Tras demostrar su talento con papeles en la gran pantalla como el de Marilyn Monroe en Blonde u otros éxitos como Puñales por la espalda (sin olvidar que ostenta el título de chica Bond), Ana de Armas se ha ganado su hueco en Hollywood. Y, siendo una estrella internacional del cine, a la cubana no le pilla por sorpresa recibir atención mediática.
De hecho es algo que ha vivido muy de cerca al ser el tercer elemento de su panorama sentimental, ya que cada vez que ha tenido pareja, la prensa se ha hecho eco de todos sus pasos. Algo que aunque los fans de la artista celebran -especialmente si ven a su ídolo feliz-, no deja de pasarle factura a sus historias de amor.
En la actualidad todo apunta a que encuentra de nuevo ilusionada, ya que en un viaje a Madrid, la actriz no solo ha aparecido recorriendo de nuevo la ciudad donde dio sus primeros pasos en la industria de la interpretación, sino mostrando actitud cariñosa con Manuel Anido, el hijastro del Presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel.
Los paparazzis no solo captaron a la pareja dando un paseo con Salsa, la perrita de la actriz, sino que en las imágenes se les puede ver de la mano y dándose un beso, una cercanía entre ellos que dejaría claro que es más que una simple amistad.
Pese a despertar tanto interés, Ana siempre ha sido muy reservada en lo que a su vida sentimental respecta. Ni declaraciones ni entrevistas ni dedicatorias a través de las redes sociales. De hecho, hasta hace unos meses se la relacionaba con Paul Boukadakis, con quien estuvo saliendo durante tres años según ¡Hola!.
Sin decir una palabra al respecto de si seguía o no junto al empresario del sector de la tecnología, fue en mayo cuando empezaron los rumores de que la actriz podría tener una nueva ilusión. Una información que empezó a circular cuando un influencer cubano, Alexander Otao, habló por primera vez de este romance.
Desde entonces, con varios meses de relación a las espaldas, continuarían disfrutando de la relación como una pareja cualquiera: yendo a cenar con amigos, viajando… Porque ahora que su romance se ha oficializado en las revistas, les va a resultar más difícil pasar desapercibidos con la libertad de movimientos que eso les habría supuesto previamente.
¿Cómo afecta estar en el punto de mira de la prensa?
En un momento en el que contamos con dispositivos listos para grabar o fotografiar al alcance de la mano, llevar una historia de amor lejos de la opinión pública, cuando hablamos de celebridades, es más complicado que nunca.
Es algo que les sucedió también a Alejandra Rubio y Carlo Costanzia, quienes vieron sus primeras salidas documentadas por la prensa, y que tiene un efecto directo en la pareja, como les puede suceder a Ana y Manuel.
La etapa inicial de cualquier relación, ese momento de conocerse poco a poco, debería darse con tranquilidad e intimidad: dos elementos para ir averiguando cosas sobre el otro sin apremios.
Llegando a la conclusión de si se quiere seguir, pero siempre con la libertad de decidir sin factores externos que influyan en su voluntad (como por ejemplo tomar la decisión de no romper para no recibir malos comentarios en redes sociales o que circulen rumores).
Y es que entre los efectos negativos del escrutinio público está la pérdida de privacidad en lugares públicos: gestos de cariño o discusiones ya no forman parte solo de la pareja, sino que dan la vuelta al mundo.
También pueden comenzar los rumores, que, con la difusión que tienen plataformas como Tiktok, también se propagan muy rápidamente y pueden ser una fuente de agobio o malestar para las personas implicadas, más allá de su veracidad.
Además también existe cierta presión por dar siempre una imagen de pareja feliz -que puede ser motivo de aún más estrés si tienen problemas-. Esto fue algo que le sucedió a Tamara Falcó el día después de enterarse de la infidelidad de Iñigo Onieva, cuando fue rodeada por la prensa e, independientemente de sus emociones, aguantó la tormenta mediática.
En el caso de Ana de Armas y Manuel Anido podría suceder que se encontraran en un momento en el que no hayan decidido si es algo que ven a corto, medio o largo plazo. Es más, puede que sientan presión de dar ciertos pasos o de ponerse etiquetas por la prensa cuando quizás no habían ni pensado en ello a estas alturas.
Dar pasos por las presiones externas, hacen que se pierda la capacidad de decidir libremente qué quieren hacer en este momento de su vida.
Aunque no todo está perdido, sus herramientas para contrarrestarlo pueden ser tomar el control de los aspectos que comparten y los que no (algo que Ana siempre ha llevado a rajatabla guardando esa parcela de su vida personal). También dedicarse tiempo a ellos sin estar en el foco puede ser una manera de confirmar cómo se sienten el uno respecto al otro.
Y, aunque aún no ha sido su caso, tanto Ana como Manuel podrían utilizar las redes sociales en caso de que hubiera que aclarar o desmentir algo con un comunicado, si se diera el caso de necesitar contrarrestar alguna noticia o rumor extendido.
Por otro lado, que se den estas circunstancias añadidas a la vez que se desarrolla su historia de amor, es también para ellos una oportunidad de conocerse sabiendo cómo son en la relación con estrés añadido.
Cómo se comunican bajo presión, si ser fuente de interés se convierte en un problema o cómo trabajan en equipo para disminuir los efectos de ser una pareja mediática, son facetas de su personalidad que salen a la luz en estas situaciones. Así que es también una manera de descubrir fortalezas o debilidades de su relación y, en caso de que lo necesitaran, trabajarlas en equipo.