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WASHINGTON- El conflicto en Medio Oriente ha pesado mucho en la campaña presidencial estadounidense durante el último año, y ahora —a medida que las tensiones se intensifican—, podría influir en las elecciones del 5 de noviembre. La candidata demócrata Kamala Harris se encuentra pisando cáscaras de huevo al defender el apoyo del presidente Joe Biden a su aliado Israel, al tiempo que corre el riesgo de alienar a los votantes musulmanes y árabes estadounidenses.
¿Por quién se inclinan los votantes judíos?
Mientras tanto, Donald Trump se ha pronunciado sobre el conflicto para advertir de una tercera guerra mundial, un pronóstico apocalíptico del que culpa a la administración actual. El miércoles, el candidato republicano anunció planes de asistir a una ceremonia conmemorativa el lunes 7 de octubre en Florida con miembros de la comunidad judía. En un mensaje adjunto, afirmó que las «políticas ineptas y fallidas de la administración Harris-Biden han permitido que los representantes respaldados por Irán hayan abierto un camino de muerte y destrucción, lo que ha resultado en ramificaciones globales catastróficas». El expresidente afirma, y lo ha hecho durante casi un año, que el mortal ataque del grupo islamista palestino Hamás del 7 de octubre, que provocó la muerte de 1,205 personas en Israel, en su mayoría civiles, nunca habría ocurrido si él hubiera estado en el cargo. Trump, de 78 años, espera que su interés por Medio Oriente aumente su popularidad entre los votantes judíos, un electorado que históricamente ha votado por los demócratas y apoya en gran medida a Harris antes de la votación del 5 de noviembre. «Ella odia a Israel», dijo el republicano sobre Harris, de 59 años, durante su debate televisado. «En mi opinión, Israel dejará de existir dentro de dos años y creo que tengo toda la razón», afirmó en otro intercambio.
Es probable que el expresidente intente ganar votos en Nueva York y Pensilvania, cada uno de los cuales tiene grandes poblaciones judías, pero su tono agresivo en ocasiones ha resultado contraproducente. Acusó al senador demócrata Chuck Schumer, el funcionario judío de mayor rango en Estados Unidos, de ser un «orgulloso miembro de Hamás». El legislador ha sido crítico con el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, por el alto número de bajas civiles que su ofensiva contra la Franja de Gaza ha provocado. Y al implorar a los judíos que votaran por él, dijo que si no ganaba las elecciones «el pueblo judío tendría mucho que ver con la derrota», comentarios criticados inmediatamente como antisemitas. «Hacer que alguien diga ‘perdimos por culpa de los judíos’ es escandaloso y peligroso», señaló el Comité Judío Estadounidense, mientras que el Consejo Judío para Asuntos Públicos condenó su uso de «tropos antisemitas». El lunes, en el aniversario del ataque de Hamás contra Israel que disparó el conflicto en Oriente Medio, Trump aseguró que la Franja de Gaza, bombardeada desde hace un año por el ejército israelí, podría convertirse en un lugar «mejor que Mónaco» una vez reconstruida si aprovechan todo el potencial de su ubicación mediterránea. El locutor radiofónico conservador Hugh Hewitt preguntó al candidato republicano a la Casa Blanca y expromotor inmobiliario si Gaza podría rivalizar con Mónaco si fuera «reconstruida de la manera correcta”. «Podría ser mejor que Mónaco. Tiene la mejor ubicación de Oriente Medio, la mejor agua, lo mejor de todo», respondió Trump. El republicano contó que cuando ha «estado allí» exclamó «¡guau!». Sus lugareños «nunca aprovecharon» sus vistas frente al mar, lamentó. «Podría ser el lugar más hermoso. El tiempo, el agua, todo, ese clima (…) podría ser tan hermoso. Podría ser lo mejor de Oriente Medio, podría ser uno de los mejores lugares del mundo», consideró.
La campaña de Harris tiene los ojos puestos en Michigan En el singular sistema electoral de Estados Unidos, en el que un solo estado puede influir en todo el resultado, la campaña de Harris puso sus ojos en Michigan. Pero se trata de un estado indeciso con una considerable población árabe-estadounidense, cuyos votantes observan cómo aumenta el número de víctimas civiles en Gaza. «La preocupación por el destino de los palestinos puede influir en el resultado de la contienda allí», advierte Michael Traugott, politólogo de la Universidad de Michigan. Las incursiones y los ataques aéreos israelíes en Líbano también podrían tener un impacto, aunque actualmente es «demasiado pronto para saberlo», añadió. Como abanderado de un Partido Demócrata dividido por las acciones de Israel en Medio Oriente, Harris intenta caminar sobre la cuerda floja. Ha seguido los pasos de Biden al prometer apoyo a Israel y decir que «siempre se asegurará de que Israel tenga la capacidad de defenderse». Pero ella ha sido más insistente que el presidente en sus llamados a un alto el fuego. «No me quedaré en silencio», dijo sobre la situación humanitaria en Gaza. Además, se ausentó especialmente del discurso del primer ministro israelí Benjamín Netanyahu ante el Congreso en julio, que decenas de demócratas decidieron boicotear.
Harris se reunió el 4 de octubre con Emgage Action, que recientemente la respaldó, la American Task Force on Lebanon y una antigua amiga de Harris, Hala Hijazi, que ha perdido a decenas de familiares en Gaza, dijeron las fuentes, que no quisieron ser nombradas. Jim Zogby, fundador del Instituto Árabe Americano y miembro desde hace tiempo del Comité Nacional Demócrata, dijo que había declinado la invitación. Dirigentes de la campaña de protesta Movimiento Nacional No Comprometido dijeron que no habían sido invitados a la reunión. Un funcionario de la campaña, que habló bajo condición de anonimato, dijo que Harris habló de las elecciones y de los conflictos en Gaza y Líbano durante la reunión. Expresó su preocupación por la magnitud del sufrimiento en Gaza, las víctimas civiles y los desplazamientos en el Líbano, y habló de los esfuerzos para poner fin a la guerra, dijo el funcionario. También habló de los esfuerzos para evitar una guerra regional, añadió el funcionario. Wa’el Alzayat, director general de Emgage Action, dijo que él y otros participantes aprovecharon la reunión para compartir su profunda decepción por la gestión estadounidense de la crisis y pidieron a la vicepresidenta que hiciera todo lo que estuviera en su mano para poner fin a la guerra y reajustar la política estadounidense en la región. «Emgage Action pidió a la vicepresidenta Harris que insistiera ante el presidente Biden en la urgencia de poner fin de inmediato a la violencia» en Gaza y Líbano, declaró Alzayat. Dos días antes, el asesor de seguridad nacional de Harris, Phil Gordon, se reunió virtualmente con líderes de la comunidad árabe y musulmana y afirmó que la administración apoya un alto el fuego en Gaza, la diplomacia en Líbano y la estabilidad en Cisjordania, ocupada por Israel, según informó la oficina de la vicepresidenta. El jueves por la noche, el candidato a la vicepresidencia de Harris, el gobernador de Minnesota Tim Walz, prometió en una llamada de Zoom a los votantes musulmanes que éstos tendrían un papel equitativo en la administración de Harris. Con información de AFP y Reuters
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