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Rumanía, dividida entre el prorruso Simion y el europeísta Dan

La arrolladora victoria del soberanista George Simion en la repetición de la primera vuelta de las elecciones presidenciales rumanas ha generado una crisis de gobierno. El primer ministro y presidente del Partido Socialdemócrta (PSD), Marcel Ciolacu, dimitió ayer después de que Crin Antonescu … , el candidato conjunto de los partidos de la coalición gubernamental (PSD-PNL-UDMR), no haya logrado siquiera entrar en la segunda ronda de las presidenciales, que tendrá lugar el 18 de mayo. El país queda sumido en una crisis política cuyo primer hito será el duelo en esa segunda vuelta entre dos candidatos antisistema: George Simion y Nicusor Dan.
«Tras las elecciones parlamentarias, se formó esta coalición con mayoría en el Parlamento rumano con dos objetivos. El primero era crear un gobierno con un primer ministro del PSD, que había quedado en primer lugar. Y el segundo era presentar un candidato común para el cargo de presidente de Rumanía», explicó Marcel Ciolacu a la entrada a la sede del PSD, donde tenía la reunión del Consejo Político Nacional.
«El segundo objetivo ya no se cumple porque Antonescu está fuera. En consecuencia, el acuerdo de la coalición solo se ha cumplido parcialmente», dijo. «Esta coalición ya no tiene credibilidad, después del voto de los rumanos, así que propondré a mis colegas que el PSD abandone esta coalición. Si mis colegas votan a favor de abandonar la coalición, por supuesto que yo, el primer ministro de la coalición, presentaré hoy mismo mi dimisión al presidente interino de Rumanía», concluyó.

Apenas un par de horas más tarde, el Consejo Político Nacional del PSD anunció que abandona la coalición y la renuncia de Ciolacu. «Hemos escuchado la voz de los rumanos», confirmó su dimisión, y sugirió que el futuro presidente decidirá, con los partidos que tengan mayoría en el Parlamento, quién gobernará y quién será el próximo primer ministro. Marcel Ciolacu sigue siendo el presidente del PSD, pero las discusiones definitivas sobre la dirección de esta formación tendrán lugar en un nuevo Consejo Político Nacional tras la segunda vuelta de las presidenciales.

Contador a cero

La situación pone a cero el contador político en Rumanía. «Para los dos candidatos finalistas, George Simion y Nicusor Dan, la segunda ronda partirá ahora de cero. Incluso si Simion parte desde el primer lugar con una buena puntuación, con 3,8 millones de votos a sus espaldas, el camino hacia la mayoría será largo», evalúa el analista político rumano Cristian Andrei. Asegura que Dan y Simion cuentan con las mismas posibilidades de ganar, del 50%, siendo ambos «candidatos antisistema, candidatos del cambio y muy capaces de polarizar y acercar a ellos a los dos tipos de electorado: el más reservado sobre la dirección de Rumanía y el optimista, que confía en el modelo socioeconómico actual».
Mientras Simion defiende un modelo de Estado basado en «patriotismo, Dios y libertad», al más puro estilo de Donald Trump y al margen de los partidos político tradicionales, Dan se presenta como contrario a los intereses del capital. Es propietario de un pequeño terreno, pero no tiene apartamentos ni casas, conduce un coche viejo y reconoce que tiene considerables deudas bancarias. Sus ingresos provienen principalmente de su sueldo como alcalde de Bucarest y sus campañas electorales han sido financiadas en gran medida por donaciones privadas. Quiere reformar el Ejército rumano y los poderosos servicios de Inteligencia.
Simion quiere enfrentarse a los burócratas de Bruselas y de la OTAN, mientras Dan quiere batirse con las desalmadas promotoras inmobiliarias y los bancos.

El silencio del ganador

Durante la convulsa jornada política de ayer, Simion guardó silencio. Apenas se conoció la renuncia de Cuolacu, comenzaron a sonar nombres para sustituirlo, al menos de forma interina. El ministro del Interior, Catalin Predoiu, del Partido Nacional Liberal, rehusó. Finalmente, se encargó al presidente del Senado y actual presidente de la República en funciones, Ilie Bolojan, que nombre un primer ministro interino. Es posible que opte el ministro de Educación independiente, Daniel David.
Las declaraciones políticas y dimisiones al frente de partidos caían en cascada sobre los titulares, pero el ganador de la primera vuelta evitó las reacciones públicas. Sus detractores achacaban su ausencia denunciando que la suya ha sido una campaña electoral «enlatada». «Ha hecho lo que le dictaban sus asesores y ahora no sabe cómo seguir adelante, cree que cualquier paso en falso puede hacerle perder lo ganado», sugerían en la sede del PLN.
Fuentes cercanas a Simion informaban de que estaba ayer «muy activo, pero no de cara al público sino negociando con los partidos políticos una posible futura coalición». También estaba tratando de elaborar un equipo, según se deduce de sus contactos con figuras destacadas de varias formaciones.

«El final de una era»

Dan, por su parte, declaró que estamos asistiendo al «final de una era política en Rumanía» y que la segunda vuelta «representa una opción fundamental a favor o contra Occidente». Evitó comentar la dimisión de Ciolacu, que calificó como «un elemento secundario del panorama actual», y auguró que «se avecinan dos semanas en las que la voz del pueblo realmente importará y soy optimista acerca de que los rumanos tomarán la decisión correcta». Dan aprecia que «las voces de los políticos ahora importan menos», y celebra que estas elecciones estén dando lugar a un «fuerte y sincero debate en la sociedad civil, ajeno al discurso interesado de los partidos políticos y enfocado en lo que de verdad le importa a las personas».

Publicado: mayo 6, 2025, 12:45 am

La fuente de la noticia es https://www.abc.es/internacional/rumania-dividida-prorruso-simion-europeista-dan-20250505221142-nt.html

La arrolladora victoria del soberanista George Simion en la repetición de la primera vuelta de las elecciones presidenciales rumanas ha generado una crisis de gobierno. El primer ministro y presidente del Partido Socialdemócrta (PSD), Marcel Ciolacu, dimitió ayer después de que Crin Antonescu, el candidato conjunto de los partidos de la coalición gubernamental (PSD-PNL-UDMR), no haya logrado siquiera entrar en la segunda ronda de las presidenciales, que tendrá lugar el 18 de mayo. El país queda sumido en una crisis política cuyo primer hito será el duelo en esa segunda vuelta entre dos candidatos antisistema: George Simion y Nicusor Dan.

«Tras las elecciones parlamentarias, se formó esta coalición con mayoría en el Parlamento rumano con dos objetivos. El primero era crear un gobierno con un primer ministro del PSD, que había quedado en primer lugar. Y el segundo era presentar un candidato común para el cargo de presidente de Rumanía», explicó Marcel Ciolacu a la entrada a la sede del PSD, donde tenía la reunión del Consejo Político Nacional.

«El segundo objetivo ya no se cumple porque Antonescu está fuera. En consecuencia, el acuerdo de la coalición solo se ha cumplido parcialmente», dijo. «Esta coalición ya no tiene credibilidad, después del voto de los rumanos, así que propondré a mis colegas que el PSD abandone esta coalición. Si mis colegas votan a favor de abandonar la coalición, por supuesto que yo, el primer ministro de la coalición, presentaré hoy mismo mi dimisión al presidente interino de Rumanía», concluyó.

Apenas un par de horas más tarde, el Consejo Político Nacional del PSD anunció que abandona la coalición y la renuncia de Ciolacu. «Hemos escuchado la voz de los rumanos», confirmó su dimisión, y sugirió que el futuro presidente decidirá, con los partidos que tengan mayoría en el Parlamento, quién gobernará y quién será el próximo primer ministro. Marcel Ciolacu sigue siendo el presidente del PSD, pero las discusiones definitivas sobre la dirección de esta formación tendrán lugar en un nuevo Consejo Político Nacional tras la segunda vuelta de las presidenciales.

Contador a cero

La situación pone a cero el contador político en Rumanía. «Para los dos candidatos finalistas, George Simion y Nicusor Dan, la segunda ronda partirá ahora de cero. Incluso si Simion parte desde el primer lugar con una buena puntuación, con 3,8 millones de votos a sus espaldas, el camino hacia la mayoría será largo», evalúa el analista político rumano Cristian Andrei. Asegura que Dan y Simion cuentan con las mismas posibilidades de ganar, del 50%, siendo ambos «candidatos antisistema, candidatos del cambio y muy capaces de polarizar y acercar a ellos a los dos tipos de electorado: el más reservado sobre la dirección de Rumanía y el optimista, que confía en el modelo socioeconómico actual».

Mientras Simion defiende un modelo de Estado basado en «patriotismo, Dios y libertad», al más puro estilo de Donald Trump y al margen de los partidos político tradicionales, Dan se presenta como contrario a los intereses del capital. Es propietario de un pequeño terreno, pero no tiene apartamentos ni casas, conduce un coche viejo y reconoce que tiene considerables deudas bancarias. Sus ingresos provienen principalmente de su sueldo como alcalde de Bucarest y sus campañas electorales han sido financiadas en gran medida por donaciones privadas. Quiere reformar el Ejército rumano y los poderosos servicios de Inteligencia.

Simion quiere enfrentarse a los burócratas de Bruselas y de la OTAN, mientras Dan quiere batirse con las desalmadas promotoras inmobiliarias y los bancos.

El silencio del ganador

Durante la convulsa jornada política de ayer, Simion guardó silencio. Apenas se conoció la renuncia de Cuolacu, comenzaron a sonar nombres para sustituirlo, al menos de forma interina. El ministro del Interior, Catalin Predoiu, del Partido Nacional Liberal, rehusó. Finalmente, se encargó al presidente del Senado y actual presidente de la República en funciones, Ilie Bolojan, que nombre un primer ministro interino. Es posible que opte el ministro de Educación independiente, Daniel David.

Las declaraciones políticas y dimisiones al frente de partidos caían en cascada sobre los titulares, pero el ganador de la primera vuelta evitó las reacciones públicas. Sus detractores achacaban su ausencia denunciando que la suya ha sido una campaña electoral «enlatada». «Ha hecho lo que le dictaban sus asesores y ahora no sabe cómo seguir adelante, cree que cualquier paso en falso puede hacerle perder lo ganado», sugerían en la sede del PLN.

Fuentes cercanas a Simion informaban de que estaba ayer «muy activo, pero no de cara al público sino negociando con los partidos políticos una posible futura coalición». También estaba tratando de elaborar un equipo, según se deduce de sus contactos con figuras destacadas de varias formaciones.

«El final de una era»

Dan, por su parte, declaró que estamos asistiendo al «final de una era política en Rumanía» y que la segunda vuelta «representa una opción fundamental a favor o contra Occidente». Evitó comentar la dimisión de Ciolacu, que calificó como «un elemento secundario del panorama actual», y auguró que «se avecinan dos semanas en las que la voz del pueblo realmente importará y soy optimista acerca de que los rumanos tomarán la decisión correcta». Dan aprecia que «las voces de los políticos ahora importan menos», y celebra que estas elecciones estén dando lugar a un «fuerte y sincero debate en la sociedad civil, ajeno al discurso interesado de los partidos políticos y enfocado en lo que de verdad le importa a las personas».

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