Publicado: mayo 9, 2025, 10:45 pm
La fuente de la noticia es https://www.abc.es/internacional/merz-refuerza-von-der-leyen-guerra-comercial-20250509211909-nt.html

El nuevo canciller alemán, Friedrich Merz, no tiene fecha para ir a ver al presidente estado-unidense, Donald Trump, para hablar de los posibles pactos comerciales hasta que este no haya llegado a un acuerdo con la presidenta de la Comisión, Ursula Von … der Leyen, que es quien ostenta las competencias en nombre de todos los países miembros. Y Von der Leyen tampoco considera necesario visitar Washington «hasta que podamos discutir sobre algo concreto». El gesto del nuevo responsable de la primera economía de Europa refuerza la posición de la Comisión Europea, que el jueves ya anunció que prepara una segunda andanada de medidas de represalia contra productos norteamericanos en caso de que las negociaciones no lleguen a un resultado.
La visita de Merz a las instituciones europeas (Consejo, Comisión y Parlamento) en el tercer día de su mandato ha sido muy bien recibida en Bruselas, porque además el gesto ha coincidido con la conmemoración del día de Europa y con las encuestas de apoyo a la UE en su nivel más alto.
Merz dijo que había hablado con Trump por teléfono el jueves por la noche, pero el contenido de la conversación se centró sobre todo en la situación en Ucrania y el apoyo militar que necesita, y al mismo tiempo recordó al presidente de Estados Unidos que un pacto del tipo que ha anunciado haber alcanzado con el Reino Unido es totalmente imposible negociarlo con los miembros de la UE por separado. «Felicité al presidente estadounidense por el acuerdo alcanzado ayer con el Reino Unido», declaró Merz en una rueda de prensa con el presidente del Consejo Europeo, António Costa, y le dijo que «es un buen camino a seguir», pero no se puede repetir con otros países europeos porque «solo negociamos el comercio juntos».
El alemán confesó que después de esta conversación tenía «la impresión de que Trump lo aceptó, así que ahora sabe que solo puede negociar con nosotros juntos». Además, le dijo que, en su opinión, «intensificar esta disputa aduanera no es buena idea» y que «la mejor solución sería reducir los aranceles a cero todo y para todos». En caso de ir a la Casa Blanca, aseguró, «antes pasaré por la Comisión y en Washington defenderé las posiciones europeas».
Lista de 95.000 millones
Von der Leyen confirmó que mantiene la oferta europea de eliminar todas las tarifas aduaneras para productos industriales entre los dos mercados y que la UE siempre ha dicho que prefiere un acuerdo, sin que eso impide que prepare «medidas de respuesta» para activarlas en caso de que las negociaciones no lleguen a un buen resultado. Von der Leyen reveló que ha tenido ya «conversaciones por teléfono» con Trump, además del intercambio de saludos en el funeral del Papa Francisco, pero por ahora siguen discutiendo «sobre un marco de negociaciones» y si va a la Casa Blanca, tienen «que poder hablar de elementos concretos».
Y basada en la tradicional máxima de los funcionarios comunitarios según la cual «nada está acordado hasta que está todo acordado», Von der Leyen recordó que «la UE actúa con toda transparencia» y no oculta que prepara ese paquete de represalias sobre una lista de productos por valor de 95.000 millones de euros. Si estas medidas se llegan a poner en marcha, se sumarán a la lista de productos estadounidenses ya afectados por los aranceles que fueron suspendidos después de que Trump anunciara una pausa de 90 días en la aplicación de lo que llama aranceles «recíprocos» que imponen a todos los productos europeos una tasa del 20%.
La conversación entre Merz y Trump duró 30 minutos y fue «notablemente positiva, relajada y educada», según los círculos gubernamentales de Berlín, informa desde la capital alemana Rosalía Sánchez. Trump felicitó a Merz por su nombramiento y le aseguró que Estados Unidos sigue siendo un país «amigo y socio de Alemania». Los dos acordaron cooperar para intentar poner fin a la guerra de Ucrania. «Rusia debería ahora aceptar un alto el fuego para crear espacio para que haya negociaciones», señaló Merz, mientras que Trump dijo que apoyaría los esfuerzos de Alemania, Francia, Reino Unido y Polonia para respaldar «una paz justa y duradera» que es la definición de la posición europea. Los dos están de acuerdo en que «la matanza en Ucrania debe tener un final rápido» y Merz comparte la demanda de Trump de que Rusia deba aprobar un alto el fuego. Esto debería «crear espacio para la negociación», explicó el portavoz del Gobierno alemán.
Sin embargo, en lo que respecta al camino hacia una posible solución de paz, existen diferencias considerables entre los Estados Unidos y los aliados europeos. Mientras Trump presiona a Ucrania para que haga concesiones a Rusia, países como Alemania, Francia y Gran Bretaña advierten contra una paz dictada.
Merz aseguró al presidente estadounidense que 80 años después del fin de la Segunda Guerra Mundial, EE.UU. sigue siendo un «amigo indispensable y socio» de Alemania. Respecto a la disputa comercial, estuvieron de acuerdo en que quieren «dejar de lado rápidamente »este conflicto. Incluso se han invitado mutuamente a visitar sus países y Trump ha sugerido que puede imaginar ese viaje. Como presidente de Estados Unidos, aparte de las escalas en la base estadounidense de Ramstein, hasta ahora solo ha estado en Alemania para la cumbre del G-20 de 2017.
Injerencias en Alemania
El canciller ya había declarado por su parte públicamente que le gustaría viajar a EE.UU. antes de las cumbres del G-7 y la OTAN en junio, es decir, dentro de las próximas seis semanas. Quedaron en que «seguirán en contacto», lo que satisface la ambición de Merz de retomar una comunicación fluida con la Casa Blanca desde Berlín. Para dos gobiernos enfrentados frontalmente desde que Trump llegó por segunda vez a la Casa Blanca, se trata de pasos muy significativos.
El anterior Ejecutivo alemán, la coalición semáforo de Olaf Scholz, había sido abiertamente hostil a la Administración Trump. El Gobierno estadounidense, por su parte, había molestado ampliamente con su apoyo explícito en campaña al partido de extrema derecha Alternativa para Alemania (AfD). «Me gustaría animar al Gobierno estadounidense a dejar que la política interna en Alemania sea política interna y a mantenerse en gran medida al margen de estas consideraciones políticas partidistas», había indicado Merz antes de la conversación con Trump y sin que haya trascendido después si, efectivamente, se tocó este tema durante la charla, a pesar de que Merz había mencionado previamente que quería hablar «abierto» con Trump.