Publicado: febrero 12, 2025, 4:00 pm
Una buena salud es importante, por eso es una de las cosas a las que más prestamos atención y más queremos cuidar. Un cambio de hábitos es la forma más habitual de hacerlo, optando por una alimentación saludable y una vida más activa, porque somos conscientes de cómo estos factores influyen sobre nuestro bienestar (aunque sepamos que no son los únicos). Algunos de esos factores podemos manejarlos, modificando algunas cosas, pero otros escapan a nuestro control, como las consecuencias que tiene para nuestra salud el frío que hace en invierno en España.
Sabemos que las bajas temperaturas pueden debilitar nuestro sistema inmune, lo que puede hacer que enfermemos más veces de las que nos gustaría, también hacen que muchos virus y bacterias se reproduzcan más rápidamente, pasamos más tiempo en espacios cerrados reunidos con muchas personas, lo que también favorece el contagio de algunas enfermedades. No siempre somos conscientes de como el frío en sí mismo también puede afectarnos, tal y como sucede con la película lagrimal; el viento y las bajas temperaturas pueden causar daños.
Qué es la película lagrimal y qué funciones tiene
Una película lagrimal sana es necesaria para una buena visión, es una capa líquida formada por lágrimas que cubre la córnea y la conjuntiva del ojo, además de mantener los ojos hidratados, también lubrica la zona para un correcto parpadeo. Es una capa muy fina, que no es perceptible a simple vista y que se encuentra en contacto con el aire. Tiene una función protectora y está formada por tres capas muy finas y diferentes.
La capa más superficial es oleosa o lipídica, hace que las lágrimas tarden más en evaporarse y por eso la superficie del ojo está más húmeda, lo que hace que parpadear resulte más fácil. La capa intermedia es la de mayor grosor y es acuosa, está formada, entre otros componentes, por sales, proteínas, glucosa y electrolitos, es la encargada de oxigenar la córnea y limpiarla, también protege al ojo de posibles infecciones. La tercera de las capas es la más interna y es también la más fina de las tres. Esta capa de mucina favorece que las otras se sujeten a la córnea.
Los problemas asociados a la película lagrimal más habituales son el síndrome del ojo seco, que se produce cuando la película no hidrata lo suficiente, la epífora funcional u obstructiva, cuando el sistema de drenaje lagrimal no funciona bien, o la dacriocistitis, una inflamación del saco lagrimal. Además, también las temperaturas y el viento pueden dañarla.
Síntomas de que las temperaturas frías y el viento la están dañando
La exposición prolongada a bajas temperaturas, a ambientes con calefacción excesiva o al viento puede dañar la película lagrimal, lo que, además de provocar una sensación incómoda, puede llegar a causar daños mayores, como empeorar el síndrome del ojo seco o causar queratitis, que es una inflamación de la córnea. Estos factores externos pueden reducir la hidratación natural del ojo, provocando síntomas como picor, escozor, visión borrosa transitoria o sensación de cuerpo extraño.
Protegerse para evitar estos daños, que pueden derivar en otros mayores, es importante y por eso los expertos del Instituto Clínico Quirúrgico de Oftalmología (ICQO) recomiendan beber mucha agua, pero también emplear lágrimas artificiales si fuera necesario. Intentar que la calefacción sea excesiva y usar humidificadores en interiores, así como gafas de sol en exteriores en días de viento o frío, también parpadear frecuentemente, sobre todo si se trabaja con pantallas y, sobre todo, ponerse en manos de profesionales si las molestias persisten.
Referencias
Tear film. (2017, 29 noviembre). American Academy Of Ophthalmology. https://www.aao.org/eye-health/anatomy/tear-film-3
Síndrome del ojo seco: MedlinePlus enciclopedia médica. (s. f.). https://medlineplus.gov/spanish/ency/article/000426.htm