Publicado: abril 19, 2025, 12:45 pm
La fuente de la noticia es https://www.abc.es/internacional/iran-estados-unidos-aceleran-dialogo-nuclear-aleja-20250419175308-nt.html

La negociación nuclear entre Estados Unidos e Irán avanza y ambas delegaciones, encabezadas por el ministro de Exteriores, Abbas Araghchi, y el enviado de Donald Trump, Steve Witkoff, celebrarán un tercer encuentro de alto nivel el próximo fin de semana. El diálogo indirecto … de cuatro horas que mantuvieron en la Embajada de Omán en Roma fue «positivo» y «el miércoles comenzarán las reuniones técnicas» en Mascate, declaró el responsable de Exteriores de la república islámica a la televisión pública de su país.
La cumbre de Roma mantuvo el formato indirecto, con las dos delegaciones en el mismo edificio, pero diferentes salas. El ministro de Exteriores omaní se encargó del intercambio de mensajes y desde su oficina dijeron que ambas partes decidieron «entrar en la siguiente fase de negociaciones con el objetivo de alcanzar un acuerdo justo, duradero y vinculante que garantice que Irán no tendrá armas nucleares, que estará libre de sanciones y que podrá desarrollar un programa nuclear con fines pacíficos«. De estas palabras se desprende que Washington no exige el desmantelamiento del programa atómico y persigue la limitación del mismo, en la línea del pacto de 2015. Irán considera una línea roja el desmantelamiento de su programa.
La diplomacia se abre paso a duras penas entre la presión de Israel, que pide al presidente Donald Trump que se olvide de la negociación y les apoye en un ataque directo contra las instalaciones nucleares de la república islámica porque considera que un Irán nuclear sería una «amenaza existencial». El portal Axios desveló la presencia del ministro de Asuntos Estratégicos israelí, Ron Dermer, en Roma, a donde viajó tras la reunión que mantuvo el viernes en París con Witkoff. En ese encuentro de la capital francesa también participó el jefe del Mossad, David Barnea.
Irán busca apoyos
A lo largo de la semana, Irán mantuvo encuentros de alto nivel con Arabia Saudí, cuyo ministro de Defensa viajó a Teherán, y Rusia, donde Araghchi vio a Vladímir Putin. En unos días, el jefe de la diplomacia iraní y actor principal en la negociación nuclear viajará a China. Araghchi se ha convertido en lo que su antecesor Javad Zarif fue en el duro proceso negociador que acabó con la firma del acuerdo de 2015.
Los iraníes negocian bajo amenaza de ataque y han mostrado su disposición a recuperar el acuerdo de hace diez años para limitar el enriquecimiento de uranio y abrir las puertas a los investigadores de la Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), a cambio del levantamiento progresivo de las sanciones. El responsable de la agencia, Rafael Grossi, se reunió en Roma con Witkoff para compartir sus sensaciones tras la visita que realizó a mediados de semana a Teherán. Los informes de la AIEA serán claves para garantizar el cumplimiento del acuerdo, pero es necesario que Estados Unidos los lea y respete y por ello Teherán trata de lograr garantías de que no volverán a romper el acuerdo.
Fines civiles
La república islámica defiende que su programa nuclear tiene fines civiles y que, si Estados Unidos retira los castigos impuestos por Trump en 2018, ellos volverán a respetar los puntos del texto. Una década de sanciones, asesinatos de científicos, de los que Teherán acusa al Mossad, y las amenazas de ataque no han logrado su objetivo y en 2025 los iraníes están mucho más cerca de obtener la bomba. El régimen de los ayatolás enriquece uranio al 60 por ciento, muy cerca del 90 por ciento necesario para producir armamento.
El acuerdo de 2015 logró limitar ese límite al 3,67 por ciento, el nivel necesario para un programa de uso civil, pero Trump, presionado por Benjamín Netanyahu, rompió el pacto en su primer mandato por considerarlo «el peor acuerdo posible». Esa decisión ha conseguido acercar más que nunca a Teherán a entrar al club de potencias con armas atómicas, un club que en Oriente Próximo se limita a los israelíes, con un programa secreto y alejado de las revisiones de la OIEA.