Publicado: septiembre 13, 2025, 3:30 am
Algo que une a los españoles y los británicos es la aspiración que tenemos de ser propietarios de nuestro hogar. Al contrario que otros europeos como los alemanes, una minoría vive de alquiler y el algo considerado a menudo francamente mal, incluso de segunda clase. “El sueño británico parece a menudo consistir en escapar de la amenaza de los propietarios convirtiéndose en uno de ellos», lo resumió una vez Jason Okundaye, un escritor joven desahuciado, en una columna de The Guardian.
El sueño español es sin duda parecido: escapar de la continua búsqueda de un alquiler razonable para encontrar un sitio tuyo al que puedas llevar tu mascota y decorar las paredes en el color que te dé la gana.
Un 74% de los españoles y un 65% de británicos son propietarios de su casa, frente a 47% de los alemanes, según Eurostat. Los españoles y británicos también compartimos la misma ansiedad, porque cuesta mucho más que en otras generaciones “subir la escalera de la vivienda”, como lo expresamos en inglés.
Por primera vez, algo más de la mitad de los menores de 30 años en España son inquilinos y un tercio de los hogares de entre 30 y 44 años son arrendatarios, según datos publicados en febrero por el Instituto Nacional de Estadística (INE),
En el Reino Unido llevamos más de una década preocupados por “la generación del alquiler”, con iniciativas gubernamentales intentando ayudar a los jóvenes. Entre ellas está un bonus para que los que tienen entre 18 y 39 ahorren para una primera casa y menos impuestos para los jóvenes a la hora de la compra.
Son medidas que ayudan. “La crisis de la vivienda entre los jóvenes que lleva décadas en el Reino Unido ha dado un giro, con la tasa de los propietarios subiendo desde su depresión de 2015-2016 (del 26%)”, concluyó el centro de estudios Resolution Foundation:
Sin embargo, el 40% de británicos entre 25 y 34 que tienen su propia casa sigue lejos del 60% de 1996, como podemos ver en este gráfico publicado por la BBC. Y la brecha entre jóvenes de familias ricas y desfavorecidas ha crecido. De los 173.500 que compraron su primera casa el año pasado, un 52% tenía la ayuda de familiares, según el inmobiliario Savills.
Esta semana, la caja Newcastle Building Society lanzó una hipoteca especial para los que no tienen esa ayuda: un depósito de 2% o unos 5.000 libras, para una casa de hasta 350.000 libras de plazo fijo a 5.25%. La condición es que todos los ahorros tienen que venir del trabajo del joven y no de una donación.
Es una idea creativa que podría ayudar a algunos que no pueden acudir a la Banca de Mama y Papa. Pero, igual que en España, la crisis de la vivienda pasa para construir muchas más casas a precios accesibles