo de distribución de ayuda humanitaria. Pero el problema es que el reparto de ayuda durante los meses anteriores ha servido para reforzar a Hamás, que la robaba y vendía a la población civil. Con el dinero, reforzaba su capacidad militar. El momento más rico de Hamás ha sido durante estos dos meses de la ayuda humanitaria. El problema es encontrar la manera de distribuir la ayuda humanitaria a la población que necesita sin que llegue a Hamás.
—¿Tiene pruebas de eso?
—Hay muchos vídeos de robos de camiones y sabemos que Hamás se la vendido a su propia gente. Y también sabemos que algunas personas que no eran de Hamás también intentaban hacerse con la ayuda humanitaria y eran castigados con violencia.
—¿Sigue recibiendo armas Hamás?
—No, ahora no porque Israel controla las fronteras. Pero Hamás gobierna Gaza desde 2007 y, durante estos 18 años, se ha transformado en una potencia militar muy significativa. El ataque del 7 de octubre no fue un atentado terrorista, sino una masacre provocada por un ejército. Miles de gazatíes armados entraron en Israel como si fueran un ejército. Hamás ha construido esa capacidad militar durante 18 años y todavía tiene muchas armas. Esta mañana, por ejemplo, lanzaron tres cohetes desde Gaza. Por cierto, no lo he visto en la prensa española. Esto es un hecho. Todavía tienen cohetes, tienen armas. Tenemos que desmilitarizar Gaza.
—El terrorismo mata de forma indiscriminada. Cuando Israel bombardea Gaza, ¿qué proceso de selección hace?
—Israel solo ataca a terroristas de Hamás, pero esta guerra no tiene precedentes. Estamos luchando contra una organización terrorista que está escondida entre la población civil. El interés de Israel es minimizar el daño entre la población civil, pero el objetivo de Hamás es justamente lo contrario: maximizarlo. Hamás sabe que es muy difícil lograr victorias militares contra Israel porque son muy débiles, pero hay otras formas que pueden causar daños a Israel, como perjudicar su imagen internacional. Por eso utiliza a su propia población civil como escudos humanos. Israel nunca marca a los civiles ni sus infraestructuras como objetivo militar. Es verdad que hay mucho sufrimiento y hay muchos muertos civiles, muchos heridos, pero la culpa es al 100% de Hamás.

«Según nuestra Inteligencia, 20.000 terroristas han muerto en esta guerra»

—Pero ha habido ataques contra objetivos civiles, como ambulancias.
—Sabemos desde hace mucho tiempo que Hamás ha usado ambulancias y camiones de ayuda humanitaria para sus operaciones militares. En caso de error, el Ejército israelí puede hacer investigaciones internas. Es una guerra y hay errores trágicos. Pero nunca es el objetivo.
—En ese sentido, ¿está Hamás ganando la guerra de la imagen contra Israel?
—En este sentido, Hamás sí tiene muchas victorias, totalmente.
—¿Qué puede hacer Israel para contrarrestar esas victorias de imagen de una organización terrorista?
—Lo único que podemos hacer es luchar contra las mentiras y transmitir la verdad a los medios de comunicación y a nuestros homólogos en todo el mundo. La única fuente de Gaza que distribuye la información sobre los muertos y heridos es Hamás. El Ministerio de Sanidad de Gaza es un nombre muy blanqueado y está controlado por Hamás. Para mí, es muy curioso que la gente en España piense que en esta guerra solo están muriendo mujeres, niños, periodistas y médicos. Es como decir que no hay jóvenes armados en Gaza. Hemos visto que, el 7 de octubre de 2023, miles de hombres jóvenes armados se infiltraron en Israel. ¿Por qué es difícil creer que hay muchos hombres todavía luchando en Gaza contra Israel? Muchos de ellos han muerto en la guerra. Los números que Hamás usa, y los medios de comunicación y políticos españoles repiten, hablan de más de 50.000 civiles muertos. No hay lógica en creer los números de Hamás.
—¿Qué cifras baraja Israel?
—No tenemos cifras exactas pero, según nuestra Inteligencia, 20.000 terroristas han muerto en esta guerra. Eso es algo que tenemos que decirle al Gobierno y a los medios de comunicación en España.
—Pero no creen a Israel…
—Sí creen a Israel, pero luego hacen entrevistas y declaraciones y hablan de 50.000 civiles muertos cuando saben que no es verdad.
—Usted cree que no hay 50.000 muertos en Gaza.
—No sabemos cuántos hay, pero al menos 20.000 terroristas de Hamás han sido abatidos. Y otra cosa que sabemos con certeza es que Hamás quiere dañar la imagen de Israel y no tiene ningún problema en fabricar cifras y manipular imágenes. Por ejemplo, sobre la hambruna hemos visto muchas imágenes que son falsas. Es muy fácil enseñarlas. He visto una foto que se hizo viral de una niña muy delgada con síntomas de hambre, pero esta imagen ya había sido publicada en Marruecos en 2019. Hay tantas noticias y fotos y cifras falsas… Por ejemplo, el aviso de la ONU de que 14.000 niños iban a morir en 48 horas si no entraba la ayuda humanitaria. La ONU ya ha reconocido que la información era falsa y ya han pasado esas 48 horas.
– ¿Por qué no pueden entrar los periodistas extranjeros en Gaza? ¿Cuándo podrán hacerlo?
– La razón es por seguridad. Toda la Franja es una zona de combate y queremos evitar que los periodistas resulten heridos o muertos. El Ejército de Israel sí permite en algunas ocasiones la entrada de periodistas, pero no es habitual por seguridad. La única fuente de información constante es Hamás y es un dilema, la verdad, si tenemos que permitir la entrada de periodistas al precio de correr un peligro.
—¿Qué impacto tiene, en ambos sentidos, la intención del Gobierno español de prohibir las importaciones armamentísticas y de tecnología militar procedentes de Israel, como pistolas de la Guardia Civil, munición y radios del Ejército?
—El impacto en las empresas españolas va a ser marginal. Lo más importante es que va a dañar la seguridad en España porque la Guardia Civil necesita sus pistolas. Esta decisión va dañar a España más que a Israel. No quiero hablar de material específico, pero hay más y armamento más sofisticado. Hay material del Ejército. Con las amenazas que hay en el mundo hoy, es un error porque es momento de cooperar y trabajar juntos, para compartir no solo material, sino también información en la lucha contra el terrorismo. España ha sufrido mucho terrorismo, islámico y de otro tipo, e Israel tiene mucha capacidad en la lucha antiterrorista. Israel estaba muy interesado en compartir inteligencia. Ahora, es evidente que España no quiere recibir nada de Israel.
—¿Y qué impacto puede tener el embargo de armas a Israel que propone España?
—A nivel de declaración, es muy malo, porque España debe presionar a Hamás, no a Israel. En el aspecto práctico, tenemos otras fuentes de armas que no vienen de España y son más significativas para nosotros.
—¿Qué lectura hace de la polémica de Eurovisión: el aviso en TVE de que no cabe el silencio sobre Gaza y luego el masivo voto popular de España a favor de la cantante israelí?
—Está muy claro que la sociedad española ha pensado que la canción israelí era muy buena y emotiva y, por ese motivo, le ha dado doce puntos. Estamos muy contentos con eso, porque es una prueba de que la población española no quiere mezclar la política con algo que no lo es: un concurso de canciones.
—¿Fue también una manera de protestar de la sociedad española contra el Gobierno de Pedro Sánchez?
—Creo que fue una manera de protestar contra Televisión Española. La decisión de poner en pantalla un mensaje político fue una vergüenza. La cantante israelí es una superviviente de la matanza del 7 de octubre de 2023. Estaba en el festival Nova y tuvo que esconderse durante más de diez horas bajo los cadáveres de sus amigos. Es una vergüenza poner mensajes políticos tan, no sé la palabra, asquerosos enfrente de esa chica joven, una superviviente de la masacre, y utilizar recursos estatales para empujar por una posición antiisraelí. Por eso, creo que muchísima gente se enfadó y muchos me lo han dicho.
—Tras el atentado de la semana pasada en Washington que costó la vida a dos funcionarios de la Embajada israelí, por el que le damos las condolencias, ¿teme usted un auge del antisemitismo también en España?
—Sí, totalmente. En noviembre de 2023, la sinagoga de Melilla fue atacada por manifestantes violentos y algunos de los judíos que estaban allí fueron amenazadas, con peligro para sus vidas. Esta pregunta hay que hacérsela a la comunidad judía aquí en España. Yo puedo decir que ellos sienten una ola de antisemitismo en España, que es la mayor desde los años 40 del último siglo. El año pasado, la sinagoga de Madrid también fue vandalizada con pintadas de ‘Palestina libre’ e individuos judíos recibieron en sus buzones papeles con esvásticas. La respuesta es sí, hay una ola de antisemitismo y estamos muy preocupados. Desde el 7 de octubre, el antisemitismo está creciendo mucho en todo el mundo. Es muy fácil explicarlo: Israel está sufriendo una demonización y deslegitimación agresiva en todo el mundo, incluso en España. Cuando se escucha ‘Estado genocida, Estado genocida’ todos los días, desde los medios de comunicación, los funcionarios y políticos, terminará con un ataque violento.
—¿Qué medidas están tomando ustedes al respecto?
—Estamos hablando constantemente con las comunidades judías en España que están viviendo las consecuencias de estos incidentes de odio. Nos tomamos muy en serio nuestra seguridad y la de las comunidades judías y hablamos para ello con las autoridades españolas. Para la próxima semana, el Ministerio de Exteriores israelí ha convocado en Jerusalén una cumbre contra el antisemitismo con ministros de muchos países para trabajar juntos contra este problema. Esto no es un problema israelí ni judío, es un problema mundial y tenemos que hacer todo lo posible para combatirlo.

«La Administración de EE.UU. sabe muy bien que su mejor aliado en Oriente Próximo es Israel»

—¿Asistirá el ministro de Exteriores español, José Manuel Albares?
—Ha sido invitado, pero ha respondido que no puede ir por motivos de agenda.
—España e Israel establecieron relaciones diplomáticas en 1986 y, cinco años después, Madrid acogió la cumbre de paz que sentó la base de los Acuerdos de Oslo. ¿Es posible que algo así vuelva a ocurrir?
—El único mediador viable es EE.UU. Todo el mundo ha visto que el presidente Trump ha visitado Oriente Próximo. EE.UU. es el único mediador que puede avanzar, ojalá, hacia un acuerdo de paz. Estuvimos a punto de llegar a un acuerdo con el país más importante y mayor de la región, Arabia Saudí, y el ataque del 7 de octubre de Hamás tenía como objetivo arruinarlo. Espero que podamos avanzar de nuevo, probablemente tras el fin de la guerra, para normalizar nuestras relaciones con este país.
—¿No teme que Trump pierda la paciencia con Israel y con Netanyahu, ahora que ha sido atendido muy generosamente en los países árabes que ha visitado, donde ha firmado acuerdos comerciales multimillonarios y hasta le han regalado un avión? ¿No teme que esto debilite la alianza de EE.UU. con Israel?
—La Administración de EE.UU. sabe muy bien que su mejor aliado en Oriente Próximo es Israel y que esta alianza se basa en valores compartidos e intereses comunes.

Publicado: mayo 26, 2025, 8:45 pm

La fuente de la noticia es https://www.abc.es/internacional/dan-poraz-espana-deberia-presionar-hamas-fin-20250526123207-nt.html

Varios agentes de la Policía Nacional y un registro minucioso de las cámaras, el ordenador, el cinturón y hasta el termo del té dan la bienvenida a la Embajada de Israel en Madrid. El motivo está claro y se ve nada más pasar la puerta blindada: junto a la bandera con la estrella de David y la de España, dos velas iluminan el retrato de Yaron Lischinsky y Sarah Milgrim, la pareja de funcionarios de la legación israelí en Washington asesinados la semana pasada al grito de «Palestina libre». Tras la cumbre organizada por el Gobierno español en Madrid este domingo para poner fin a la guerra de Gaza y aislar internacionalmente aún más a Israel, su encargado de Negocios, Dan Poraz, que hace de embajador en funciones, atiende a ABC.

—¿Viven Israel y España el peor momento de sus relaciones diplomáticas? En su opinión, ¿cuál es el motivo de esta grave crisis?

—Las relaciones entre España e Israel no están en el mejor momento, pero nuestra esperanza es que mejoren. El Gobierno español no entiende profundamente los retos y los desafíos a los que debe enfrentarse Israel. Por eso, creo que el Gobierno hace declaraciones y adopta posiciones que están alejadas de otros países en Europa. En la Unión Europea hay muchas posiciones, y hay otros gobiernos que entienden mejor nuestra situación.

—¿Pero es el peor momento de las relaciones bilaterales?

Llevo aquí más de tres años y tengo mi perspectiva personal. Puede ser que estemos en el peor momento. Pero el mensaje que quiero transmitir es que espero que mejoren las relaciones.

—¿Cómo cree usted que se puede resolver esta situación?

—Tenemos que poner el foco en la situación en nuestro país. Cuando terminemos con esta guerra, ojalá que sea lo antes posible, estoy seguro de que las relaciones entre España e Israel mejorarán. Es muy claro que toda esta crisis se debe a la guerra. Tenemos muchas razones para terminar esta guerra, esta situación tan terrible que estamos viviendo, y una de ellas es mejorar la relaciones con España. Pero hay mucha gente en España, y especialmente aquí en Madrid, que nos transmite mensajes de apoyo y solidaridad. Hay gente que, si no tiene posiciones críticas desde la guerra, entiende nuestros desafíos.

—Dice usted que Israel quiere acabar la guerra lo antes posible. ¿Qué hace falta para acabar la guerra?

—Es muy simple, la verdad: liberar a nuestros rehenes y poner fin al dominio de Hamás en Gaza. La guerra no puede terminar sin estas dos cosas. Esta guerra empezó por el ataque del 7 de octubre de 2023. La guerra empezó por el ataque de Hamás. Si no hubiera habido ataque, no habría guerra. La continuación de la guerra es también culpa de Hamás. Si Hamás libera a nuestros rehenes, ya que todavía tiene a 58, la guerra puede terminar mañana por la mañana. El modo de terminar la guerra es liberar a nuestros rehenes, que se rinda Hamás y que no exista el día después de la guerra.

—¿Cómo se interpreta desde Israel el liderazgo que está tomando España para detener la guerra en Gaza, ampliar el reconocimiento del Estado palestino e incluso imponer sanciones a Netanyahu, como se vio ayer en la reunión de una veintena de países en Madrid?

—Lo interpretamos como que España no entiende la realidad y pone su presión sobre Israel, cada vez más fuerte, en lugar de hacerlo sobre Hamás. La clave para poner fin a esta guerra es Hamás. Como he dicho, si Hamás libera a los rehenes y se rinde, la guerra puede terminar mañana por la mañana. La presión del Gobierno español debería sobre Hamás, no sobre Israel.

—Tras el endurecimiento de la postura de la UE pidiendo revisar el Acuerdo de Asociación, ¿no teme Israel quedarse solo en el mundo, sin apoyos diplomáticos?

—No todos los países tienen la misma posición en la UE. Mientras continúen la guerra y el sufrimiento de la población, muchos países quieren que termine. Israel, también. Necesitamos ayuda de nuestros amigos, de la UE, de EE.UU., o de cualquier otro lugar, para poner fin al sufrimiento, para poner fin a la guerra. Pero, como he dicho antes, solo hay una manera de hacerlo: liberar a los rehenes y poner fin al dominio de Hamás en Gaza.

—¿Teme Israel que España promueva sanciones contra su primer ministro, Benjamin Netanyahu?

—El ministro de Exteriores español, José Manuel Albares, habló de sanciones individuales, pero no mencionó a Netanyahu. No creo que el Gobierno de España esté hablando de imponer sanciones a cualquier funcionario israelí.


Dan Poraz, ante el retrato iluminado con velas de los dos funcionarios de la Embajada israelí en Washington asesinados la semana pasada


JOSÉ RAMÓN LADRA

—¿Cuál es su respuesta a la acusación del ministro de Exteriores español, José Manuel Albares, quien define la situación en Gaza como «inhumana e insostenible»?

—Esa es la posición española y usa esas palabras. Sin duda, hay mucho sufrimiento, como en todas las guerras. Una guerra es algo horrible y la gente muere y sufre. Nadie quiere esta guerra, es importante decirlo. Escuché muy atentamente al ministro Albares este fin de semana y habló de terminar la guerra, pero no mencionó a Hamás ni a los rehenes. No mencionar estas dos cosas son palabras vacías, ya que la guerra empezó por Hamás, por su ataque sorpresa. Si Hamás no nos hubiera atacado, no habría guerra. Y la guerra continúa solo por Hamás. Si Hamás libera a los rehenes y se rinde, la guerra puede terminar mañana por la mañana. Nuestros objetivos son los mismos. El Gobierno español quiere poner fin a la guerra, y nosotros también. Queremos lo mismo, pero la gran diferencia es cómo hacerlo.

—¿Cómo responde a las acusaciones de genocidio y de usar el hambre como arma de guerra contra los palestinos?

—Eso es una mentira. No utilizamos el hambre como arma de guerra. Durante los dos meses de alto el fuego, la ayuda humanitaria entró en Gaza sin ninguna limitación. Entraron miles de camiones con suministros, ayuda, comida, con todo… Tuvimos negociaciones con Hamás para liberar a nuestros rehenes y continuar el alto el fuego. Pero, cuando Hamás rechazó todas las propuestas de EE.UU., Israel no tenía más opción que presionar a Hamás militarmente para lograr un alto el fuego y una liberación de los rehenes. Durante esos dos meses, como he dicho, la ayuda humanitaria entró sin limitaciones y hubo suficiente. Ahora, Israel ha empezado de nuevo con la ayuda humanitaria porque es una necesidad. Empieza con un mecanismo nuevo para distribuir la ayuda humanitaria.

—Antes del bloqueo entraban entre 500 y 600 camiones de ayuda humanitaria en Gaza. ¿Cuándo se volverá a alcanzar esa cifra?

—Tenemos el objetivo de ampliar la ayuda humanitaria porque no queremos que la situación en Gaza sea una catástrofe. Israel está estableciendo con EE.UU. un mecanismo de distribución de ayuda humanitaria. Pero el problema es que el reparto de ayuda durante los meses anteriores ha servido para reforzar a Hamás, que la robaba y vendía a la población civil. Con el dinero, reforzaba su capacidad militar. El momento más rico de Hamás ha sido durante estos dos meses de la ayuda humanitaria. El problema es encontrar la manera de distribuir la ayuda humanitaria a la población que necesita sin que llegue a Hamás.

—¿Tiene pruebas de eso?

—Hay muchos vídeos de robos de camiones y sabemos que Hamás se la vendido a su propia gente. Y también sabemos que algunas personas que no eran de Hamás también intentaban hacerse con la ayuda humanitaria y eran castigados con violencia.

—¿Sigue recibiendo armas Hamás?

—No, ahora no porque Israel controla las fronteras. Pero Hamás gobierna Gaza desde 2007 y, durante estos 18 años, se ha transformado en una potencia militar muy significativa. El ataque del 7 de octubre no fue un atentado terrorista, sino una masacre provocada por un ejército. Miles de gazatíes armados entraron en Israel como si fueran un ejército. Hamás ha construido esa capacidad militar durante 18 años y todavía tiene muchas armas. Esta mañana, por ejemplo, lanzaron tres cohetes desde Gaza. Por cierto, no lo he visto en la prensa española. Esto es un hecho. Todavía tienen cohetes, tienen armas. Tenemos que desmilitarizar Gaza.

—El terrorismo mata de forma indiscriminada. Cuando Israel bombardea Gaza, ¿qué proceso de selección hace?

—Israel solo ataca a terroristas de Hamás, pero esta guerra no tiene precedentes. Estamos luchando contra una organización terrorista que está escondida entre la población civil. El interés de Israel es minimizar el daño entre la población civil, pero el objetivo de Hamás es justamente lo contrario: maximizarlo. Hamás sabe que es muy difícil lograr victorias militares contra Israel porque son muy débiles, pero hay otras formas que pueden causar daños a Israel, como perjudicar su imagen internacional. Por eso utiliza a su propia población civil como escudos humanos. Israel nunca marca a los civiles ni sus infraestructuras como objetivo militar. Es verdad que hay mucho sufrimiento y hay muchos muertos civiles, muchos heridos, pero la culpa es al 100% de Hamás.

«Según nuestra Inteligencia, 20.000 terroristas han muerto en esta guerra»

—Pero ha habido ataques contra objetivos civiles, como ambulancias.

—Sabemos desde hace mucho tiempo que Hamás ha usado ambulancias y camiones de ayuda humanitaria para sus operaciones militares. En caso de error, el Ejército israelí puede hacer investigaciones internas. Es una guerra y hay errores trágicos. Pero nunca es el objetivo.

—En ese sentido, ¿está Hamás ganando la guerra de la imagen contra Israel?

—En este sentido, Hamás sí tiene muchas victorias, totalmente.

—¿Qué puede hacer Israel para contrarrestar esas victorias de imagen de una organización terrorista?

—Lo único que podemos hacer es luchar contra las mentiras y transmitir la verdad a los medios de comunicación y a nuestros homólogos en todo el mundo. La única fuente de Gaza que distribuye la información sobre los muertos y heridos es Hamás. El Ministerio de Sanidad de Gaza es un nombre muy blanqueado y está controlado por Hamás. Para mí, es muy curioso que la gente en España piense que en esta guerra solo están muriendo mujeres, niños, periodistas y médicos. Es como decir que no hay jóvenes armados en Gaza. Hemos visto que, el 7 de octubre de 2023, miles de hombres jóvenes armados se infiltraron en Israel. ¿Por qué es difícil creer que hay muchos hombres todavía luchando en Gaza contra Israel? Muchos de ellos han muerto en la guerra. Los números que Hamás usa, y los medios de comunicación y políticos españoles repiten, hablan de más de 50.000 civiles muertos. No hay lógica en creer los números de Hamás.

—¿Qué cifras baraja Israel?

—No tenemos cifras exactas pero, según nuestra Inteligencia, 20.000 terroristas han muerto en esta guerra. Eso es algo que tenemos que decirle al Gobierno y a los medios de comunicación en España.

—Pero no creen a Israel…

—Sí creen a Israel, pero luego hacen entrevistas y declaraciones y hablan de 50.000 civiles muertos cuando saben que no es verdad.

—Usted cree que no hay 50.000 muertos en Gaza.

—No sabemos cuántos hay, pero al menos 20.000 terroristas de Hamás han sido abatidos. Y otra cosa que sabemos con certeza es que Hamás quiere dañar la imagen de Israel y no tiene ningún problema en fabricar cifras y manipular imágenes. Por ejemplo, sobre la hambruna hemos visto muchas imágenes que son falsas. Es muy fácil enseñarlas. He visto una foto que se hizo viral de una niña muy delgada con síntomas de hambre, pero esta imagen ya había sido publicada en Marruecos en 2019. Hay tantas noticias y fotos y cifras falsas… Por ejemplo, el aviso de la ONU de que 14.000 niños iban a morir en 48 horas si no entraba la ayuda humanitaria. La ONU ya ha reconocido que la información era falsa y ya han pasado esas 48 horas.

– ¿Por qué no pueden entrar los periodistas extranjeros en Gaza? ¿Cuándo podrán hacerlo?

– La razón es por seguridad. Toda la Franja es una zona de combate y queremos evitar que los periodistas resulten heridos o muertos. El Ejército de Israel sí permite en algunas ocasiones la entrada de periodistas, pero no es habitual por seguridad. La única fuente de información constante es Hamás y es un dilema, la verdad, si tenemos que permitir la entrada de periodistas al precio de correr un peligro.

—¿Qué impacto tiene, en ambos sentidos, la intención del Gobierno español de prohibir las importaciones armamentísticas y de tecnología militar procedentes de Israel, como pistolas de la Guardia Civil, munición y radios del Ejército?

—El impacto en las empresas españolas va a ser marginal. Lo más importante es que va a dañar la seguridad en España porque la Guardia Civil necesita sus pistolas. Esta decisión va dañar a España más que a Israel. No quiero hablar de material específico, pero hay más y armamento más sofisticado. Hay material del Ejército. Con las amenazas que hay en el mundo hoy, es un error porque es momento de cooperar y trabajar juntos, para compartir no solo material, sino también información en la lucha contra el terrorismo. España ha sufrido mucho terrorismo, islámico y de otro tipo, e Israel tiene mucha capacidad en la lucha antiterrorista. Israel estaba muy interesado en compartir inteligencia. Ahora, es evidente que España no quiere recibir nada de Israel.

—¿Y qué impacto puede tener el embargo de armas a Israel que propone España?

—A nivel de declaración, es muy malo, porque España debe presionar a Hamás, no a Israel. En el aspecto práctico, tenemos otras fuentes de armas que no vienen de España y son más significativas para nosotros.

—¿Qué lectura hace de la polémica de Eurovisión: el aviso en TVE de que no cabe el silencio sobre Gaza y luego el masivo voto popular de España a favor de la cantante israelí?

—Está muy claro que la sociedad española ha pensado que la canción israelí era muy buena y emotiva y, por ese motivo, le ha dado doce puntos. Estamos muy contentos con eso, porque es una prueba de que la población española no quiere mezclar la política con algo que no lo es: un concurso de canciones.

—¿Fue también una manera de protestar de la sociedad española contra el Gobierno de Pedro Sánchez?

—Creo que fue una manera de protestar contra Televisión Española. La decisión de poner en pantalla un mensaje político fue una vergüenza. La cantante israelí es una superviviente de la matanza del 7 de octubre de 2023. Estaba en el festival Nova y tuvo que esconderse durante más de diez horas bajo los cadáveres de sus amigos. Es una vergüenza poner mensajes políticos tan, no sé la palabra, asquerosos enfrente de esa chica joven, una superviviente de la masacre, y utilizar recursos estatales para empujar por una posición antiisraelí. Por eso, creo que muchísima gente se enfadó y muchos me lo han dicho.

—Tras el atentado de la semana pasada en Washington que costó la vida a dos funcionarios de la Embajada israelí, por el que le damos las condolencias, ¿teme usted un auge del antisemitismo también en España?

—Sí, totalmente. En noviembre de 2023, la sinagoga de Melilla fue atacada por manifestantes violentos y algunos de los judíos que estaban allí fueron amenazadas, con peligro para sus vidas. Esta pregunta hay que hacérsela a la comunidad judía aquí en España. Yo puedo decir que ellos sienten una ola de antisemitismo en España, que es la mayor desde los años 40 del último siglo. El año pasado, la sinagoga de Madrid también fue vandalizada con pintadas de ‘Palestina libre’ e individuos judíos recibieron en sus buzones papeles con esvásticas. La respuesta es sí, hay una ola de antisemitismo y estamos muy preocupados. Desde el 7 de octubre, el antisemitismo está creciendo mucho en todo el mundo. Es muy fácil explicarlo: Israel está sufriendo una demonización y deslegitimación agresiva en todo el mundo, incluso en España. Cuando se escucha ‘Estado genocida, Estado genocida’ todos los días, desde los medios de comunicación, los funcionarios y políticos, terminará con un ataque violento.

—¿Qué medidas están tomando ustedes al respecto?

—Estamos hablando constantemente con las comunidades judías en España que están viviendo las consecuencias de estos incidentes de odio. Nos tomamos muy en serio nuestra seguridad y la de las comunidades judías y hablamos para ello con las autoridades españolas. Para la próxima semana, el Ministerio de Exteriores israelí ha convocado en Jerusalén una cumbre contra el antisemitismo con ministros de muchos países para trabajar juntos contra este problema. Esto no es un problema israelí ni judío, es un problema mundial y tenemos que hacer todo lo posible para combatirlo.

«La Administración de EE.UU. sabe muy bien que su mejor aliado en Oriente Próximo es Israel»

—¿Asistirá el ministro de Exteriores español, José Manuel Albares?

—Ha sido invitado, pero ha respondido que no puede ir por motivos de agenda.

—España e Israel establecieron relaciones diplomáticas en 1986 y, cinco años después, Madrid acogió la cumbre de paz que sentó la base de los Acuerdos de Oslo. ¿Es posible que algo así vuelva a ocurrir?

—El único mediador viable es EE.UU. Todo el mundo ha visto que el presidente Trump ha visitado Oriente Próximo. EE.UU. es el único mediador que puede avanzar, ojalá, hacia un acuerdo de paz. Estuvimos a punto de llegar a un acuerdo con el país más importante y mayor de la región, Arabia Saudí, y el ataque del 7 de octubre de Hamás tenía como objetivo arruinarlo. Espero que podamos avanzar de nuevo, probablemente tras el fin de la guerra, para normalizar nuestras relaciones con este país.

—¿No teme que Trump pierda la paciencia con Israel y con Netanyahu, ahora que ha sido atendido muy generosamente en los países árabes que ha visitado, donde ha firmado acuerdos comerciales multimillonarios y hasta le han regalado un avión? ¿No teme que esto debilite la alianza de EE.UU. con Israel?

—La Administración de EE.UU. sabe muy bien que su mejor aliado en Oriente Próximo es Israel y que esta alianza se basa en valores compartidos e intereses comunes.

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