Publicado: diciembre 7, 2024, 4:15 am
Ana Guerra y Víctor Elías están atravesando uno de los momentos más dulces de su vida, mientras que la cantante ha estrenado su tercer álbum, Sin Final, el actor ha publicado su libro Yo sostenido: historia de un juguete casi roto (Planeta, 2024). Por no hablar de que el 31 de octubre de 2024 se dieron el «Sí, quiero» en una íntima ceremonia.
En su boda los teléfonos móviles no estaban permitidos, algo que puede chocar teniendo en cuenta la normalidad con la que usamos los dispositivos, pero es para ellos algo clave no solo en su relación, sino en su vida, están muy agradecidos a sus respectivas trayectorias laborales, pero en lo que su vida personal respecta, intentan que sea todo lo privada posible.
No es algo fácil teniendo en cuenta que Víctor Elías ha sido uno de los actores más memorables durante las 8 temporadas de Los Serrano y Ana Guerra, también estrella de la pequeña pantalla gracias a Operación Triunfo.
Por suerte, eso no ha cambiado que hemos podido conocer, gracias a ellos -y más en concreto a sus redes sociales- algunos de sus momentos especiales donde la música y el romanticismo han emocionado a los fans de la pareja.
Y es que aunque han procurado mantener el hermetismo, con esas pequeñas pistas, así como entrevistas que han ido haciendo en estos años, hemos podido conocer más de cerca algunas de las peculiaridades de su historia de amor.
Desde su etapa de novios a la de irse a convivir juntos y, la que acaban de empezar hace unas semanas, la de esposos. Pero ¿cómo influye a una pareja dar el paso del matrimonio? ¿Es algo simbólico o realmente afecta a la relación?
Puede que en la actualidad, a diferencia de generaciones como la de nuestros abuelos, por ejemplo, el matrimonio no suponga un cambio muy drástico.
Las parejas contemporáneas suelen llevar tiempo juntas, lo que explica que la edad media de los contrayentes esté entre los 34 o 36 años según el Instituto Nacional de Estadística, y también suelen convivir, por lo que la vida como esposos es muy similar.
Aunque entre las novedades que puede suponer este paso está el refuerzo de su percepción del compromiso a largo plazo, porque culturalmente el matrimonio significa dar un paso simbólico y legal que consolida la relación.
Por otro lado, el reconocimiento social como pareja puede afectarles en cuanto a presiones externas asociadas con el matrimonio, como por ejemplo de qué manera deben hacer las cosas o sus ritmos, lo que combinado con su exposición pública, puede ser algo que genere tensiones.
Para ellos ahora mismo no hay diferencias significativas, de hecho, en una reciente aparición conjunta que hicieron en el estreno del musical Salta Conmigo, afirmaron que después de su «Sí, quiero» no notan cambios como tal.
Pero sí que dejaron claro que se quieren «lo mismo o más». «Hay una expectativa de que hay un antes y un después y lo bonito es que nada cambia, solo queríamos un anillo más en el dedo aunque nos queremos más cada día«, explicó Ana Guerra
Una historia de amor con giros y sorpresas
La de Víctor Elías y Ana Guerra podría inspirar para crear una novela enemies-to-lovers, un término que se utiliza en la literatura romántica que suele significar que los protagonistas pasan por una montaña rusa de emociones, partiendo de la tensión del conflicto hasta que llegan al romance.
Todo empezó cuando Ana Guerra cambió de banda y, uno de los papeles que necesitaba suplir, era el de director musical, puesto que se ganó Víctor Elías tras una escucha a ciegas. Y es que quien se metía en la piel de Guille es también un gran músico, su verdadera pasión más allá de la interpretación.
Sin embargo, pese a su experiencia laboral, el comienzo de su relación profesional estuvo llena de trabas con agitadas discusiones entre ambos que parecían tener difícil solución. Aquello terminó cambiando -por suerte- y de una buena relación laboral pasaron, en octubre de 2021, al plano sentimental.
Algo que para ellos era complicado de gestionar, especialmente para Ana Guerra, quien admitió en El Hormiguero que «no quería juntarme con nadie con quien trabajara». Eso le llevó a intentar desviar la atención de los medios y su entorno y ocultar su noviazgo.
Finalmente, con la prensa cada vez más cerca, decidieron destapar su romance, pero muy a su manera. El 14 de febrero de 2022 derretían a sus respectivos fans cuando compartieron un vídeo musical juntos donde ella cantaba su nueva canción, Cuentos, y Víctor le acompañaba al piano. La forma más tierna de confirmar que había nueva pareja en el panorama nacional.
Meses más tarde, en septiembre dieron el paso de irse a vivir juntos con sus perros Dumbo y Jack y, un año después, el 29 de octubre de 2023 compartían vía Instagram la feliz noticia de que estaban comprometidos, algo que atípicamente sucedió con Ana pidiéndoselo a Víctor.
La boda, que ha tenido lugar pocos días después de su tercer aniversario en una ceremonia muy especial oficiada por Fran Perea -quien comparte una gran amistad con Víctor-, se convirtió en un día lleno de recuerdos únicos con sus 60 invitados, los más allegados de la pareja (y sus dos perros).
De momento, lo que sí tienen pendiente es la luna de miel, algo que por sus agendas laborales donde la promoción de sus nuevos trabajos se ha convertido en prioritario, no han podido planificarla. Es un viaje que han decidido posponer, pero también resulta beneficioso para la relación.
La luna de miel es un tiempo sin distracciones con el único objetivo de centrarse en la celebración del amor entre ellos, y, de paso, compartiendo experiencias nuevas que servirán para crear recuerdos positivos.
Y, aunque su relación ya tiene una base sólida, también sirve para reflexionar en un entorno relajado pudiendo comunicarse y sentando las bases para desafíos que lleguen en el futuro, así que también puede ser un factor añadido de consolidación de la relación.
