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Francia y Polonia firman un tratado que refuerza su cooperación militar ante la amenaza de Rusia

A la misma hora que Vladímir Putin presidía en Moscú un impresionante despliegue de fuerza militar, Emmanuel Macron y Donald Tusk firmaban en Nancy, en el este de Francia, un tratado que refuerza los lazos militares entre Francia y Polonia, incluyendo las armas nucleares francesas … como «elemento de disuasión» en Europa.
El presidente francés y el primer ministro polaco firmaron el viernes el Tratado de Nancy, cuarenta y ocho horas después que Macron y el canciller de Alemania, Friedrich Merz, anunciasen en París la creación de un Consejo de seguridad y defensa, compatible pero independiente de la OTAN.
El diálogo bilateral y trilateral de París, Berlín y Varsovia se inscribe en el mismo horizonte estratégico, a corto y medio plazo.
A muy corto plazo, se trata de una respuesta «simbólica» a la gesticulación militarista de Vladimir Putin y sus portavoces anunciando, la mañana del viernes, que «Rusia puede volver Europa a su querida Edad Media».
A medio plazo, la Alemania de Merz, la Francia de Macron y la Polonia de Tusk sientan las bases de una respuesta común coordenada, diplomática y militar a las ambiciones de Putin, que pudieran ir más allá de Ucrania.

En Nancy, Macron comentó el nuevo Tratado franco-polaco de este modo: «Hemos acordado una cláusula de defensa mutua, militar, si es necesario. El Tratado establece una cooperación reforzada para luchar en común contra las injerencias extranjeras, los ciberataques y las muy diversas amenazas que pesan sobre el funcionamiento de nuestras democracias». El presidente francés estima que el nuevo Tratado bilateral con una gran potencia, vecina de Rusia, se inscribe en este amenazante marco militar: «El presidente Putin nos recuerda cada día que él está en el bando de la guerra, muy lejos del bando de la paz. Quienes creen en ilusorias promesas de paz se equivocan completamente».

El presidente francés, Emmanuel Macron (d), y el primer ministro polaco, Donald Tusk (i), llegan a la plaza Stanislas de Nancy

EFE

El nuevo Tratado de ayuda y cooperación entre París y Varsovia aborda los distintos frentes y amenazas que se ciernen, desde Ucrania, para el resto de Europa: guerra irregular y rearme propio al proyecto ruso de conquista colonial de Ucrania.
Días pasados, el ministerio francés de Asuntos exteriores denuncio oficialmente a la Rusia de Putin de lanzar ciberataques militares contra Francia y otros países europeos. Se trata de una guerra irregular. Los nuevos acuerdos con Alemania y Polonia permitirán incrementar la cooperación defensiva.
En el terreno militar, a medio plazo, el canciller Merz, el primero, un día antes de su elección, Macron y Tusk, en Nancy, la tarde del viernes, insisten en el posible puesto de las armas nucleares de Francia como fuerza disuasiva para toda Europa.

El «paraguas» francés

Presentando el flamante Tratado de Nancy, Macron confirmó esa dimensión del «paraguas» militar francés: «La dimensión europea de la disuasión nuclear debe ser reafirmada. En términos prácticos, eso quiere decir que el uso del arma nuclear, cuando están amenazados los intereses vitales de Francia, alcanza a nuestros aliados europeos». Europa, «interés vital» de Francia, defendida con su «paraguas» atómico.
Respondiendo a Macron con sonrisas y palabras de agradecimiento, Donald Tusk declaró: «El Tratado que hoy hemos firmado es un elemento llamado a reforzar la estabilidad europea. Debemos felicitarnos, así mismo, de las garantías mutuas en materia de defensa y cooperación industrial y militar, tecnológica y nuclear».
Las decisiones y acuerdos, al más alto nivel del Estado, entre París, Berlín y Varsovia coinciden con un alejamiento relativo de otros aliados tradicionales.
En España, el presidente Sánchez ha preferido valorar su diplomacia personal con la China de Xi Jinping, que ha prometido ayuda a Vladimir Putin en el marco del «nuevo orden global». En Italia, las relaciones privilegiadas de Giorgia Meloni, invitando a Donald Trump a Roma «para hacer más grande a Occidente», también parecen estar alejadísimas de la inquietud, denuncias y proyectos militares de Macron, Merz y Tusk.

Publicado: mayo 9, 2025, 12:45 pm

La fuente de la noticia es https://www.abc.es/internacional/francia-polonia-firman-tratado-refuerza-cooperacion-militar-20250509185714-nt.html

A la misma hora que Vladímir Putin presidía en Moscú un impresionante despliegue de fuerza militar, Emmanuel Macron y Donald Tusk firmaban en Nancy, en el este de Francia, un tratado que refuerza los lazos militares entre Francia y Polonia, incluyendo las armas nucleares francesas como «elemento de disuasión» en Europa.

El presidente francés y el primer ministro polaco firmaron el viernes el Tratado de Nancy, cuarenta y ocho horas después que Macron y el canciller de Alemania, Friedrich Merz, anunciasen en París la creación de un Consejo de seguridad y defensa, compatible pero independiente de la OTAN.

El diálogo bilateral y trilateral de París, Berlín y Varsovia se inscribe en el mismo horizonte estratégico, a corto y medio plazo.

A muy corto plazo, se trata de una respuesta «simbólica» a la gesticulación militarista de Vladimir Putin y sus portavoces anunciando, la mañana del viernes, que «Rusia puede volver Europa a su querida Edad Media».

A medio plazo, la Alemania de Merz, la Francia de Macron y la Polonia de Tusk sientan las bases de una respuesta común coordenada, diplomática y militar a las ambiciones de Putin, que pudieran ir más allá de Ucrania.

En Nancy, Macron comentó el nuevo Tratado franco-polaco de este modo: «Hemos acordado una cláusula de defensa mutua, militar, si es necesario. El Tratado establece una cooperación reforzada para luchar en común contra las injerencias extranjeras, los ciberataques y las muy diversas amenazas que pesan sobre el funcionamiento de nuestras democracias». El presidente francés estima que el nuevo Tratado bilateral con una gran potencia, vecina de Rusia, se inscribe en este amenazante marco militar: «El presidente Putin nos recuerda cada día que él está en el bando de la guerra, muy lejos del bando de la paz. Quienes creen en ilusorias promesas de paz se equivocan completamente».


El presidente francés, Emmanuel Macron (d), y el primer ministro polaco, Donald Tusk (i), llegan a la plaza Stanislas de Nancy


EFE

El nuevo Tratado de ayuda y cooperación entre París y Varsovia aborda los distintos frentes y amenazas que se ciernen, desde Ucrania, para el resto de Europa: guerra irregular y rearme propio al proyecto ruso de conquista colonial de Ucrania.

Días pasados, el ministerio francés de Asuntos exteriores denuncio oficialmente a la Rusia de Putin de lanzar ciberataques militares contra Francia y otros países europeos. Se trata de una guerra irregular. Los nuevos acuerdos con Alemania y Polonia permitirán incrementar la cooperación defensiva.

En el terreno militar, a medio plazo, el canciller Merz, el primero, un día antes de su elección, Macron y Tusk, en Nancy, la tarde del viernes, insisten en el posible puesto de las armas nucleares de Francia como fuerza disuasiva para toda Europa.

El «paraguas» francés

Presentando el flamante Tratado de Nancy, Macron confirmó esa dimensión del «paraguas» militar francés: «La dimensión europea de la disuasión nuclear debe ser reafirmada. En términos prácticos, eso quiere decir que el uso del arma nuclear, cuando están amenazados los intereses vitales de Francia, alcanza a nuestros aliados europeos». Europa, «interés vital» de Francia, defendida con su «paraguas» atómico.

Respondiendo a Macron con sonrisas y palabras de agradecimiento, Donald Tusk declaró: «El Tratado que hoy hemos firmado es un elemento llamado a reforzar la estabilidad europea. Debemos felicitarnos, así mismo, de las garantías mutuas en materia de defensa y cooperación industrial y militar, tecnológica y nuclear».

Las decisiones y acuerdos, al más alto nivel del Estado, entre París, Berlín y Varsovia coinciden con un alejamiento relativo de otros aliados tradicionales.

En España, el presidente Sánchez ha preferido valorar su diplomacia personal con la China de Xi Jinping, que ha prometido ayuda a Vladimir Putin en el marco del «nuevo orden global». En Italia, las relaciones privilegiadas de Giorgia Meloni, invitando a Donald Trump a Roma «para hacer más grande a Occidente», también parecen estar alejadísimas de la inquietud, denuncias y proyectos militares de Macron, Merz y Tusk.

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