Publicado: septiembre 14, 2025, 3:30 am
El verano para Pelayo Díaz ha terminado con, más que auténtico broche de oro, un anillo: la pedida de mano sorpresa que preparó su novio, Gal Marom, cuando estaban disfrutando de un crucero. Una noticia que él y su pareja han querido compartir con un post de Instagram en el que un beso de ambos y el pie de foto «Por supuesto, he dicho que SÍ«, marca una nueva etapa sentimental para el estilista más famoso de la televisión.
Así que después de que llegue a su fin uno de sus veranos más especiales juntos, la pareja empezará con el proceso de planear su gran día. Una boda que se trata de la segunda ocasión en la que el estilista se dará el «Sí, quiero» oficialmente, puesto que se casó en 2018 con Andy McDougall.
Si algo caracterizó aquella celebración es que no dejó de sorprender desde el primer momento, cuando Pelayo y Andy llegaron a la ceremonia volando en un helicóptero. No fue el único detalle que hizo de esa boda un día inolvidable: lucieron coronas y trajes de Dolce & Gabbana para sus más de 200 invitados, ya que el estilista no quería que faltaran todas las personas que habían estado en su vida y aquellas con las que había coincidido durante su carrera.
Sin embargo, en esta ocasión, la boda de Pelayo y Gal distará mucho de aquella espectacular ceremonia. Es más, probablemente lo único que tenga en común es que Andy McDougall también formará parte de ese día por la buena relación que mantiene con el estilista. Es más, después de felicitar a los recién prometidos en el post de Pelayo, afirmó que iba a ponerse a pensar en el outfit que llevaría su perrito Vidu, ya que el pomerania será su acompañante para la celebración.
Pero más allá de eso, Pelayo compartió en el programa TardeAR que pese a que todavía no hay fecha ni preparativos en marcha, sí que quiere desmarcarse de la celebración anterior. La suya será «una boda muy íntima», en palabras del influencer. Una declaración de intenciones que no deja de intrigar, ¿a qué puede deberse el cambio de pasar de un opuesto a otro? Desde la perspectiva de la terapia de pareja, puede deberse a varios motivos.
Por un lado, podría tratarse de un cambio de prioridades al descubrir que lo más valioso no es tanto el despliegue, sino la relación y las personas cercanas. Por otro, el querer priorizar lo simbólico y lo afectivo en esta segunda unión (viendo que la primera no duró como se esperaba). Aunque también puede deberse a un deseo de intimidad después de haber estado en un gran evento social queriendo algo con menos presión donde puedan disfrutar relajados. O, simplemente, que quizás se sientan identificados con un planteamiento más sencillo y valoren más la experiencia del rito en sí que el lujo o compartirlo con una gran cantidad de invitados.
De Londres a ¿París?
Tampoco es de extrañar que la pareja prefiera oficializar su relación sin mayores exhibiciones. Desde el principio de su historia de amor han estado muy centrados en su vínculo por la logística por la distancia que les separaba. Algo que puede ayudar a conectar de una manera más profunda al fortalecer la intimidad emocional y siendo un recordatorio constante de que lo importante no es la cantidad de días o momentos juntos, sino la calidad de lo compartido.
Su historia internacional comenzó de una manera muy inesperada. En una entrevista a la revista Lecturas, Pelayo comentó que Gal y él se conocieron fruto de la más pura casualidad en un viaje a Londres del estilista. Fue al poco de haberse separado de su exmarido que un amigo le animó a ir a una fiesta y fue donde encontró a quien será su futuro segundo marido.
Cuando comenzó su relación, la pareja se movió entre Madrid y París, donde trabaja Gal al ser gerente del sector del lujo, pero eso no ha impedido que se desarrolle un vínculo fuerte y estable entre ellos. De hecho, no sería de extrañar que los próximos pasos del estilista vayan a ir encaminados a la capital francesa de la moda, pero para ello, su novio le había puesto como única condición casarse, un primer paso del camino que están empezando a recorrer.
Además, hace unos meses el exconcursante de Supervivientes acudió a De Viernes con su madre y su pareja y fue también el lugar donde expresaron su ilusión por formar una familia. Será interesante ver si ese deseo de mantener su amor de una manera más recogida, continúa en un futuro e incluso si tienen hijos en algún momento. Lo que queda claro es que con esa boda venidera más privada, no le restan importancia al matrimonio, sino que le darán un significado diferente al hacerlo menos artificioso en un acto de autenticidad de su amor.
