Publicado: noviembre 24, 2025, 9:30 am
Christian Gálvez trabaja actualmente en La tarde de Telemadrid aunque también se encuentra en plena promoción de su último libro, Lucas, el evangelista de los invisibles. Así, el periodista y escritor concedió recientemente una entrevistas al medio Ecclesia, del grupo COPE, donde explicó como fue reencontrarse de nuevo con la religión.
Como así explicó, el presentador de televisión perdió la fe porque vip «cosas que Dios no debería permitir». «En el año 2009, a través de una ONG, no es muy positivo decirlo, pero bueno… Realicé un documental yo mismo, con cámaras ocultas, sobre el turismo sexual en Camboya«, aseguró el periodista, recordando los malos momentos, «tenían que ver con niños, bebés… Era una de dos, o salir de allí corriendo o desear cosas muy malas a personas que estaban allí involucradas en esa red de pederastia».
El documental, Cerco al pederasta, se emitió en 2009 en Telecinco, donde fue testigo tanto de los delitos como de la labor de la ONG para evitar que esto sucediese. Sin embargo, su papel no fue «juzgar» solo «observar y comunicar», por lo que acabó sufriendo un gran dolor. Por ello, Gálvez se ‘enfadó’ con Dios por permitir que esto ocurriese.
«No quería perdonarles… De hecho, deseaba cosas muy malas para ese tipo de personas. Esa figura de Padre, creía que no era justa de que fuera Padre de todos aquellos«, aseguró. Aunque todo cambió con los años y dejó de ver a Dios como el culpable de ello. Así, aunque sigue enojado por lo ocurrido, actualmente lo mira desde otra perspectiva: «Creo que no he terminado de perdonar del todo, no a Dios, sino a todos esos culpables».
Y es que, para él, la dura experiencia hizo que negase de la existencia «de un ser omnipresente, omnipotente y que amaba a todos por igual y que todos recibirían el paraíso por igual». «Me negaba a creerlo», destacó. De hecho, tales fueron las secuelas que decidió cambiar por completo su manera de mirar al mundo.
Así ahora su «lema de amor» son la luz y el camino, tanto que la mezcla de ambos dio lugar al nombre de su hijo, Luca: «Patricia (su mujer) me enseñó que el amor de verdad puede con todo y no hay que perder la fe en uno mismo, y si lo haces tienes que pedir ayuda
