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La nueva familia de móviles de Apple se presentó en septiembre en su tradicional keynote. Los iPhone 16 mantienen la línea de la generación anterior y están disponibles en cuatro versiones: iPhone 16, iPhone 16 Plus, iPhone 16 Pro y iPhone 16 Pro Max.
Como cada año, he podido probar desde hace un par de meses el nuevo teléfono de la firma de Cupertino. En esta ocasión he estado llevando como móvil personal el iPhone 16 Pro Max mientras en paralelo testeaba también el iPhone 16 Plus.
Tras unos sesenta días de uso tengo claras cuáles son las mejoras y si merece la pena o no apostar por la nueva generación de iPhone. Te lo cuento todo en este análisis, que además llega a tiempo para las ofertas de Black Friday de la marca, lo que llaman ‘los días especiales del Apple Store’.
Te dejo aquí la oferta por si te animas: desde el Black Friday hasta el Cyber Monday (del 29 de noviembre al 2 de diciembre), ofrecen una Apple Gift Card de hasta 200 euros al comprar determinados modelos del iPhone —también otros productos de la firma—.
Diseño: Apple repite ‘diferencia’
¿Has hecho alguna vez el típico pasatiempo de buscar las siete diferencias de un dibujo? Pues esto es lo que ocurre últimamente con Apple cada año en su diseño del iPhone, solo que en lugar de siete es principalmente una. Bueno, para ser sincera tenemos dos.
La serie básica —iPhone 16 y iPhone 16 Plus— recibe el botón de acción, que sustituye a la clásica pestaña para silenciar el móvil, y renueva el módulo de cámaras con respecto al iPhone 15, que en lugar de estar en diagonal se disponen en posición vertical. También se le añade el botón ‘Control de la cámara’, del que luego te hablo un poco más.
La introducción del botón de acción en los modelos base del iPhone 16 supone el fin para siempre de esa pequeña pestaña que lleva acompañando al iPhone desde que nació. El único elemento —junto con los botones de sonido— que se había mantenido inamovible durante 17 años. El de encendido también ha estado siempre, pero antes se ubicaba en la parte superior.
El cambio en la distribución de las cámaras se debe principalmente a que los nuevos iPhone 16 graban vídeos espaciales, una característica que responde a las necesidades de las Apple Vision Pro, y para crear ese efecto tridimensional es necesario que los sensores estén a la misma altura. Esto no era así ni en el iPhone 15 ni en el iPhone 15 Plus.
En cuanto a la serie Pro, los cambios que encontramos en esta nueva generación son un tamaño mayor y el nuevo botón ‘Control de la cámara’.
El iPhone 16 Pro tiene una pantalla de 6,3 pulgadas, mientras que la del iPhone 15 Pro es de 6,1 pulgadas. En el iPhone 16 Pro Max el tamaño pasa de las 6,7 pulgadas a las 6,9 pulgadas. ¿El motivo principal de este crecimiento? Apple quería que sus baterías fueran también más grandes y que la reparabilidad fuera más fácil.
Por supuesto, los colores también cambian en ambas líneas, aunque tampoco demasiado. Los modelos base mantienen el negro y el blanco y cambian los tonos pastel rosa, verde y amarillo por un rosa, verde y azul más eléctricos. Los Pro siguen teniendo opciones en negro, blanco y gris —al que Apple llama ‘natural’—, pero sustituyen el azulón por el oro, o ‘color desierto’ según Cupertino.
¿Qué quiero decir con todo esto? ¿Es malo no modificar el diseño? Pues a priori no, no lo es. Desde Apple llevan años defendiendo esa postura de que si algo funciona, no lo cambies. En general estoy de acuerdo con ella y personalmente me gusta mucho la estética del actual iPhone. Pero es cierto que no hemos visto grandes innovaciones desde la generación 12 —con lo bueno y lo malo que eso conlleva—.
El año pasado se introdujeron nuevos elementos que en mi opinión lo mejoraron, como el acabado trasero —el adiós a las huellas para mí y para mi TOC es un must en los smartphones— y bordes algo más redondeados.
Este año la novedad principal es que los Pro son más grandes, lo que me parece un acierto y espero que Apple termine por aplicarlo a todos los modelos de la familia. Me gustan los móviles grandes, pero esto al final dependerá de cada uno, de sus hábitos de consumo y de su comodidad diaria —yo utilizo el smartphone para consumir vídeo también, por ejemplo, por lo que quiero una pantalla de buen tamaño—.
Que sean más grandes, como decía antes, tiene la intención de que tengan una batería también mayor. Todo esto hace que los nuevos iPhone 16 también sean algo más pesados, especialmente los Pro, aunque lo cierto es que apenas se nota la diferencia y siguen siendo móviles cómodos en el agarre y ergonómicamente bien diseñados.
Botón de la cámara: el elefante en la habitación
Los poquitos cambios que ha introducido Apple en los iPhone 16 me parecen correctos en general, pero el botón de ‘Control de la cámara’ es otro cantar. Como usuaria anterior del iPhone 15 Pro Max, el primero que recibió el botón de acción, tenía ya configurado un atajo para abrir rápido la cámara a través de él. Me está costando acostumbrarme a usar el nuevo e integrarlo de manera natural en mi uso diario. De momento en mi opinión es un elemento al que le hace falta desarrollo y que no aporta.
Me explico: no es que funcione mal ni mucho menos, pero en general me resulta algo incómodo y sigue pareciéndome más fácil usar la pantalla. Como acceso directo está bien y es rápido, pero ya usaba el botón de acción para eso. Además, su posición no coincide de manera natural con el índice como debería y en más de una ocasión he abierto la cámara sin querer debido a ese lugar en el que está colocado y a su alta sensibilidad, que se activa con casi solo rozarlo.
A la hora de hacer zoom también me sigue resultando más cómodo y rápido hacerlo en la pantalla.
Se trata de un botón que viene a resolver un problema que no teníamos, si bien parece que la idea puede calar en el sector porque otros fabricantes también están probando a introducirlo.
Pantalla: seguimos esperando ProMotion
La dinámica continuista —el término de moda para hablar del iPhone— se mantiene en la pantalla de esta nueva generación.
Como he dicho, hay un cambio fundamental en los modelos Pro y es que la pantalla ha crecido de 6,1 a 6,3 pulgadas en el iPhone 16 Pro y de 6,7 a 6,9 pulgadas en el iPhone 16 Pro Max.
El panel es exactamente el mismo en los modelos base: Super Retina XDR OLED. En el iPhone 16 es de 6,1 y resolución de 2.556 por 1.179 píxeles y en el iPhone 16 Plus es de 6,9 pulgadas y resolución de 2.796 por 1.290 píxeles.
En ambos el brillo solo varía en que tenemos brillo mínimo de 1 nit —lo que está muy bien para no quedarte ciega en la cama cuando miras el móvil en mitad de la noche— y seguimos teniendo clásicos como Dynamic Island, pantalla HDR, True Tone y respuesta háptica.
Sí que hay una modificación notable con respecto al año pasado y son los bordes o, por ponernos un poco más técnicos, los biseles: los nuevos iPhone 16 en su versión Pro rebajan bastante su tamaño, de hecho, según portales especializados como GSMarena, la superficie ocupada real de la pantalla sobrepasa el 90% de esta. Este cambio es un gran acierto y casi consigue un efecto de pantalla total en el móvil. Aquí lo malo es la Dynamic Island, que mantiene tamaño y molesta un poco en determinadas situaciones —por ejemplo, cuando veo series o pelis en el teléfono—.
Todas estas características hacen que la pantalla se vea de escándalo. Como siempre. Pero seguimos teniendo el fallo más grande: ni rastro de ProMotion en los modelos no Pro —tampoco reciben la función ‘Always on’, la pantalla siempre activa—.
La tecnología ProMotion permite una frecuencia de actualización adaptativa de hasta 120 Hz, garantizando una experiencia visual más fluida y una respuesta mejor. Los modelos base siguen teniendo solo 60 Hz, algo que es bastante escandaloso en 2024.
Dirás: no se nota tanto. Pero sí. Cuando trasteas estos en comparación con los Pro, se notan tirones y lag al moverte por la pantalla. Especialmente en el momento de desbloquear se hace bastante evidente.
Los rumores dicen que la próxima generación, los iPhone 17, vendrán con ProMotion en todos sus modelos. A ver si es cierto y Apple por fin escucha a los usuarios en esto.
Otra pega en la pantalla es que aunque se ve fenomenal en exteriores y el brillo máximo (2.000 nits) está muy bien, ya hay otros fabricantes apostando por un brillo pico de 3.000 nits. Veremos cómo resuelve esto Apple para no quedarse atrás.
Como cambio positivo hay que mencionar que la compañía ha mejorado el cristal delantero en los cuatro modelos: ahora Ceramic Shield es un 50% más resistente que el de primera generación, lo que hace que puedas estar más tranquilo frente a los arañazos. No obstante, yo sigo poniéndole un protector de pantalla y te recomiendo que lo hagas, así como una funda —los materiales que usa Apple son muy resistentes, pero marcar la trasera o los cantos del móvil no es tan difícil—.
Un último inciso en la pantalla para hablar de la biometría: seguimos teniendo Face ID como modo de desbloqueo de la pantalla. Funciona bien, como siempre, e incluso he notado que en condiciones de poca luz responde mejor que generaciones anteriores. Pero qué bien estaría que Apple nos deleitara con la vuelta del Touch ID en algún formato. Ahí lo dejo por si se aceptan peticiones en el buzón de sugerencias.
Rendimiento: aquí todavía hay clases
Los iPhone 16 Pro y Pro Max montan el último chip de la compañía: el A18 Pro, con CPU de 6 núcleos, GPU de 6 núcleos y Neural Engine de 16 núcleos. Esta configuración asegura un rendimiento superior en tareas exigentes y una eficiencia energética mejorada. La verdad es que la experiencia, como es habitual, es una gozada.
Según dicen desde Cupertino, el A18 Pro está diseñado con una tecnología de 3 nanómetros de segunda generación y una arquitectura con transistores más pequeños y rápidos. Esta nueva arquitectura mecánica mejora la eficiencia y la disipación térmica para proporcionar un rendimiento sostenido hasta un 20% superior.
Números aparte, va como la seda y puede con todo lo que le eches.
En el caso de los modelos base, tenemos un chip un poquito inferior. La buena noticia es que también es un A18, aunque no lleva el apellido Pro. Esto supone que en Apple se han saltado una generación, ya que en los iPhone 15 y iPhone 15 Plus lo que había era un A16.
Siendo sincera, ofrece un rendimiento más que suficiente para el día a día.
Las opciones de almacenamiento varían entre 256 GB, 512 GB y 1 TB, si bien esta última, la más grande, solo está para los Pro.
Todo esto tiene además un fin importante: Apple Intelligence. La esperada —y dilatada— inteligencia artificial de la compañía de Cupertino se está desplegando poco a poco y, para que esté en tu iPhone, necesita un procesador muy potente. Con los chips de la familia 16 podrás tener la IA de Apple en tu móvil. Cuando sea que llegue, porque de momento en España solo podemos probarla en Mac.
iOS 18: cuando Apple cambia, porque cambia…
Con iOS 18 me pasa eso: llevo todo el análisis destacando lo continuista que es Apple y ahora que me toca hablar de los saltos que más se notan en esta generación, te diré que algunos no me gustan.
El nuevo sistema operativo ha introducido modificaciones visuales como la opción de ‘maquearte’ el móvil y hacer la pantalla de inicio como te guste, con iconos de apps más o menos grandes, colocación donde quieras y colores cambiados, así como con la opción de convertir en widget cualquier aplicación.
Esta personalización me gusta, si bien es cierto que supone que tengas que perder un rato largo de tu vida configurando a tu gusto el móvil. Aquí, como en todo, habrá lovers y detractores, porque hay mucha gente que prefiere abrir un teléfono y no tener que hacer absolutamente nada. Solo plug and play.
Otro punto importante en el software es, de nuevo, Apple Intelligence. La IA de Apple será un factor diferencial en otros países, especialmente en Estados Unidos, pero en España no vamos a ver fuegos artificiales de momento, por lo que el supuesto gran cambio en iOS que trae esta generación de iPhone en nuestro país da un poco igual. No voy a entrar demasiado aquí porque desde 20bits te vamos contando las novedades que llegan a Europa, pero sí diré que si tu idea es comprar un iPhone 16 por la inteligencia artificial, mejor cambia de idea.
¿Qué no me gusta? Pues como a muchos usuarios, la nueva app Fotos me trae de cráneo. Me sale la nostálgica tanguera que hay en mí y me encantaría volver atrás con esto. Han pasado un par de meses y todavía no me acostumbro a esta nueva galería, pero supongo que todo se andará. Te recuerdo que también da opciones de personalizarla, pero no —lástima— de recuperar la anterior versión.
Pero hay novedades que me han encantado, por ejemplo todos los cambios que se introducen en la app Notas, que yo uso muchísimo. Ahora permite poner colores, adjuntar archivos, incluir grabaciones de voz y hace operaciones matemáticas directamente: las hace el iPhone solito, por arte de magia —o más bien por arte de IA—. Las grabaciones de voz además vienen acompañada por la transcripción.
Safari viene con novedades que están muy bien, como por ejemplo la opción de que el propio navegador te lea una noticia.
Asimismo, me ha gustado que la nueva personalización te permite organizar el Centro de Control a tu gusto y configurar las cosas que realmente son útiles para ti. Y desde este espacio podrás acceder a la linterna, que también recibe un cambio y ahora puedes elegir el nivel de intensidad. Es un truco bastante chulo.
Estos son algunos de los cambios que trae iOS 18, pero si quieres tienes una lista con todos en esta noticia.
Cámaras: ya sabes lo que puedes esperar
El iPhone 16 sigue consolidando el lugar de Apple como uno de los referentes en fotografía móvil. Tanto los de base como, desde luego, los modelos Pro hacen muy bien su trabajo. Lo que pasa es que aquí el problema está en que no hay demasiados cambios con la generación anterior, por no decir ninguno. Y del principal, el botón háptico para la cámara, ya hemos hablado bastante.
En el caso de los Pro, se mantiene la configuración de triple cámara trasera, pero cada componente se ha optimizado en algo:
- La cámara principal mantiene los 48 megapíxeles con apertura f/1.78, si bien ahora el procesamiento de datos es dos veces más rápido. Esto no te afectará demasiado en el día a día como usuario no profesional, pero es cierto que —en este caso— más rápido es mejor, ya que elimina latencias en procesos básicos, algunos de los que ni siquiera eres consciente.
- El ultra gran angular pasa a tener 48 megapíxeles, pero vienen con truco y es que el disparo real es a 12 megapíxeles.
- El teleobjetivo se unifica en todos los Pro, que ahora ya cuentan con el del hermano mayor. Tanto el iPhone 16 Pro como el Pro Max pueden hacer fotos con un zoom óptico de cinco aumentos.
Los modelos no Pro tienen sensor principal de 48 MP y ultra gran angular de 12 MP, sin contar con teleobjetivo como en las generaciones anteriores, si bien admite un zoom 2x que en la mayoría de los casos resuelve bien la papeleta.
En los Pro, la configuración disponible hace que el resultado de tus fotos sea una de las mejores del mercado, sobre todo en condiciones de buena luz. Las imágenes que te dan en general son bastante fieles a la realidad. Cuando cae la noche la cosa se complica un poco más, como ocurría en la generación anterior.
Los estilos fotográficos son otra de las novedades que introduce la nueva generación. Ofrece 15 ajustes predeterminados —como rosa frío, natural, oro, ámbar, dramático…—, pero puedes modificarlos y ajustar la imagen a tu gusto a través de un cuadro de control que permite regular intensidad de tono y de color. Y también puedes aplicar estos efectos a las fotografías tomadas con un iPhone 16 después en la edición desde la galería.
¿Qué me gusta de hacer fotografías con iPhone? Mis dos favoritos en este terreno son el modo retrato y la cámara selfie, que de hecho son dos de los usos que más se le dan a la cámara del smartphone de Apple —y de casi cualquier móvil— por el público general. Los de Cupertino han hecho bien los deberes en ambos casos y son de los mejores del mercado.
Es decir: el iPhone 16 no reinventa la rueda en términos de fotografía móvil, pero se mantiene en pódium en este sector del mercado y desde luego es una opción sólida para quienes buscan un teléfono que cumpla con las exigencias más altas en foto. Sin embargo, para usuarios que esperaban un salto disruptivo, las novedades podrían resultar insuficientes.
En lo que a grabación de vídeo se refiere, la cámara del iPhone 16, especialmente en los Pro, brilla por su consistencia y atención al detalle. Hay que reconocer que Apple ha elevado significativamente las capacidades de grabación de vídeo en dispositivos móviles, ofreciendo herramientas avanzadas tanto para profesionales como a nivel personal.
Una de las mejoras más destacadas es la posibilidad de grabar en 4K a 120 fotogramas por segundo (fps) con Dolby Vision, lo que permite capturar imágenes en cámara lenta con una calidad bastante alucinante. Dice Apple que esta combinación de alta resolución y elevada frecuencia de fotogramas es la más avanzada hasta la fecha en un iPhone. Y la verdad es que el resultado es impresionante.
Sonido: atrás quedaron los días de hojalata
A veces siento que me repito mucho, pero es que hay cosas que para mí generalmente son máximas inamovibles: una de ellas es no usar el móvil sin auriculares o altavoz para reproducir cualquier sonido, ya sea música o vídeo. O al menos lo era hasta ahora, porque en esta generación de iPhone Apple ha mejorado notablemente su sistema de sonido.
Los altavoces del propio teléfono ofrecen una salida de audio limpia y menos distorsionada. Qué lejos me quedan aquella sensación ‘hojalatada’ que producía los móviles antes —no hace tanto, por otro lado—.
No obstante, aunque el sonido es realmente bueno directamente en el iPhone, desde aquí te pido que si estás con más gente uses auriculares, ¡aunque sea por respeto al prójimo!
Además de mejorar los altavoces, Apple también ha optimizado sus cuatro micros y vienen con funciones inteligentes que omiten ruido, como por ejemplo el viento en la calle.
Batería: un pequeño empujón
Como te decía más arriba, los modelos Pro han crecido y esto significa que tenemos más espacio para la batería. Eso, sumado a su nuevo chip capaz de optimizar mejor la energía y el consumo, tiene como resultado una autonomía mejorada.
El iPhone 16 Pro Max ofrece hasta 33 horas de reproducción de vídeo, lo que representa un incremento significativo respecto a modelos anteriores.
Viniendo de un iPhone 15 Pro Max, no noto demasiado la diferencia. Pero puedo aguantar el día usando el móvil a tope sin ningún tipo de problema. Incluso estirarlo a día y medio.
El resto de los modelos también crecen en autonomía y todos aguantan la jornada sin despeinarse.
Una novedad en este terreno es que con iOS 18 puedes limitar la carga —al 80%, 85%, 90% o 95%—, una opción que tiene como objetivo preservar mejor la vida útil de la batería.
¿Pro o no Pro?
Sobre qué modelo elegir a la hora de comprar un iPhone, en mi opinión está claro que si te lo puedes permitir es mejor el Pro. Bueno, en mi opinión y en la de las especificaciones de Apple. Pero ya sabemos que eso significa unos cuantos duros más.
Y sobre si es el Pro Max o no, la cosa dependerá sobre todo de si los móviles te gustan grandes o no, porque en esta generación al haberse unificado el teleobjetivo en todos los Pro la mayor diferencia es el tamaño —y un poquito la batería—.
Resumen
El iPhone 16 representa la última iteración de los smartphones de Apple, consolidando una línea continuista que sigue apostando por un diseño ya conocido y características refinadas, aunque sin introducir grandes cambios. Tras más de dos meses de prueba, me queda claro que esta generación se centra en mejoras puntuales más que en una revolución tecnológica.
Apple sigue su filosofía de “si algo funciona, no lo cambies”. Las diferencias visuales con el iPhone 15 son mínimas, destacando únicamente el nuevo botón de acción en los modelos base, que reemplaza la clásica pestaña para silenciar el móvil, y la disposición vertical del módulo de cámaras para soportar vídeos espaciales. En los modelos Pro, el cambio principal es un aumento de tamaño, con pantallas de 6,3 pulgadas en el iPhone 16 Pro y 6,9 pulgadas en el Pro Max, pensadas para acomodar baterías más grandes y mejorar la reparabilidad, y una reducción de los biseles: se alcanza un aprovechamiento superior al 90% de la superficie frontal, aunque la persistencia de la Dynamic Island sigue siendo un inconveniente en determinadas situaciones.
El nuevo botón de ‘Control de cámara’ no me ha aportado nada relevante. Funciona muy bien, eso sí, pero no me parece que sea útil en el día a día.
Con respecto a la pantalla, la ausencia de ProMotion en los modelos base, que se mantienen en 60 Hz, es una limitación notable frente a la competencia.
Y en cuanto al rendimiento, los modelos Pro están equipados con el chip A18 Pro, que ofrece una potencia extraordinaria y eficiencia mejorada gracias a su arquitectura de 3 nanómetros. Esta configuración permite un uso intensivo sin comprometer la autonomía. Por su parte, los modelos base también incorporan el A18, aunque sin el apellido ‘Pro’, lo que supone un salto significativo respecto al A16 de la generación anterior y desde luego son más que suficientes en el día a día.
La experiencia fotográfica sigue siendo un punto fuerte, especialmente en los modelos Pro, que cuentan con una configuración de triple cámara optimizada. Las mejoras incluyen un procesamiento más rápido en la cámara principal, un ultra gran angular de 48 MP con disparo efectivo a 12 MP y un teleobjetivo con zoom óptico 5x en ambos modelos. Sin embargo, las novedades respecto al iPhone 15 son sutiles, lo que puede decepcionar a quienes esperaban un salto considerable.
El software también juega un papel clave. iOS 18 introduce opciones de personalización interesantes, como la posibilidad de rediseñar la pantalla de inicio y organizar el Centro de Control según las necesidades del usuario.
¿Lo recomendaría? El iPhone 16 es un dispositivo sólido, pero carece de innovaciones disruptivas que justifiquen el cambio desde un iPhone 15, salvo que se busquen mejoras específicas en tamaño, batería o rendimiento. Otra cosa es que vengas de un modelo muy anterior, ya que los saltos en rendimiento, autonomía, calidad de pantalla y cámaras serán notables.