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Ventas de oro y bonos podrían apalancar al DICOM

El gobierno apuesta por un sistema de flotación administrada y asignación discrecional, que ahora es vendido como más eficiente y transparente. El DICOM nace lastrado por la desconfianza.

Publicado: mayo 24, 2017, 5:56 am

El gobierno recurrirá a ventas de oro monetario y, posiblemente, emisión de títulos para incrementar la oferta de divisas en el Sistema de Divisas de Tipo de Cambio Complementario Flotante de Mercado (DICOM), según trascendió en fuentes gubernamentales.

El Convenio Cambiario N° 38, publicado en la Gaceta Oficial Extraordinaria N° 6.300, fechada el pasado 19 de mayo, establece que el origen de las divisas a ser subastadas debe ser de posturas privadas de particulares y empresas, además de ofertas del Banco de Desarrollo Económico y Social (BANDES), Petróleos de Venezuela (PDVSA) y sus empresas filiales y las empresas mixtas dedicadas a la materia de hidrocarburos; «así como, cualquier otro órgano o ente del sector público autorizado de conformidad con lo dispuesto en el artículo 6 del presente Convenio Cambiarlo, podrán participar únicamente en calidad de oferentes».

El economista Gustavo Rojas Matute subraya que «no me parece que tenga algún impacto en la economía. Hay un problema de flujo de caja de dólares y el BCV sigue financiando al sector publico, creando mas bolívares».

Por su parte, el también economista, Jesús Cacique, sostiene que «no es un sistema de subasta, seguirá la asignación de divisas bajo la discrecionalidad de la burocracia. Con la fuerte caída del ingreso petrolero y escasez de divisas continuará la depresión económica».

Y hace una pregunta clave: «¿Quien va ofertar divisas con el paralelo superior al DICOM?»

La tesis del gobierno es que este sistema funcionará más eficientemente y generará un tipo de cambio «de oferta y demanda»; sin embargo, el Ejecutivo tiene una peculiar manera de entender el mercado. Lo cierto es que la paridad del DICOM es un sistema de flotación controlado por el BCV y la propia administración del sistema, sin que se transparenten los términos de intercambio.

A pesar que la formulación del tipo de cambio se presenta como producto de una relación de mercado, de la cual surgirá una paridad equivalente al «menor precio propuesto por los demandantes de divisas que resultaren adjudicados, es decir, el valor marginal sobre las demandas adjudicadas».

Se da por descontado que el piso de arranque será el tipo de cambio determinado por el Simadi; sin embargo, se señala que este mercado podría dar una paridad alrededor de los 2.o00 o 2.500 bolívares por dólar, lo que, visto lo visto, representa un nuevo subsidio cambiario.

El sistema arranca con Reservas Internacionales apenas superiores a USD 10.000 millones, y un tipo de cambio implícito sobre liquidez monetaria de 1.570 bolívares por dólar, que es, de acuerdo con las fuentes técnicas gubernamentales consultadas, la paridad aproximada de equilibrio que se espera en el BCV.

LA CONFIANZA NO EXISTE

Los análisis económicos iniciales son los esperados. No hay confianza entre los economistas y los agentes económicos, en buena medida porque el DICOM relanzado repite prácticas anteriores que han devenido en fracasos.

Para que se logre «reventar» al odiado tipo de cambio paralelo se necesita una inyección de divisas que nadie cree que el gobierno pueda conseguir; además, habrá que ver los criterios de asignación -la aprobación no es automática- y los topes fijados para la demanda resultan insuficientes para cubrir necesidades de importación muy rezagadas.

Habrá que esperar. Asdrúbal Oliveros, socio director de Ecoanalítica, señaló que es posible que el «paralelo» baje temporalmente como efecto del arranque del sistema, pero advierte que la tendencia alcista regresará.

Por: Armando J. Pernía

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