El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo – PNUD y Mpodera, movimiento del sector salud que trabaja para convertir este sector en un referente de equidad de género, lanzan el estudio Mujeres Trabajadoras en el Sector de la Salud en Colombia, el cual busca ofrecer un diagnóstico general del estado actual de la composición del talento humano del sector salud en Colombia desde una perspectiva dgénero, ilustrando la composición del sector según nivel educativo, techos de cristal, análisis de brechas salariales y condiciones laborales de informalidad.
Los datos analizados permiten comprender por qué estas barreras representan un reto para el desarrollo no solo de las mujeres trabajadoras en el sector, sino también para los resultados poblacionales en salud y en la equidad en el sector de la salud en general.
De acuerdo con el estudio, si bien la representación femenina en el sector de la salud en Colombia es de 80,3%, aun se evidencian altas brechas salariales, profesionales, educativas y de liderazgo. Esto en gran parte se debe a los estereotipos de género, barreras estructurales, normas formales e informales, y a la discriminación, puesto que limitan el accenso de las mujeres en las entidades y organizaciones; por ejemplo, en el país solo el 25% de las mujeres ocupa puestos de liderazgo.
“Fomentar la equidad de género es primordial para eliminar las brechas en el sector de salud. Esto, se logra a través del trabajo mancomunado con las empresas, las entidades educativas y el Estado, ya que permite que las mujeres fortalezcan sus capacidades y accedan a cargos directivos”, afirmó Sara Ferrer Olivella, representante residente de PNUD.
Frente a las brechas en formación y ocupación, el informe indica que, en términos generales, por cada 1.000 mujeres con formación universitaria en el sector salud, solo el 48,3% tiene estudios de especialización, mientras que esta relación para los hombres es de 189,8%, lo que, en el mediano y largo plazo, resulta en mayores ingresos y estabilidad laboral para el género masculino.
Con base en lo anterior, se hace visible que la población femenina está encontrando barreras que impiden la equidad en términos de salario. Los resultados muestran que las brechas salariales en promedio son del 12,8% para todos los niveles educativos, siendo más altas para los niveles de especialización. Adicionalmente, hay 372 mil mujeres profesionales en el sector de la salud, pero existe una diferencia de 11 puntos porcentuales (p.p) a favor de los hombres.
“Es importante que en los próximos años cambien los roles y las expectativas de lo que significa ser mujer, ya que la existencia de sesgos de género en el mercado laboral genera efectos negativos no solo para las mujeres sino para la economía, el desarrollo humano, y las sociedades en general”, señaló Diana Cárdenas, consultora de salud.
Otro de los hallazgos es que, en el sector de la salud, las mujeres tienen a cargo mayores responsabilidades de trabajo no remunerado en oficios del hogar y de cuidado. En 2020, de cada 10 mujeres ocupadas, aproximadamente 3 se encargaban también de los cuidados del hogar, mientras que, de cada 10 hombres, solo 2 lo hacían. Esto demuestra que las desigualdades de género que se manifiestan en el hogar se transfieren al plano profesional, al dejarles a las mujeres menos tiempo disponible para las labores remuneradas.
“Si se lograra contabilizar el monto de contribución del trabajo no remunerado hecho por las mujeres en la economía nacional, en el PIB, sería un 20%, pero no se tiene en cuenta. Esto quiere decir que las mujeres no tienen tiempo, aunque sean excelentes, ya que tienen que elegir entre lo profesional y el hogar”, manifestó Sara Ferrer Olivella, representante residente de PNUD.
Las problemáticas mencionadas dejan en claro la necesidad que tiene el país de analizar las dinámicas de género relacionadas con el personal de la salud, con el fin de formular políticas públicas que permitan avanzar en la igualdad, y de esta manera incidir en el bienestar general de la población, puesto que las mujeres tienen un rol clave para el desarrollo sostenible y humano.