Publicado: junio 23, 2017, 6:40 pm
Medio año ha pasado desde que el gobierno presentó los nuevos billetes del cono monetario y ahora es más evidente lo que tanto señalaron los economistas: los valores nominales de las nuevas piezas se quedaron cortas frente a la aceleración de la inflación.
En diciembre, cuando el gabinete económico mostró el diseño de las seis piezas nuevas, con el valor del billete más bajo (500 bolívares) era posible comprar un café pequeño.
La caída del poder adquisitivo también se hace evidente con el billete de mayor denominación. En diciembre, con 20.000 bolívares se podía adquirir un kilo de jamón y otro de queso amarillo; en este momento, el nuevo billete con la cara del libertador solo alcanza para comprar un kilo de queso blanco.
Un gráfico publicado por Ecoanalítica también hace referencia a la caída del poder de compra del billete de 20.000, pero en lo que va de año. La firma asegura que desde enero la pieza de más alta denominación ha perdido 42,2% de su valor en términos reales.
“El gobierno tardó en sacar el nuevo cono monetario y cuando lo hizo ya necesitábamos montos más altos. En todo este tiempo el error ha estado en no atacar el problema inflacionario, que se ha exacerbado en los últimos tres años”, dijo el economista y profesor universitario Domingo Sifontes.
Por otro lado, el economista Luis Oliveros coincidió con Sifontes, al indicar que la nueva tasa de cambio del Dicom y el aumento del dólar paralelo presionarán más los precios.
“Este año la inflación mensual ha sido de 18%, en promedio, pero prevemos que en julio habrá un incremento, por el Dicom. Suponemos que puede subir a 20% o más”.
BILLETES «FANTASMAS»
El gobierno no solo se quedó corto con las denominaciones de los nuevos billetes, también se ha tardado en sustituir las piezas antiguas.
El Banco Central de Venezuela indicó que el mes pasado había en circulación 336,6 millones de nuevos billetes (500, 1.000, 2.000, 5.000, 10.000 y 20.000 bolívares). La cifra representa apenas 2,4% de todas las piezas que están en circulación.
El retraso en la circulación de los nuevos billetes ha hecho que en los bancos se agudice la escasez de efectivo. “La gente sabe que está en un país donde en cualquier momento puede haber una crisis de efectivo; por eso prefiere guardar dinero en sus casas, antes que llevarlo al banco. Así como tienen inventario de comida para varias semanas, tienen inventario de billetes; pero, claro, esto solo pueden hacerlo algunos, no la mayoría”, dijo Luis Oliveros.