Vivir en ambientes altamente contaminados no es bueno para la salud. Cada vez son más los estudios que indagan en cómo la polución atmosférica está afectando el estado de nuestros pulmones y de nuestro corazón, a la par que nos predispone a un amplio abanico de enfermedades crónicas. Pero eso no es todo. Según señala un estudio publicado este jueves en la revista Nature Communications’, la exposición a aire contaminado también estaría teniendo un impacto silencioso y mucho más generalizado de lo que se creía hasta ahora en nuestra salud y, en definitiva, en nuestra vida. Una investigación liderada por la Universidad de Birmingham afirma que respirar aire contaminado está «nublando nuestra mente», dificultando la ejecución de tareas cotidianas y hasta reduciendo nuestra capacidad de concentración.