Publicado: diciembre 11, 2024, 12:22 pm
Los ministros de Pesca de la UE cerraron este miércoles un acuerdo sobre las posibilidades de pesca en aguas comunitarias del Atlántico y el Mediterráneo en 2025. Lo acordado reducirá en un 66% el esfuerzo pesquero de los arrastreros en aguas mediterráneas españolas y francesas, aunque con un mecanismo de compensación que podría permitir aumentarlo.
El acuerdo en el Consejo de Agricultura y Pesca de la UE se logró por unanimidad en la madrugada de este miércoles tras dos días de reunión en Bruselas. La Comisión Europea (CE) había planteado inicialmente un recorte en las jornadas de pesca en el Mediterráneo del 79%. Ese porcentaje apenas habría permitido a la flota de arrastre española pescar 27 días al año. España se había opuesto desde el principio.
En lo que respecta al Mediterráneo occidental, los ministros acordaron reducir el esfuerzo pesquero de los arrastreros en un 66% en aguas españolas y francesas. En las francesas e italianas ese esfuerzo se reduce en un 38% para proteger las poblaciones demersales.
Según el ministro de Agricultura y Pesca español, Luis Planas, lo acordado es un «buen resultado para España». Según sus cálculos, con la aplicación de esas medidas selectivas se podrá «mantener los días de trabajo de 2024», que fueron 130.
Los pescadores de arrastre tenían 220 días de pesca al año en 2019, que pasaron a ser esos 130 en 2023. El periodo transitorio que se ha mantenido hasta 2024 ha supuesto una reducción del 40% de los días de pesca.
El equilibrio: sector rentable, Mediterráneo vivo
Dice la presidencia húngara del Consejo de la Unión Europea que «el acuerdo alcanzado permitirá mantener las poblaciones de peces en niveles sostenibles y proteger el entorno marino, al tiempo que se considera también la viabilidad del sector». Porque esa es la clave de este acuerdo de recortes y de tantos otros que hubo antes: cómo mantener rentable el sector pesquero y al tiempo dejar «vivo» el Mare Nostrum.
Permitirá mantener las poblaciones en niveles sostenibles al tiempo que se considera la viabilidad del sector»
El comisario europeo de Pesca, Costas Kadis, asegura que el acuerdo sobre el Mediterráneo «aborda la mortalidad por pesca, que todavía es demasiado alta, preserva los medios de vida de los pescadores en el largo plazo y mejora las oportunidades para la recuperación de las poblaciones» de peces.
Pero ¿quién paga lo que cuesta «pescar mejor» para frenar el deterioro del Mediterráneo? Porque el documento de la Comisión Europea, como otros de Naciones Unidas, lo dicen claro: o se deja de pescar (tanto) o deja de existir el Mediterráneo vivo.
¿Cómo se paga una pesca más sostenible?
Kadis asegura que lo que se pretende es «incentivar prácticas sostenibles que protegen los alevines e incrementan la selectividad» en el Mediterráneo. Y para ello, dice, se acordó un mecanismo de compensación «que también aliviará el impacto socioeconómico» de la reducción en los días de pesca.
Se pescará los mismos días prácticamente, casi las mismas posibilidades de pesca pero de manera más sostenible»
La clave es cómo hay que pescar desde ahora; cómo, con qué procedimientos, deberán pescar las flotas arrastreras española, francesa e italiana. Si se pesca de manera más sostenible entonces se podrá seguir faenando tanto como ahora. Según el comisario europeo del sector, se seguirá pescando «los mismos días prácticamente, casi las mismas posibilidades de pesca pero de manera más sostenible».
Doce medidas para pescar de manera sostenible
Dice Kadis que los patrones de pesqueros pueden beneficiarse de un incremento «sustancial» del número de días en que salen al mar a pescar «si se comprometen con la selectividad», con el cierre a la pesca de áreas de mar y con el uso de instrumentos de pesca «innovadores». Cuando el comisario habla de «selectividad» se refiere a la capacidad de los métodos de pesca de seleccionar los peces y tamaños deseados.
Es la letra pequeña del acuerdo: hasta doce medidas. Por ejemplo, según Kadis, si un barco usa mallas de 15 milímetros, bajo ciertas condiciones puede recibir un 50% más de días de pesca. También, si un pesquero utiliza unas redes de arrastre determinadas podrá incrementar el número de días laborables en un 9,3% respecto a los 27 días que planteaba inicialmente la Comisión.
La pesca de arrastre en España mantiene 17.000 empleos. Los armadores deberán pues cambiar las artes con las que pescan para que el arrastre no se lleve especies y ejemplares más pequeños. O sea, redes que pesquen de manera más selectiva.
Hemos pasado de 27 días a 130. Estamos muertos igual, con 27 que 130. Al final, nuestro trabajo no será viable»
Las doce medidas que lo pesqueros del Mediterráneo occidental deberán cumplir para poder llegar a faenar tanto como hasta ahora (esos 130 días) se refieren, además de a las mallas, a puertas voladoras, la imposición de vedas o el cierre temporal de algunas zonas para proteger a las especies demersales. Los documentos manejados por Bruselas muestran una especial preocupación por la gamba roja y los alevines de merluza.
Pero el resultado de pescar tantos días como ahora pero con procedimientos más sostenibles y selectivos es que se pescará menos. «Aquí ya se probó y con el cambio de malla coges la mitad», asegura Cristóbal Hernández, armador almeriense, al Diario de Almería. Pero es que eso es lo que pretende Bruselas: pescar menos, pescar mejor, para mantener vivo el Mediterráneo.
¿Da igual 27 que 130?
A la flora pesquera le preocupa cómo pagar esos cambios y no morir en el intento. El comisario explicó que habrá financiación con cargo al Fondo Europeo Marítimo, de Pesca y Acuicultura «para que los pescadores puedan solicitar estas medidas». El gobierno español ha solicitado a la CE explorar la posibilidad de que las medidas para pescar mejor se puedan poner en marcha con financiación a cargo de fondos europeos.
Y aún así, el sector —formado por pequeñas empresas y tripulaciones— ve el futuro muy negro. «Hemos pasado de 27 días a 130. Estamos muertos igual, con 27 que 130. Al final, nuestro trabajo no será viable», afirma el presidente de la Federación Nacional Catalana de Cofradías de Pescadores, Antoni Abad. «Quiero recordar que tenemos tripulaciones, pequeñas empresas, pero empresas. Pero con actividades de solo 130 días no somos viables», asegura.
Algo parecido piensan, por ejemplo, en Almería. El presidente de Asopesca (Asociación Provincial de Empresarios de la Pesca del Sector Extractivo), José María Gallart, considera el acuerdo «malo, negativo, un fracaso». Según explica, «el 100% de días no los vamos a recuperar, porque para eso toda la flota debería cambiar la malla y creemos que solo lo hará un 80%«.
El acuerdo alcanzado es sólo para 2025, ¿y en 2026? «No lo sabremos hasta diciembre de 2025… Me parece una forma (de negociación) anticuada», dice el ministro Planas.
